Entre las alternativas que se estudian figura la eliminación de algunos de los cuarteles generales y la fusión de las agencias que tiene la OTAN. Además, se recortarían o retrasarían algunos programas de infraestructuras para ahorrar, o dejar de gastar, hasta 1.500 millones de euros entre los años 2011 y 2015.
"No podemos cortar para satisfacer demandas inmediatas que sacrificarían nuestra seguridad. Eso sería hacer falsos ahorros", alertó Rasmussen, quien reclamó que se establezcan prioridades, un enfoque coherente y comprar conjuntamente lo que no puede hacer cada país miembro de forma individual.
La decisión final se adoptará en octubre, cuando los titulares de Defensa vuelvan a reunirse.
AGENCIAS - Bruselas - 11/06/2010
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Cuando hablaba de "grasa", Rasmussen se refería a la "burocracia y el cemento". Es decir, la capacidad operativa y de despliegue de la Alianza no debería verse afectada en gran medida. Tal vez sí la estructura de mandos. Y, con seguridad, se eliminarán un tercio de los comités en el cuartel general de la OTAN, en Bruselas, con lo que no habrá más de 100. Se trata de tener menos reuniones, pero que sean más eficaces.