Un informe de la Secretaría de Relaciones Exteriores sobre el fenómeno de la migración de menores de edad revela que sólo en el primer semestre de este año, 8.340 niños y jóvenes mexicanos fueron detenidos y repatriados de EE.UU.    
De ellos, 261 (el 3,14%) reconocieron que migraron para traficar drogas y personas, una tendencia que va en aumento desde 2008.    
Los menores son obligados a pasar droga a EE.UU., otros reciben alrededor de 500 dólares semanales de las redes de polleros para guiar a indocumentados por el desierto que se extiende en la frontera. Son niños y adolescentes que trabajan bajo el sol de los más de 3.000 kilómetros de frontera a las órdenes de los grandes grupos del crimen organizado.    
Según el informe de la cancillería mexicana, en 2008 un total de 173 menores que fueron repatriados de EE.UU. declararon que migraron para traficar estupefacientes o para colaborar con las bandas dedicadas al tráfico de indocumentados. Para 2009, las cifras revelan que estos grupos emplearon a un mayor número de niños y adolescentes para sus operaciones: se repatrió a 295 menores que confesaron trabajar para el “narco”.    
De enero a junio de este año, según la cancillería, 261 menores cruzaron a territorio estadounidense para traficar drogas y personas, lo que supone que en seis meses se alcanzó una cifra similar a la de todo el en 2009 .    
Samuel González, ex asesor del programa global contra el crimen organizado de la ONU, explicó que se trata de un hecho dramático y podría clasificarse como un crimen de lesa humanidad, que evidencia que México incumple acuerdos internacionales al no proteger a estos niños.    
“No son suficientes los albergues y en las calles los agarran, son presa fácil junto con las mujeres, que son el sector más vulnerable de la migración”, destaca el párroco. No duda: “Se convierten en carne de cañón y el fenómeno es cada vez más frecuente; los menores son reclutados por dinero en algunos casos, pero en otros son obligados bajo amenazas a cruzar de nuevo la frontera con remesas de droga”.    
Sólo en Tijuana, revela, se identificó a un centenar de jóvenes que participan en estas actividades, la mayoría de familias disfuncionales que reciben de 400 a 500 dólares por semana por colaborar con los traficantes de personas. “Tomando en cuenta la situación económica, estos 2 mil dólares son un factor importantísimo para que participen en estas operaciones”, concluye.    
PorAugusto Assía  
México Df. Especial Para Clarín - 27/09/10    
http://www.clarin.com/mundo/narcos-Mexico-ahora-chicos-traficar_0_343165717.html