Viernes 18 Abril 2025

Se han perdido todos los rastros de los archivos relativos a las persecuciones realizadas por Carabineros durante los años 80. ¿Encubrimiento en curso?

La investigación Equalize de la fiscalía de Milán se está revelando como un pozo sin fondo, lleno de datos informáticos, escuchas telefónicas y documentos reservados. Entre todos ellos, uno en particular atrajo gran atención: un archivo que podría revelar una nueva perspectiva sobre el vínculo entre Silvio Berlusconi y la mafia. Según informa el diario Il Fatto Quotidiano, el documento fue elaborado por la unidad anticrimen de Carabineros en los años 80 y contiene pruebas de que el ex Caballero recibió dinero de Cosa Nostra. El archivo en cuestión, aparentemente desaparecido, es el mismo que está en el centro de las conversaciones entre dos sospechosos de la investigación Equalize: el hacker Samuele Calamucci y su socio Massimiliano Camponovo. Por el momento, se sabe que la nota estaría en formato Word y que habría sido escrita por Vincenzo De Marzio, ex agente del ROS (Departamento de Operaciones Especiales), que en ese momento operaba bajo el mando del coronel Carlo De Donno.

Esta historia se remonta a la década de 1980, un período en el que Berlusconi estaba en plena expansión económica. Son estos los años en los que Vittorio Mangano, un conocido mafioso de Palermo, llega a la villa de Arcore. Oficialmente era el mozo de cuadra de la residencia, pero en realidad cumplía un papel protector de Berlusconi y velaba también por los intereses de Cosa Nostra en Milán. Volviendo al expediente desaparecido, el documento contendría la descripción de un episodio concreto: una operación de vigilancia y seguimiento llevada a cabo por el propio De Marzio. Durante esta operación se habría documentado un encuentro entre Berlusconi y una persona vinculada a Mangano. La reunión, que tuvo lugar cerca del barrio de Comasina, en la periferia norte de Milán, habría incluido la entrega de una suma de dinero a Berlusconi.

Y aquí es donde el caso Equalize se entrelaza con esta historia. Según las escuchas telefónicas recogidas durante la investigación, Calamucci y Camponovo discuten sobre esta misma nota, confirmando su existencia y alcance explosivo. "Ésa es la verdadera prueba de la culpabilidad de Berlusconi, de cómo tomó dinero de la mafia", habría dicho Calamucci, sin saber que estaba siendo interceptado. Además, confirmó que el documento lleva el nombre del carabinero que redactó el informe, identificado con el nombre clave "Tela", o De Marzio. Ahora, el problema es que este archivo parece haber desaparecido. Es posible que lo hayan ocultado deliberadamente. Los investigadores intentan localizarlo en el archivo De Marzio, una enorme base de datos con más de 52.000 archivos, que en el 2023 habría sido entregada a Calamucci y a la red de espías de via Pattari. Según los investigadores, la transmisión de este material a los piratas informáticos investigados demostraría un vínculo entre De Marzio y la llamada "banda del dossier".equalize2

Él también, de hecho, junto con Carmine Gallo y Enrico Pazzali, está siendo investigado por asociación delictiva destinada a acceder sin autorización a sistemas informáticos. En cualquier caso, la desaparición de un documento de tanta importancia abre escenarios aún más intrincados y complejos. Según los documentos de la investigación, el expediente no sólo nunca fue publicado, a pesar de que en su momento era conocido por varias personas dentro de las fuerzas del orden. La sospecha aún más inquietante es que estos documentos -junto con otros relativos a varios políticos- acabaron en manos de la CIA y de Marco Mancini, un exagente secreto con cuarenta años de experiencia en los servicios de inteligencia italianos. Conocido por el nombre clave de "Double Mike", Mancini llegó incluso a dirigir el Departamento de Información de Seguridad (DIS), el organismo de coordinación entre AISE y AISI.

He aquí pues los complejos contornos de esta historia, en la que el nombre de Silvio Berlusconi vuelve al centro de las noticias, junto al de Vittorio Mangano. A ellos se suman otros individuos vinculados a los servicios secretos. En este momento, el archivo secreto podría haber sido depositado ante notario. Llegados a este punto surge la pregunta: ¿saldrá alguna vez a la luz este expediente? Si alguien realmente lo confió a un notario, ¿lo hizo para protegerse de posibles repercusiones? Pero hay un detalle cierto: en ese momento, el ex agente del ROS, De Marzio, tenía acceso a las bases de datos de la policía. De hecho, "según los documentos de Calamucci, en ese momento De Marzio había sido contactado por la CIA porque -explicó Il Fatto Quotidiano- podía acceder a la base de datos de la policía. En resumen, la historia se repite".

*Foto de Portada: Antimafia Duemila

*Foto 2: Tribunales de Milán © Imagoeconomica