Explicó que Rusia descarta riesgos de ataques de misiles en el norte de Europa y, por lo tanto, no hay por qué instalar en esa zona un escudo antimisiles.
"En caso contrario Moscú se verá obligado a aumentar sus fuerzas operativas. Es que no podremos permanecer de brazos cruzados si nuestros socios incrementan su potencial de defensa", apuntó.
Recordó que el presidente ruso, Dmitri Medvédev, manifestó el martes pasado que si Europa hace caso omiso a las consideraciones de Moscú respecto a la defensa antimisiles, Rusia tendrá que empezar a crear nuevos tipos de armamento de ataque.
Por último, informó que el 8 de diciembre se reunirá el Consejo Rusia-OTAN en el nivel de embajadores para aprobar la "Hoja de Ruta" del desarrollo de la defensa antimisiles de Europa.
Moscú, 2 de diciembre, RIA Novosti