Martes 15 Julio 2025

¡Fuera la Mafia de Estado!

Fue el grito consigna de los jóvenes , una multitud histórica cada año, en la manifestación que todos los 23 de mayo -aniversario de la masacre de Capaci, donde en 1992 asesinaron al juez Giovanni Falcone, su esposa y custodias- se lleva adelante en la ciudad de Palermo, desde la zona céntrica hasta el árbol que está junto al edificio donde residía el magistrado en vía Nortabartolo.

La manifestación de los jóvenes palermitanos, convocados por colectivos varios, entre ellos Voces Insurgentes (Our Voice) y con el apoyo participativo también de los jóvenes periodistas de Antimafia Duemila, resume, afortunadamente, cuál es el grado de conciencia de la juventud activista, sobre el grave problema de la mafia en Italia (y en el mundo) hoy. Una conciencia que se contrasta con la realidad institucional de un país gobernado, groseramente e impunemente, bajo el parámetro de la ideología mafiosa-fascista-capitalista y criminal, funcional e incondicional a las grandes coorporaciones financieras de cuño sionista, y de cuño mafioso, con estrecho vínculo con la masonería, y los grupos de poder que operan subterráneamente en Italia, Europa y el mundo.

Esta vez, y ocurre cada año, estos jóvenes en sus discursos, en su entusiasmo militante, en su coraje, en su sinceridad, en su ética, nos crispan los nervios visibilizando -felizmente- que no todo está perdido, y que tantos mártires de la mafia nos dejaron una semilla, al menos, esperanzadora, en un mundo, que en paralelo a esa realidad mafiosa presente en Italia desde casi doscientos años, se viene desmoronando bajo el peso de los poderes financieros y criminales de este y del otro lado del Atlántico.

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En Palermo, esta manifestación de jóvenes dando la cara sin hipocresías de ninguna especie, dan una lección al mundo; dan una lección a los indiferentes y dan una lección a los indecisos, que nunca faltan.

Las miserias institucionales en Italia, plagadas de intrigas y de corrupciones de todo tenor, que ponen palos en el carro de la honestidad de los fiscales, jueces, periodistas, y algunos políticos que cargan sobre sus espaldas el amor a la Justica y a la Verdad histórica (sobre los vínculos turbios y sangrientos entre el Estado-y la Mafia) son hechos concretos, no metáforas traídas de los pelos. Y las denuncias y resistencias que se hacen en calles, teatros, radios, estudios de televisión, y algunos medios de prensa -como Antimafia Duemila entre los pocos- también son hechos concretos. Son hechos palpables y más que contundentes, y por lo tanto no podemos permitir, que desde filas hipócritas y contamidas por la ideología mafiosa se las destruyan , se las difamen o se las desprestigien.

Este 23 de mayo otra vez se ha gritado muy fuerte en las calles palermitanas; se ha gritado una consigna que enorgullece a quienes sentimos que la Mafia es una Montaña de Mierda, las tres “M” de un país gestor de un mal que hoy flota y se mece en el mundo atravesando continentes, sembrando muerte y destrucción de esperanzas, democracias y convivencias humanas, y parlamentarias, y lo peor, intoxicando la vida política y el alma de los pueblos.

Este 23 de mayo, una vez más, los que tienen una más que sólida madurez histórica en Palermo, han salido a sus calles, cartéles en mano, performances teatrales en el asfalto, consignas gritadas a viva voz, dirigentes valerosos hablando en las calles micrófono en mano y ciudadanos libres acompañándolos, para dar un ejemplo al mundo, y para destacar que no todos en Italia son mafiosos.

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Esta vez no hubo represiones como en el 2023, pero seguramente por debajo, por bajo la alfombra institucional y gubernamental -de la mano de Giorgia Meloni y su séquito infáme de aduladores del fascismo y del poder de turno- se tejen malas acciones, malas intenciones y artilugios juridídicos y legislativos, para destronar voluntades y esfuerzos, cuando no propuestas y acciones directas especialmente dirigidas a destruir a la mafia; esa mafia, esa Cosa Nostra, esa ‘Ndrangheta que sigue aferrada a los poderosos del Quirinal y demás instituciones, sórdidamente -obscenamente- planificando zancadillas a quienes están en contrario; esa mafia ya sentada a la derecha del Estado italiano; sentada cómodamente.

Este 23 de mayo todos hicieron un minuto de silencio frente al árbol en la entrada de donde residía Falcone. Todos en un mometo lo hicieron, como siempre. Este año, sin embargo hubo una anomalía, grotesca, vergonsoza: la hermana de Giovanni Falcone, María, institucionalista extrema desde hace ya algunos años, distanciada obscenamente de la antimafia popular (también desde hace algunos años) rompió vínculos con la ciudadanía, mejor dicho con los jóvenes de la manifestación en el homenaje a su hermano asesinado por la Mafia (el Estado y la Mafia en concreto) decidiendo adelantar diez minutos ese respetuoso silencio para hacerlo ella y sus delfines, formalmente y apartada, y a la vista pública, de la manifestación juvenil que según ella, parecería estar lesionando violentando, mancillando la memoria de Giovanni, su hermano. ¡Vaya que groso desaire, a los jóvenes y a su hermano mismo¡ ¡Vaya que equivocada está usted señora María Falcone! !.Y me cuesta bastanta admitirlo, porque en los años 90’ la conocí, hable con usted toda una tarde y la admiré por cómo aludía a su hermano asesinado por los siniestros asesinos, Mafia y Estado,connubios entre sí!.

Desde hace algunos años, señora Falcone, ese su extremismo institucional no solo me entristece y me desconcierta, sino que además mucho me preocupa, porque en definitiva parece ser que debo interpretarlo más como una traición a su propio hermano que a las instituciones en las cuales ustes confía equivocadamente, cuando en realidad son las instituciones las que la están traicionando a usted y a su hermano el magistrado Falcone, y a todos nosotros, en aquellos y en nuestros días.¡Ojalá pueda usted recapacitar algún día!

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Por esto y mucho más, es que me comprende las generales de la ley, y por lo tanto como redactor de Antimafia y como su director en Sudamérica, junto a la dirección italiana con Giorgio Bongiovanni a la cabeza y sus redactores, mis colegas y amigos, vaya si me sumaré y me sumo con fuerte convicción de por medio, a la consigna del título de este escrito: !Fuera la mafia del Estado! y !Fuera la Memoria Hipócrita del Estado!!

*Foto de Portada y restantes: Gentileza de Dávide de Bari