De hecho, la mitad del crecimiento de la demanda de petróleo proviene de este país. "Nadie puede prever cuándo empezará a bajar (la demanda china)" añade el director de la agencia.
Las fuentes energéticas valoradas por la agencia, fundada durante la crisis del petróleo de 1973, son el crudo (33,2% del total en 2008), el carbón (27%), la nuclear (5,8%), el gas (21,1%), renovables (10%) e hidroeléctrica (2,2%).
La AIE aconseja a 28 países desarrollados ante posibles problemas de suministro de crudo. China no está entre ellos, pero la agencia controla su creciente consumo por el impacto que puede tener en los precios del petróleo su expansión económica.
China superó a Japón como segunda economía mundial en el segundo trimestre de este año, cuando el Producto Interior Bruto (PIB) nipón sumó 1,288 billones de dólares frente a los 1,33 billones de dólares de China. No obstante, la economía japonesa creció un 0,4% interanual frente al 10,3% chino.
Ejemplo de la expansión del gigante asiático fue el espectacular atasco que sufrieron miles de conductores durante 13 días en los que el movimiento de vehículos estuvo detenido en un centenar de kilómetros.
Por otra parte, Irak "puede convertirse en una pieza que cambie el juego", según Tanaka. La revisión al alza de sus reservas en un 25% podría tener un impacto positivo en la oferta de crudo, según la agencia. "Necesitamos el petróleo iraquí", añadió.
La agencia también ha hecho hincapié en que la mitad de los suministros de petróleo podría extraerse de alta mar a partir de 2015. Esta fuente, que actualmente suple un tercio de la distribución mundial, crecerá "rápidamente en los próximos años", según Tanaka.
No obstante, reconoce que tragedias como el derrame de British Petroleum en el pozo de Macondo, en el golfo de México, podría provocar cambios regulatorios que retrasen proyectos de extracción en el mar.
12/10/2010