El Movimiento Cinco Estrellas presenta un informe a la Comisión Antimafia. Y el general regresa con sus venenos
''El escrito presentado por Mario Mori ante la Comisión Antimafia y las declaraciones realizadas en la audiencia por él y Giuseppe De Donno, en el marco de la investigación de la masacre de via d'Amelio, contienen una serie de falsedades y distorsiones de la realidad que resultan impactantes por su gravedad y cantidad. Observamos con consternación que ambos han reescrito por completo no solo la historia procesal de las masacres, sino también la historia del país, intentando robar la buena fe de quienes desconocen los complejos hechos en cuestión''.
Así lo afirman los miembros del partido Cinco Estrellas de la Comisión Parlamentaria Antimafia Stefania Ascari, Anna Bilotti, Federico Cafiero de Raho, Michele Gubitosa, Luigi Nave y Roberto Scarpinato. Estos legisladores, con motivo de la nueva audiencia de los dos ex oficiales de Carabineros en la Comisión Antimafia, presentaron un documento de 86 páginas en el que, de hecho, se muestran todas las mentiras dichas por los dos militares en sus intervenciones anteriores. Al dejar en evidencia "la nube de humo que aún se cierne sobre el atentado de via d'Amelio y las otras masacres de 1992-93", el Movimiento Cinco Estrellas también había intentado aplazar la audiencia para permitir que todos los miembros leyeran el documento, pero la presidenta Chiara Colosimo rechazó la solicitud, dando vía libre para que se dirigieran preguntas al general Mori y al coronel De Donno.
De esta forma, al poner en el centro la investigación de los contratos públicos de la mafia como la ''Estrella Polar'' de la masacre de via d'Amelio, se produjo la habitual distorsión de los hechos.
Como se destaca en el documento del Movimiento Cinco Estrellas, las "falsificaciones" y "distorsiones" representan "una imagen distópica y desconcertante de la realidad en la que los magistrados de Palermo primero encubrieron investigaciones relevantes en materia de contrataciones para ocultar las responsabilidades de mafiosos de alto rango y figuras poderosas del mundo político y económico, y luego fueron los directores de una maquinación judicial diabólica" contra ellos "inventada con acusaciones infundadas y artificiales, con el objetivo de silenciarlos e impedirles sacar a la luz las responsabilidades de estos magistrados".
Pero no acaba ahí la cosa: en el informe presentado por Mori ante la Comisión Antimafia (pág. 64) se insinúa que si se investigara se descubriría que los encubrimientos más graves de la historia italiana (incluida la desaparición de la Agenda Roja de Paolo Borsellino) "podrían haber sido perpetrados por el mismo grupo de magistrados de la Fiscalía".
Magistrados en la mira
Todo este plan habría sido llevado adelante por la Fiscalía de Palermo desde 1992 hasta el 2021, es decir, con la celebración de la segunda instancia del proceso Trattativa. Un plan de gran alcance que se habría llevado a cabo sin interrupciones durante un período de casi treinta años por las mismas personas y siempre desde la misma oficina judicial.
Una visión completamente irreal, por no decir completamente absurda.
Igualmente absurdas son las acusaciones que los dos exoficiales del Arma han hecho contra el fiscal nacional adjunto antimafia Nino Di Matteo: "Podría denunciar la larga persecución sufrida, pero me niego a interpretarme como una víctima: en todos estos años, en todos los lugares y con todos los medios legales posibles, me he defendido, incluso contra una cierta forma de hacer política, justicia e información que es arrogante e injusta porque es arbitraria".
''Ni siquiera nuestra absolución en el juicio por la presunta tratativa entre el Estado y la mafia -recordó Mori- convenció a nuestros incansables críticos, el último el fiscal Di Matteo, quien en el libro Il colpo di spugna (escrito en colaboración con el periodista Saverio Lodato, ndr), traspasando, en mi opinión, los límites éticos de la crítica a un magistrado en servicio, cuestiona no tanto nuestras acciones como la propia decisión de la Corte de Casación''.
No es ningún misterio que el general Mori tiene intenciones vengativas. Ya lo había expresado abiertamente en una entrevista televisiva concedida en noviembre del 2023, durante la cual declaró públicamente que se entrenaba y se mantenía en buena salud para "vengarse" de los magistrados que lo habían juzgado. Así, frente a los parlamentarios, invocó efectivamente medidas disciplinarias contra aquellos magistrados que tuvieron la audacia de investigar su conducta.
Las preguntas prohibidas sobre el '93
El megáfono ofrecido por la Comisión Parlamentaria Antimafia es una oportunidad demasiado tentadora y finalmente ha quedado claro de una vez por todas que no hay ningún interés en seguir buscando la verdad sobre las masacres de los años noventa.
Pensemos un poco en las faltas de respuesta de Mori cuando los miembros del Partido Democrático Walter Verini y Giuseppe Provenzano le preguntaron qué pensaba de las bombas de 1993-94, si había conexiones entre las masacres del '92, destacando que todo no podía centrarse enteramente en la cuestión de los contratos de la mafia; de la relación entre la mafia y la política tras la muerte de Salvo Lima; hacer valoraciones sobre el cambio político operado a partir de las elecciones de 1987 hasta expresar una opinión sobre el papel desarrollado por Marcello Dell'Utri en Sicilia y en el país o incluso el de Antonio D'Alì que fue subsecretario del Interior (ambos condenados por concurso externo en asociación mafiosa).
Mori evitó responder a Verini invocando la ''regla de Santo Tomás''. ''Conocí a Dell’Utri y a D’Alì -dijo- he enfrentado muchos momentos en mi vida en los que tuve que hablar con el mundo político. Me formé profesionalmente en investigación, y hay que hacer como Santo Tomás. Toco, luego creo. No toco, luego no creo. Entonces no teníamos tiempo para hacer evaluaciones. Me preguntas si puedo hacerlas ahora, puedo hacerlas, pero no cuentan''.
Y cuando Provenzano pidió ir más allá, preguntándole a Mori "si en otros cargos, en el SISDE (Servicio Secreto Civil dirigido por el general junto a Berlusconi entre 2001 y 2006, ndr), tuvo la oportunidad de contactar con los hermanos Graviano", la presidenta Colosimo salió en defensa de los interrogados: "Los presentes no están siendo interrogados, así que es su libertad decidir si responden o no; no es agradable dar respuestas a quienes están siendo interrogados; están aquí para explicar por qué Borsellino calificó a la Fiscalía de Palermo de guarida de víboras y no para hacer sugerencias sobre la situación política del momento. Sin perjuicio de la legalidad de las preguntas, les pido que respeten las respuestas que quieran o no dar (...) es mi deber mantener el motivo de la audiencia".
La caída del velo de Maya
Éste era entonces el objetivo de la Comisión Parlamentaria Antimafia: hay cosas de las que simplemente no se debe hablar. El único tema de interés es la búsqueda de posibles conexiones entre la masacre de via d'Amelio (ajena a todas las demás) y la investigación sobre "mafia y licitaciones" llevada a cabo por el ROS de Carabineros.
Mori y De Donno, como lo han hecho reiteradamente con sus más recientes publicaciones, se han atrincherado en la defensa de sus acciones decidiendo no responder.
¿Por qué no informaron a Borsellino sobre el contacto con Vito Ciancimino y en cambio buscaron contactos con políticos? "Para mí, el doctor Ferraro (que sustituyó al magistrado asesinado en la Dirección de Asuntos Penales del Ministerio de Justicia) no era poder político", afirmó Mori. Sin embargo, fue él quien tuvo el primer contacto con el ministro de Justicia, Claudio Martelli.
En su informe, el Movimiento Cinco Estrellas intenta dar respuesta a las razones por las cuales a Borsellino no le informaron de dichos contactos.
"La primera razón es que Mori y De Donno guardaron silencio ante Borsellino sabiendo que este se habría opuesto firmemente a tal iniciativa, presintiendo, dada su extraordinaria experiencia y conocimiento del mundo mafioso, que se trataba de una iniciativa imprudente que probablemente desencadenaría, como de hecho ocurrió, reacciones en cadena incontrolables. Engañar a Riina diciéndole que había margen para negociar equivalía a montar un tigre que devoraría a quienes se engañaran creyendo poder montarlo. La segunda razón es que Mori y De Donno guardaron silencio ante Borsellino y, en cambio, recurrieron al Ministro de Justicia en busca de cobertura política, como afirmó el Dr. Ferraro, porque el diálogo que estaban iniciando con Riina a través de Ciancimino era de amplio alcance, en el sentido de que había margen tanto para negociar el fin de las masacres como para intentar su captura. Es evidente que, con mayor razón, Borsellino nunca habría dado su consentimiento y se habría convertido en un obstáculo insalvable".
"Resulta significativa -dice el documento- la perfecta coincidencia temporal entre el inicio de la operación Ciancimino en junio de 1992, la reunión en el cuartel de Carini el 25 de junio de 1992, el silencio que Mori y De Donno mantuvieron sobre esta operación con Borsellino, y el comentario que este hizo en el mismo período a su esposa Agnese, tras enterarse por otras fuentes de que se había iniciado un diálogo entre la mafia y sectores infieles del Estado. En el informe resumido del 27 de enero de 2010 ante la Fiscalía de Caltanissetta, Agnese Piraino Borsellino declaró: 'Recuerdo, sin embargo, que mi marido me dijo textualmente que hubo un diálogo entre la mafia y sectores infieles del Estado. Me lo dijo a mediados de junio de 1992'".
La reunión en Casa Professa
En su reconstrucción afirmaron haber hablado del famoso encuentro con Borsellino en Casa Professa no sólo a partir de 1998, sino ya en diciembre de 1992, cuando De Donno declaró ante los fiscales de Caltanissetta. "El oficial -dijo Mori- informó a los magistrados sobre el contenido de la reunión que, el 25 de junio de 1992, él y yo habíamos tenido con Borsellino". En ese informe, De Donno dice que "unos días antes del atentado en via d’Amelio, Borsellino quiso encontrarse con él en las oficinas del ROS en Palermo para pedirle información sobre el papel de Angelo Siino, el director que se ocupaba de los contratos: fuimos con el entendimiento de que retomaríamos la discusión". En esa ocasión, sin embargo, contrariamente a lo que Mori repitió ayer en la Comisión Antimafia, no se hizo ninguna referencia a la presencia de su jefe. "Una vez más -dicen los Cinco Estrellas en el informe- Mori intenta alterar el contenido de los documentos que ha citado".
Como se recuerda en las memorias, en el 2000 el juez de instrucción de Caltanissetta calificó de "sorprendente" el silencio de ambos. Y cuando Mori fue interrogado en Florencia el 2 de julio de 1998, descartó "cualquier conexión entre las investigaciones sobre los contratos de la mafia y las masacres".
No hay archivo oculto
Analizando diversos documentos, el informe responde también a la acusación lanzada contra la Fiscalía de Palermo de haber solicitado y obtenido el archivo de la investigación sobre las licitaciones de la mafia el 14 de agosto de 1992, "para ocultarla bajo un silencio casi sepulcral". Esta solicitud fue firmada por Guido Lo Forte, quien el 30 de julio de 1992 presentó toda la documentación al CSM: "¡No hay ningún expediente archivado en silencio en agosto de 1992!".
Otra acusación contra la fiscalía es haber presentado la información disponible sobre los sospechosos sin omisiones ya en 1991. Pero siempre es Lo Forte quien recuerda que "se omitió al menos un tercio de la información, aproximadamente 300 páginas de 900".
El uso impropio de los diarios de Falcone
Según el Movimiento Cinco Estrellas, "en un intento de hacer parecer creíble su afirmación, Mori y De Donno se vieron obligados a afirmar circunstancias falsas y a mistificar la reconstrucción de los hechos, hasta el punto de manipular datos documentales".
En primer lugar, del diario de Giovanni Falcone se solía afirmar que la investigación sobre los contratos de la mafia fue limitada por la Fiscalía de Palermo para proteger intereses político-mafiosos.
Las acusaciones se centran en dos puntos principales: Mori y De Donno sostienen que Falcone, en sus diarios publicados el 24 de junio de 1992 en el diario Il Sole 24 Ore, dijo que la gestión de la investigación de los contratos de la mafia fue "una opción reduccionista para evitar la implicación de figuras políticas". Sin embargo, esta frase no existe en el diario publicado. Mori también citó una nota atribuida a Falcone criticando al fiscal Pietro Giammanco por haber instado a De Donno a definir investigaciones sobre la Región Siciliana para evitar la pérdida de financiación, sugiriendo presión política.
En realidad, esta nota, fechada el 10 de diciembre de 1990, se refiere a un procedimiento distinto llevado a cabo por la fiscal Vincenza Sabatino y no a la investigación de los contratos de la mafia. El propio De Donno, en declaraciones de 1993 y 1997, confirma que el pedido de Giammanco se refería a otra investigación, pero los dos exfuncionarios habrían omitido ese detalle.
El diario de Falcone, que termina el 6 de febrero de 1991, no critica la gestión de los "contratos mafiosos" (el informe fue presentado recién el 16 de febrero de 1991) y se centra en cambio en los desacuerdos con Giammanco sobre las investigaciones de los crímenes político-mafiosos (por ejemplo los asesinatos de Mattarella, La Torre y Reina), vinculados a Gladio y a la P2. Falcone amenazó con dimitir debido a la resistencia de Giammanco a estas investigaciones, como testificó el exfiscal general de Palermo y hoy senador Roberto Scarpinato en el CSM en 1992.
Durante la audiencia, los Carabineros afirmaron también que Alberto Lo Cicero, el informante de la pista negra, "ya había sido considerado completamente poco fiable por Falcone". En el informe del Movimiento Cinco Estrellas, sin embargo, se recuerda que Lo Cicero comenzó a colaborar el 24 de julio de 1992, dos meses después de la masacre de Capaci: por obvias razones temporales, Falcone nunca se ocupó de sus declaraciones.
Y luego, hojeando las páginas del informe, se destacan otras referencias erróneas sobre el asunto de los contratos mafiosos en las investigaciones llevadas a cabo por la fiscalía de Palermo. La información completamente infundada que ambos han presentado es mucho más grave -dice el Movimiento Cinco Estrellas-, que abarca desde la mentira de que Borsellino no había sido informado por sus colegas sobre el archivo parcial y temporal de una rama de la investigación sobre los contratos de la mafia, que luego se reabrió tras la recopilación de nuevos elementos, hasta la falsedad sobre el contenido de las revelaciones del arrepentido Gaspare Mutolo. Mientras tanto, en la Comisión, durante dos años, cualquier iniciativa del M5S ha sido bloqueada. Por lo tanto, la Comisión Antimafia está siguiendo caminos completamente engañosos y está desperdiciando otra oportunidad de descubrir toda la verdad sobre las masacres de 1992-93. La audiencia de los dos ex oficiales del ROS aún no ha concluido y ha sido pospuesta a una fecha por determinar.
La audiencia de los dos ex oficiales del ROS aún no ha concluido y ha sido pospuesta para una fecha a determinar.
Pero es evidente que no es aquí donde se puede esperar un verdadero avance en la búsqueda de la verdad sobre las masacres cuando se invoca a personajes cuestionables como "oráculos" como si sus acciones, a pesar de las sentencias absolutorias, siempre hubieran sido claras y directas.
No es así. Cabe recordar que el general Mori sigue siendo investigado por la fiscalía de Florencia por complicidad en las masacres de Florencia y Milán de 1993 y por los atentados de Roma de 1993 y 1994, causa en la que se investigó hasta su muerte a Silvio Berlusconi y sigue bajo investigación el otro cofundador de Forza Italia, Marcello Dell'Utri.
*Foto de Portada: © Imagoeconomica
*Foto 2: Roberto Scarpinato y Giuseppe Conte
*Foto 3: Marcello Dell'Utri
*Foto 4: Paolo Borsellino
*Foto 5: Giovanni Falcone