Viernes 18 Abril 2025

La oposición desatada en la Cámara y el Senado. PD: "La credibilidad del país fue dañada", M5S: "La informativa es un insulto"

Tuvieron que pasar dos semanas para que Carlo Nordio y Matteo Piantedosi comunicaran a las Cámaras, y por lo tanto a Italia, los motivos por los cuales el torturador libio Osama Almasri fue liberado de prisión y luego acompañado a Trípoli a bordo de un vuelo de Estado. Los dos ministros debían rendir cuentas el pasado miércoles, pero el gobierno lo echó todo por la borda con una excusa ridícula: la notificación realizada por el fiscal Francesco Lo Voi a Giorgia Meloni (y otros), a raíz de la denuncia presentada por el abogado Luigi Li Gotti. Una semana después, esta circunstancia no ha cambiado (la denuncia sigue ahí), y sin embargo ayer se presentaron en el Parlamento. Pero ésta no fue la única contradicción de esta audiencia. Habiendo declarado primero en la Cámara y luego en el Senado, el ministro de Justicia y el jefe del Ministerio del Interior explicaron a los parlamentarios los motivos de sus acciones: los retrasos en la validación de la detención del general y el decreto de expulsión con repatriación en el avión Falcon 900. La gran ausente fue la primera ministra Giorgia Meloni, puesta en tela de juicio varias veces por la oposición (furiosa) que no le perdonó el escaño vacío: "Es un acto de gran cobardía institucional", exclamó Giuseppe Conte, líder del M5S (Movimiento 5 Estrellas). "Esa silla vacía en los bancos del Gobierno es una ofensa no sólo al Parlamento, sino también al derecho internacional", afirmó Riccardo Magi de Più Europa.nordio2

Más dura fue la secretaria del PD (Partido Democrático) Elly Schlein: "Meloni envió a sus ministros a la Cámara, una actitud de presidente del conejo, no del Consejo. Es ella la que debería estar aquí". En cuanto a la información proporcionada, las versiones de los dos ministros parecieron inmediatamente incompletas y contradictorias entre sí. Pero sobre todo no aclararon algunas de las cuestiones críticas más espinosas que han surgido hasta ahora en el debate público sobre la génesis del escándalo. El primero en hablar, tanto en la Cámara como en el Senado, fue Nordio. En su reconstrucción de los hechos, el Ministro de Justicia afirmó que la orden de detención emitida por el Tribunal de La Haya contra Almasri estaba plagada de errores y cuestiones críticas, empezando por un salto de cuatro años en las fechas de los cargos en su contra. Para Nordio este es "el punto fundamental". En la orden de captura emitida el 18 de enero, de hecho, los crímenes se consideran cometidos a partir de febrero del 2015, pero en algunos pasajes, sobre todo en la disposición final, se remontan al 2011. "No está claro si los crímenes comenzaron en 2011 o en 2015", denunció Nordio. "Sinceramente, no creo que importe si Almasri cometió sus crímenes en 2011 o en 2015", le señaló acertadamente poco después Julia Unterberger, presidenta del Grupo por la Autonomía. "Me interesa saber si un torturador goza de impunidad por culpa de Italia".

En este punto era previsible que Nordio no respondiera. Menos previsible, sin embargo, fue verlo, como acusa la oposición, volver a ponerse la toga (ya no la de fiscal) para "cuestionar" el sistema acusatorio de los magistrados de la CPI (Corte Penal Internacional). "Habló como abogado defensor de un torturador", lo acusó Elly Schlein ante la Cámara. El ministro, de hecho, yendo al meollo de la cuestión, cuestionó la base sobre la que se basó la primera orden de arresto de La Haya, marcada por "anomalías muy graves que fueron detectadas por el propio Tribunal, que luego se reunió específicamente para cambiar la mitad de la estructura de la primera acta que nos había sido notificada". Según Nordio, la CPI "se dio cuenta de que había creado una gran confusión" y precisó que pediría aclaraciones. Al enumerar los motivos de la detención contenidos en el acta, Nordio, como se mencionó, destacó que existe una "absoluta incertidumbre" a partir del inicio de los crímenes.nordio3

La resolución con la que el Consejo de Seguridad de la ONU atribuyó competencias a la Corte Penal Internacional para Libia tras la caída de Muammar Gaddafi data de febrero del 2011. El primer ladrillo de la prisión de Mitiga, donde Almasri cometió los horrores de los que se lo acusa, recién fue colocado en el 2012. Y, de hecho, los cargos contra Almasri, se refieren a sus acciones en Mitiga desde febrero del 2015 hasta el año pasado. Sin embargo, en las conclusiones donde La Haya ordena la detención hay una confusión y febrero del 2015 pasa a ser febrero del 2011. Un descuido que la propia CPI corrigió en una segunda versión del documento difundida el 24 de enero. Pero ya en el comunicado oficial del 22 de enero, donde la CPI reprendió al gobierno pidiendo aclaraciones por la liberación de Almasri, la fecha de los crímenes es la correcta: febrero del 2015. A Nordio el error en las fechas fue suficiente para decir que el mandato es "radicalmente nulo". Podría haberlo señalado cuando el general todavía estaba en prisión en Turín, y en lugar de eso no hizo nada. Para el ministro, los documentos de La Haya estaban tan mal redactados -y además en inglés (idioma evidentemente desconocido en via Arenula)- que era imposible transmitir la solicitud de arresto a la Corte de Apelaciones de Roma. "Si hubiéramos enviado esa solicitud a la Corte de Apelaciones, nos la habrían devuelto y nos habrían dicho que la orden era errónea", dijo Nordio. Sin embargo, según la misma ley citada por Nordio, 237/2012, no le corresponde al ministro de Justicia sino a la Corte de Apelación evaluar la solicitud de arresto.

La ley que regula la relación entre el Estado italiano y la CPI establece claramente que el ministro de Justicia debe dar curso a la solicitud de la Corte Penal Internacional. Pero Nordio no está contento con esto: "No soy un burócrata, mi papel no es simplemente el de un organismo de tránsito de solicitudes, es un organismo político, tengo el poder de interactuar con otros organismos estatales en caso de necesidad y esta necesidad ciertamente surgió". Nordio tiene razón, salvo que el único organismo estatal con el que debería haber interactuado cuando Almasri fue detenido era la Corte de Roma, con la cual, sin embargo, no interactuó a pesar de las solicitudes "urgentes" del Procurador General.nordio4

Y transcurridas las 48 horas de prisión preventiva, como sabemos, el 21 de enero la Corte de Apelaciones tuvo que liberar al buscado. ¿Por qué el ministro no consideró responder a la petición del Procurador General a quien le pudo manifestar sus dudas sobre los supuestos defectos de la orden de captura de los que habló ayer en la Cámara? Y antes de eso, ¿por qué no habló con La Haya para solucionar el "error" de los papeles? Otra cuestión no aclarada en la información. Sin embargo, sobre este punto, la Corte, en su comunicación del 22 de enero, aseguró que había iniciado el "diálogo con las autoridades italianas para garantizar la ejecución efectiva de todas las medidas requeridas por el Estatuto de Roma para la aplicación de la solicitud" de arresto. Recordando a las mismas autoridades que "en caso de identificar problemas que puedan obstaculizar o impedir la ejecución de esta solicitud de cooperación, deberán consultar sin dilación a la Corte para resolver el asunto". Lo cual no ocurrió, denuncia La Haya. Evidentemente, la posibilidad de que Almasri (acusado de matar, torturar y violar a mujeres y niños) fuera liberado por alguna "pequeña nimiedad" no causaba gran preocupación.

Una opinión muy diferente tiene el ministro del Interior, Matteo Piantedosi, según el cual el perfil de Almasri que surge de los documentos de La Haya es tal que exige "actuar con rapidez". En sus funciones oficiales, Nordio (confundido por los papeles y aturdido por el inglés) se toma su tiempo, Piantedosi (que evidentemente entiende mejor el inglés, y quizá también entiende mejor la peligrosidad de Almasri) corre con urgencia. La propia llegada del avión de los servicios de inteligencia, que aterrizó en Turín unas siete horas antes de la liberación del general, es "una precaución" para proteger a la "seguridad del Estado y al orden público" que motivó su decreto de expulsión.nordio5

La incongruencia entre las valoraciones de ambos ministros es más que evidente y no ha escapado a la oposición. "Esta información es una farsa y un insulto al Parlamento", afirmó la vicepresidenta del grupo parlamentario del M5S en el Senado, Alessandra Maiorino. "Ustedes han dicho lo contrario -señaló la senadora Julia Unterberger- a las justificaciones esgrimidas hasta ahora, el ministro Nordio añade otra justificación: la orden de captura nula. El ministro Piantedosi en cambio deduce de esta orden nula de detención el perfil de peligrosidad social, por lo que debió recurrir al vuelo de Estado para la expulsión". En cuanto al orden de los hechos, Piantedosi precisó que Roma no fue informada de nada antes de la noche del 18 al 19 de enero, cuando, el domingo por la mañana a las 9.30, la DIGOS (Dirección de Investigaciones Generales y Operaciones Especiales) de Turín detuvo a Almasri en su hotel. Posteriormente, los "sujetos pertinentes" fueron informados de la detención, reconstruyó el ministro. Según señalará la Corte de Apelación, que recibió la solicitud de validación de la policía judicial, la comunicación de la detención también había llegado al Ministerio de Justicia el domingo 19. Piantedosi no dijo nada sobre la "comunicación absolutamente informal", sin mandato de La Haya, como había afirmado poco antes Nordio. Al contrario, parece surgir inmediatamente una idea clara: si Almasri es liberado existe la "posibilidad de que permanezca en libertad en Italia a pesar de su peligrosidad", lo que, como ya había explicado en el turno de preguntas del 23 de enero en el Senado, "surge claramente del mandato".

Por este motivo se apresuró a preparar el decreto de expulsión, que entrará en vigor inmediatamente después de su liberación. Ignorante de todo hasta pocas horas después de su detención, a diferencia de Nordio, el Viminale se centró inmediatamente en todo y en Almasri sólo vio a un criminal que no puede andar libremente por Italia, dada la presencia italiana en Libia y los intereses nacionales en el país. Más inconsistencias. Piantedosi, que ayer destacó no sólo la corrección sino también la oportunidad de la actuación de la Policía Estatal, explicó que las tres personas que estaban con Almasri fueron expulsadas a la mañana siguiente de la detención del general por complicidad.nordio6

Una decisión que contrasta claramente con la valoración posterior del ministro Nordio, quien consideró viciada y nula la orden de detención contra el general, cuya condición de prófugo era, además, desconocida para él mismo y para quienes lo acompañaban. Pero eso no es todo. Piantedosi afirmó que la decisión de repatriar inmediatamente a Almasri en un vuelo de Estado enviado a Turín "de manera preventiva" fue tomada para garantizar la seguridad nacional. Y subrayó que en el 2024 fueron expulsados 190 ciudadanos extracomunitarios por su peligrosidad. Sin embargo, no explicó cuántos de estos 190 expulsados por razones de seguridad nacional fueron repatriados en vuelos de Estado. Después de las reuniones informativas, la oposición atacó duramente a los dos ministros y al Gobierno. "Nuestra credibilidad internacional -comentó Schlein- se ha visto empañada por su decisión, ahora reivindicada, de llevar a un torturador libio a su país. Meloni dijo que perseguiría a los traficantes de todo el mundo, pero en lugar de eso los envía a su país con la repatriación más rápida de la historia". Para Schlein, el gobierno se escudó "en nimiedades y jerga jurídica, pero no se trata de una defensa formal, sino de una elección política. Así que asuman su responsabilidad. La verdad es que se avergüenzan de lo que hicieron y por eso mienten". Al igual que Schlein, Conte atacó inmediatamente a Nordio: "Lo de hoy fue un escándalo. No era el abogado de Amasri quien estuvo ante nosotros, sino peor aún: era el juez absolutorio. Si su discurso fuera proyectado en una clase de derecho, todos sentirían vergüenza". Luego habló Nicola Fratoianni de AVS. El asunto Almasri, dijo, "quedará como una mancha de infamia en la historia de las instituciones de este país".

*Fotos de Portada y restantes: © Imagoeconomica

*Foto 2: Georgia Meloni

*Foto 3: Giuseppe Conte

*Foto 5: Julia Unterberger

*Foto 6: Nicolás Fratoianni