informó de la concesión de 2.000 millones de dolares (1.435 millones de euros) por un periodo de cinco años para la compra de equipamiento contrainsurgente. El anuncio lo hizo la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, en el último día de la tercera ronda de encuentros que, bajo el nombre de Diálogo Estratégico, se han producido a lo largo de este año en Washington entre los dos países.
"Estados Unidos no tiene un socio más fuerte cuando se trata de antiterrorismo", dijo Clinton, que destacó los esfuerzos de Islamabad contra los grupos extremistas islámicos. Desde 2005, Washington ha dado a Pakistán cada año más de 1.000 millones en ayuda militar. El paquete financiero que ahora debe aprobar el Congreso estadounidense no está vinculado a las concesiones anuales, sino que sería complementario y dedicado exclusivamente a proveer a Pakistán de los medios necesarios para financiar operaciones antiterroristas y contra la insurgencia a lo largo de cinco años. Además, Clinton señaló que la ayuda militar se sumará a los 7.500 millones de dólares que Washington se ha comprometido a entregar a Islamabad para programas de apoyo a la sociedad civil.
Desde los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001, Pakistán es un importante pero complicado aliado de Estados Unidos debido a los delicados equilibrios geopolíticos de la zona, que incluye a los vecinos Afganistán e India, país este último que el presidente Barack Obama tiene previsto visitar durante su gira asiática del próximo noviembre.
La tensión de EE UU con Pakistán debido a Afganistán es constante y afecta a los dos países. Por una parte, está la crítica de Washington al Gobierno paquistaní de que no se emplea a fondo en la lucha contra los talibanes. Por la otra, los numerosos ataques de los aviones no tripulados estadounidenses y de helicópteros de la OTAN contra supuestos talibanes o miembros de Al Qaeda, ataques que causan muertes de civiles y que el pasado septiembre mataron también a tres guardas de frontera paquistaníes. El malestar llevó a Islamabad a cerrar durante 10 días la principal ruta de los suministros para las fuerzas aliadas destacadas en Afganistán. Tanto la OTAN como EE UU se disculparon.
The New York Times, que cita fuentes gubernamentales, informó ayer de que la Administración Obama se niega a entrenar a una serie de unidades del Ejército paquistaní que están relacionadas con el asesinato de prisioneros y civiles desarmados durante un ataque contra los talibanes.
En una comparecencia ante la prensa junto a Clinton, el ministro de Exteriores de Pakistán, Mehmud Qureshi, rechazó las críticas de quienes dicen que su Gobierno no hace todo lo posible en la lucha contra los talibanes. El titular de Exteriores se mostró confiado en los fuertes lazos que mantienen los países.
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