Giuseppe De Donno, en la Comisión Antimafia del Parlamento italiano, en sus últimas declaraciones públicas cita a Giorgio Bongiovanni, director de la revista ANTIMAFIADuemila, etiquetándolo como el "hombre de los estigmas, ya que afirma haberlos recibido directamente de la Virgen, en 1989, durante una visita al santuario de Fátima".
Mientras se hacía esta veraz afirmación, no para discutir su contenido profundo, sino solo para ganar todo el consenso superficial de quienes consideran estos fenómenos místicos como inaceptables, porque son contrarios al materialismo histórico dominante, la presidenta de la Comisión Antimafia, Chiara Colosimo, escuchaba revestida con la armadura de su papel (¿quién la habrá puesto ahí?) con una sonrisa sardónica e irreverente, típica de quienes creen que tienen el "poder" y pueden permitirse cualquier cosa. En resumen, la expresión de una profundidad cultural, moral y ética de lo que en mis partes napolitanas se define bien como "Onna pereta for o balcone-donna pereta fuori al balcone", es decir, de una persona del sexo femenino que se exhibe regodeándose en los escaños de la autoridad.
Recuerdo la famosa fotografía de Colosimo en la complaciente compañía de Luigi Ciavardini, ex miembro de la ilegítima asociación de derecha Núcleo Armado Revolucionario (NAR), que fue condenado en forma definitiva como uno de los autores de la masacre de la estación de Bolonia en 1980, y a la presidenta le bastó decir: "No es un amigo. Y no hay confianza".
No hubo sonrisa arrogante en esa ocasión.
También en este caso la lengua napolitana viene en nuestra ayuda, aclara y resume: "Onna pereta, fatt accattà a chi nun te sape", es decir "mujer, déjate comprar por quien no te conoce".
Me parece claro que los conceptos de vergüenza y pudor no tienen cabida en algunas conciencias.
Pero sigamos con las palabras de De Donno, a quien no me parece haber encontrado nunca en las numerosas manifestaciones en las que se grita "Fuera la mafia del Estado". Generalmente quienes ponen etiquetas lo hacen porque carecen de sentido crítico, y al no conocer las cosas, los hechos y las personas, se limitan a emitir juicios ignorantes, pontificando desde la nada de sus conjeturas. De hecho, De Donno continúa con sus intentos de afirmar que el periódico Antimafia 2000 goza de "amplia consideración entre algunos magistrados que se han distinguido en la lucha contra la Cosa Nostra, como Antonino Di Matteo, Roberto Scarpinato (este último querido fuera de la Comisión Antimafia por "conflicto de intereses", cosas de cabaret institucional), Giuseppe Lombardo, Luca Tescaroli, Sebastiano Ardita.
La lógica diría que la Comisión Antimafia, que considera que algunos magistrados se han distinguido en la lucha contra la mafia, los querría a su lado para luchar mejor contra las organizaciones criminales, como también debería quererlo el periódico ANTIMAFIADuemila, que, gracias a los méritos inequívocos de su director y de su redacción, lleva 25 años reportando hechos, testimonios y documentos que, reunidos punto por punto, representan la fidelidad histórica de la mafia, de la que cualquiera podría y debería sacar provecho para comprender verdaderamente este horrible fenómeno humano.
Pero no.
Se persigue a los magistrados y se intenta ridiculizar a ANTIMAFIADuemila a través de su director Giorgio Bongiovanni.
Estimada Comisión Antimafia ¿no sería más coherente cambiar su nombre a Comisión Anti-Antimafia, en lugar de seguir surfeando en la vulgar ola de arrogancia y mentiras?
Pueden decir lo que quieran, pero para mí Totò no sólo es el mejor cómico que he conocido, sino también un hombre sabio y un punto de referencia.
¿Recuerdan la famosa escena del oficial alemán que le ordena al coronel italiano bombardear un pueblo indefenso en mitad de la noche, y éste se niega (Gaza docet)?
-¡Hágalo, coronel! ¡Tengo carta blanca! Y vamos a limpiarnos el…
La actual Comisión Antimafia se parece tanto al oficial alemán.
Bueno, permítanme concluir con otra cita de De Donno, quien no es muy cauteloso cuando quiere disminuir el valor de las publicaciones de ANTIMAFIADuemila, dándole otra etiqueta como el "diario de los iniciados".
Entendemos muy bien lo que quiere dar a entender, pero sepa que los iniciados también somos los que empezamos a pensar que "toda paciencia tiene un límite", y somos muchos más de los que un pequeño grupo de ilusionistas en el poder puede imaginar.
Así pues, como humilde ciudadano "iniciado", pido y exijo a las instituciones respeto y no el habitual y anacrónico "ustedes no saben quién soy yo", porque los honorables diputados ¡se parecen todos a la honorable Trombetta!
*Foto de Portada: Antimafia Duemila