Algunos afirman que la guerra en Afganistán no es la única que está librando EEUU. El país también combate en otro conflicto, oculto, y no menos costoso.
Los créditos se han convertido en las principales armas de esta guerra. Y no cuestan demasiado, ya que la Reserva Federal emite e inyecta a la economía millones y millones de dólares.
Esta política, conocida como flexibilización cuantitativa, se ideó para estimular el crecimiento económico y rebajar las tasas de interés. “Con las tasas de interés muy bajas en Estados Unidos, las compañías estadounidenses pueden prestar mucho dinero y comprar varias mercancías en el mundo entero”,  dijo Max Fraad Wolff, economista de The New School University.
Y es lo que hacen. Pero la economía más potente del mundo genera dinero para todos.
Los emprendedores del globo entero prefieren tomar préstamos aquí, porque resultan mucho más baratos que en sus países.
El constante aumento de la masa monetaria de EE. UU. devalúa el dólar —la principal divisa de reserva en el planeta— e incrementa el valor de otras monedas. Muchos ya hablan de una “guerra de divisas”.
“Se trata de exportar la deflación y la baja demanda de bienes de consumo hacia otros países. Es un robo, un daño causado a nuestras economías que se seguirá sintiendo durante mucho tiempo”, explicó el analista financiero Edward Harrison.
Los países afectados por el flujo de dólares estadounidenses están adoptando medidas para proteger sus divisas y reducir el precio de sus exportaciones. Mientras tanto, EE. UU. en las reuniones del FMI y el G20 insta a otros Estados a dejar que sus monedas se aprecien sin la mínima intención de hacer lo mismo con el dólar.
“El FMI y la OMC están bajo la influencia del gobierno de EE. UU. Por eso muchos países firman acuerdos bilaterales sin la participación de estas organizaciones”, añadió Max Fraad Wolff.
Muchos de estos convenios se concluyen en una moneda local en vez del dólar estadounidense. En este proceso participan China, Brasil, Rusia, algunos países de América Latina y del Este de Europa. Esta lucha contra la principal divisa de reserva es, en realidad, un combate librado contra la agresividad del sector financiero de EE. UU.
Pero la guerra todavía no está ganada.
27 oct 2010
http://actualidad.rt.com/economia/global/issue_15808.html