AFP, REUTERS, DPA Y THE INDEPENDENT
Periódico La Jornada - Martes 24 de agosto de 2010
Islamabad, 23 de agosto. A un mes de las peores inundaciones de la historia en Pakistán, millones de personas pasan hambre y se ven amenazadas por las enfermedades, mientras continúan los desalojos de miles de habitantes de los poblados y ciudades ubicados a lo largo del río Indo, en el sur del país.
El vocero del Programa Mundial de alimentos (PMA) en Islamabad, Amjad Jamal, indicó que el organismo trabaja para suministrar alimentos a las víctimas de las inundaciones, pero aún hay millones de personas que no han recibido ayuda o ha sido insuficiente, debido que numerosas regiones continúan aisladas por la destrucción de carreteras y puentes.
Los equipos de rescate lograron en los últimos días acceder a zonas remotas de los distritos de Shangla y Kohistán, en el norte del país, pero las pocas reservas que lograron acumular los pobladores se agotaron rápidamente y el PAM declaró que no está en condiciones de suministrar suficientes alimentos a todos los afectados.
Las lluvias de monzón, de magnitud sin precedentes, han afectado la quinta parte de Pakistán y han costado la vida de mil 500 personas, en su mayoría en el noroeste. Asimismo, 17 millones de paquistaníes han sido afectados por las inundaciones, de los cuales unos 800 mil no reciben aún ningún tipo de ayuda, reveló hoy la Organización de Naciones Unidas.
La ONU se mostró también preocupada por la extensión de enfermedades, pues cerca de 1.5 millones de personas reciben tratamiento médico por patologías diversas, pero la mayor preocupación es que se presenten epidemias de cólera, tifus y hepatitis.
El presidente de Pakistán, Asif Ali Zardari, cuyo gobierno ha sido criticado por no hacer un manejo efectivo de la crisis, afirmó que se necesitarán tres años para que el país pueda recuperarse, y advirtió que los rebeldes islamitas podrían explotar esta situación con nuevos ataques.
Frente a la lenta respuesta del gobierno para atender a la población, organizaciones islamitas de caridad, algunas con presuntas ligas con los grupos insurgentes, han acudido a ayudar a los paquistaníes, frustrados además por los escasos resultados de las autoridades en brindarles seguridad, y por la aguda pobreza en la que viven, de acuerdo con The Independent.
Por lo pronto, el nivel del agua comenzó a bajar en el norte y centro del país, pero ahora la situación se agrava en el sur, por donde atraviesa el río Indo, cuyas aguas inundaron decenas de pueblos de la provincia de Punjab en las últimas 24 horas y cientos de personas tuvieron que abandonar la región.
Las aguas del Indo también inundaron 36 pueblos de la provincia de Hyderabad, de donde fueron desalojadas unas 50 mil personas, mientras la localidad de Shahdad Kot y varias aldeas más de la provincia de Sind son evacuadas desde hace dos días.
En China, en tanto, las inundaciones en el noroeste del país, que causaron cuatro muertos en los últimos días, obligaron a desalojar a más de 250 mil personas, mientras se espera la entrada de una nueva tormenta tropical entre hoy y mañana. También en Sudán fallecieron al menos 31 personas en el estado de Kordofan Norte y 18 resultaron heridas por las severas inundaciones.