Martes 15 Julio 2025

Ocultar las zonas de desembarco de la estructura paramilitar Gladio con el uso ilegítimo de 'secretos de Estado'.

Borrar nombres incluso si están vinculados a masacres y asesinatos de alto perfil.

El gobierno de Mario Draghi, como informó el exmagistrado Carlo Palermo en el último episodio de su columna La Otra Historia de Italia, desclasificó numerosos documentos del aparato Gladio en el 2021.

De estos documentos surgiría una superposición entre poderes ocultos, revelando conexiones entre entidades no oficiales o clandestinas (los poderes ocultos) y acontecimientos históricos italianos.

Las bases clandestinas de Gladio

El vídeo menciona la "Operación Silvestar", que supuestamente se originó entre finales de 1969 y principios de 1970. Esta operación parece estar vinculada a Gladio, cuya existencia fue confirmada tanto por el poder judicial como por el parlamento italiano en la década de 1990. El texto vincula la "Línea Gótica" -una línea defensiva construida por los alemanes durante la Segunda Guerra Mundial para detener el avance de los Aliados (estadounidenses, canadienses e ingleses) en la liberación de Italia- con la estructura de Gladio. Se afirma que esta línea coincide con las bases o actividades de Gladio. Además, se menciona otra línea defensiva alemana, llamada "Línea Hitler", situada más al sur, que conectaba Terracina (en el mar Tirreno) con Ortona (en el Adriático). Esto sugiere que las fortificaciones alemanas de la Segunda Guerra Mundial pueden haber sido reutilizadas o haber inspirado las bases operativas de Gladio durante la Guerra Fría.

Estas zonas fueron definidas como "bienes culturales del Estado" y pueden identificarse a través de mapas editados por las administraciones públicas.

Dado que estas zonas fueron declaradas "patrimonio cultural del Estado" fue posible aplicar el secreto de Estado con base en el artículo 122 del Código de Patrimonio Cultural y del Paisaje. De ahí los documentos con numerosas omisiones.

Palermo criticó esta decisión, argumentando que el uso del secreto de Estado para proteger los nombres de funcionarios públicos es una forma de falsificación o supresión de pruebas y que esto serviría para encubrir responsabilidades en "masacres estatales subversivas del orden democrático", como ataques terroristas u operaciones ilegales realizadas por Gladio o los servicios secretos.

Según Carlo Palermo, la referencia de Draghi al Código del Patrimonio Cultural para justificar la eliminación de nombres en documentos desclasificados sería "errónea e ilegítima". Y sostiene que tales obliteraciones no sólo abarcan lugares (como fortificaciones o bienes culturales utilizados para operaciones clandestinas), sino también responsabilidades personales en actos subversivos, terroristas o mafiosos, que pueden configurarse como "operaciones de guerra no ortodoxas" llevadas a cabo por miembros de los servicios secretos, fuera del control democrático.

Todo esto está entrelazado con los acontecimientos de la temporada de masacres de 1992-94 y con un acontecimiento particular que quizá hoy no se valora lo suficiente: el 2 de junio de 1992, Draghi participó en una reunión en el yate Britannia, propiedad de la Reina de Inglaterra, junto a banqueros y financieros internacionales. En esa ocasión, habría esbozado el plan de privatización de empresas estatales italianas (como IRI, ENI, ENEL), un proceso que marcó un punto de inflexión económico para el país, abriendo el camino a una mayor influencia del mercado privado.

*Columna LA OTRA HISTORIA DE ITALIA de Carlo Palermo

*Foto de Portada: Extraído de: articolotre.com