La Fiscalía de Palermo ha vuelto a investigar el homicidio del presidente de la región de Sicilia, Piersanti Mattarella, asesinado el 6 de enero de 1980 delante de su casa en el centro de Palermo. Así lo informó el periódico La Repubblica, que también dice que los investigadores han identificado a los dos asesinos. Esta última noticia no fue confirmada por los investigadores. En los últimos meses, los magistrados de la capital habían pedido a algunos medios de prensa, entre ellos ANSA, imágenes fotográficas tomadas en la escena del crimen. Según La Repubblica, dos sicarios de la mafia formaban parte del comando. Los miembros de la Comisión de Cosa Nostra que decidió el crimen fueron condenados por el asesinato de Mattarella. Sin embargo, los dos fascistas inicialmente sospechosos de ser los asesinos del presidente fueron juzgados y absueltos: Valerio Fioravanti y Gilberto Cavallini. En la investigación, que fue archivada varias veces, siempre se ha planteado la hipótesis de una convergencia de intereses entre la mafia y la subversión negra. Mattarella fue asesinado a tiros mientras viajaba en el coche con su esposa Irma Chiazzese. El hombre que le disparó tenía el rostro descubierto.
"Cuarenta y un años después, ese crimen sigue envuelto en una cortina de hierro. De hecho, no sabemos el nombre del ejecutor material ni de los autores intelectuales ocultos", afirmó el fiscal adjunto de Florencia, Luca Tescaroli. "Lo cierto -prosiguió- es que via Libertà, donde fue asesinado Mattarella, se encuentra en el territorio del distrito de Resuttana, gobernado por Francesco Madonia, a quien algunos colaboradores de la justicia atribuyen tener vínculos con miembros de los servicios secretos. Sin embargo, se celebró un juicio -subrayó Tescaroli- en el cual los miembros de la cúpula (Riina, Madonia y asociados) fueron declarados culpables como autores intelectuales. Durante años, dos neofascistas, Gilberto Cavallini y Valerio Fioravanti, fueron señalados como los asesinos de Mattarella. Un rastro negro que llevó a Giovanni Falcone a emitir órdenes de arresto contra ellos por asesinato y complicidad. Se sospechaba que habían actuado por petición expresa de Pippo Calò. Una pista que no fue confirmada. hay secretos que no se han explorado adecuadamente. Las preguntas -encaminadas a descubrir si existía un interés político colateral al de Cosa Nostra- siguen sin respuesta". Para el magistrado Piersanti Mattarella era "la estrella en ascenso de la Democracia Cristiana, que había intentado, siguiendo el camino de la intransigencia, moralizar, hacer transparente la gestión de la vida política en Sicilia y abrir el gobierno de la isla a los comunistas siguiendo el ejemplo de lo que había hecho Aldo Moro a escala nacional". De hecho, el Presidente de la Región había iniciado una política de reforma decisiva para reconstruir el tejido económico, social y cultural de la Isla. En la primavera de 1975, siguiendo su impulso como consejero de Presupuesto, se aprobó por una gran mayoría, incluso con los votos del PCI (Partido Comunista Italiano), el plan de intervención regional para los años 1975-1980, el primer intento de planificación a largo plazo de las políticas regionales. Un pasaje que dio forma y sustancia al diálogo de la izquierda. Una "solidaridad con autonomía", que anticipó la solidaridad nacional de Moro y Enrico Berlinguer de 1976. El 9 de febrero de 1978, Piersanti Mattarella fue elegido presidente de la Región de Sicilia por la Asamblea, liderando una coalición de centro izquierda con el apoyo externo del Partido Comunista italiano. Desde hacía algún tiempo se había dado cuenta de la necesidad de romper urgente y claramente los vínculos de la política y de su partido con la mafia. Una visión de conjunto, una operación de limpieza de la DC (Democracia Cristiana) y un proyecto de buen gobierno que amenazaba los intereses de la mafia y los centros consolidados de poder político y económico. Era el sueño de una Región "con todas sus credenciales". Un sueño que sigue siendo un sueño que Mattarella nunca verá hecho realidad.
La búsqueda de la verdad
Después de más de treinta años, fue desclasificado el informe taquigráfico de la sesión de la Comisión Parlamentaria de investigación sobre el fenómeno de la mafia y otras asociaciones criminales similares del 22 de junio de 1990, relativa al asesinato del ex presidente de la región de Sicilia. Durante la audiencia declararon algunos magistrados de Palermo, entre ellos Giovanni Falcone, entonces fiscal adjunto de la República en Palermo, y el juez de instrucción Leonardo Guarnotta. La decisión de hacer público el documento fue tomada por el presidente Nicola Morra.
En las 117 páginas del acta el juez Falcone habló muy claramente de más de un autor intelectual detrás del asesinato del presidente de la Región Siciliana, por cuanto "hay toda una serie de constataciones que por brevedad se omiten, y que nos han llevado a tener que evaluar el hecho de que estas conclusiones probatorias fueran conciliables con una matriz y, por lo tanto, con autores ciertamente dentro de la mafia, así como otros evidentemente externos". Además, Falcone señaló que el asesinato de Mattarella -en sinergia con lo que pensaba el consejero instructor Rocco Chinnici- formaba parte de una cadena de "asesinatos excelentes" que vinculaban los asesinatos de Michele Reina, Dalla Chiesa y Pio La Torre. Sin embargo, parece que para Falcone el asesinato del general Carlo Alberto dalla Chiesa responde a criterios de evaluación muy diferentes: "en cuanto al asesinato de dalla Chiesa, es un asunto que me parece muy diferente. No hay duda de que detrás de esto había un deseo genérico de eliminar a cualquier personaje inconveniente, y dalla Chiesa ciertamente lo era para la mafia: lo dijimos extensamente en el auto de acusación y hubo condenas al respecto. Así que, en definitiva, todos los asesinatos excelentes los hemos descubierto. Sin embargo, no creo que tenga una causal propia que se inserte en un plan preexistente y que tenga como punto de referencia el marco político mafioso local. Por eso preferiría no tratar el asesinato de dalla Chiesa junto con otros asesinatos políticos anteriores".
Volviendo al asesinato del presidente de la región de Sicilia, Falcone parece estar convencido de la responsabilidad de Giuseppe Valerio Fioravanti. El exterrorista negro fue definitivamente absuelto de esa acusación, después de que Falcone fuera asesinado en la masacre de Capaci. "Todos los personajes, los realmente importantes y sin los cuales un asesinato mafioso de ese calibre no podría haberse producido en Palermo, en la zona de Francesco Madonia (no lo olvidemos), ninguno de estos personajes ha sido reconocido -añadió el magistrado de Palermo- pero no en el sentido de que no fuera reconocido por la viuda Mattarella, sino en el sentido de que ella ciertamente descartó que estos personajes pudieran haber estado involucrados en la ejecución del asesinato". Además, ninguno de los mafiosos identificados como los asesinos de Mattarella fue reconocido por la esposa de la víctima, presente en el lugar del asesinato el 6 de enero de 1980.
La muerte del presidente de la región de Sicilia es uno de los agujeros negros de nuestra República, en el que se esconden nombres y secretos inconfesables.
Carta anónima con el nombre del presunto asesino
La "pista negra" en el asesinato del presidente de la región de Sicilia se cerró a principios del 2022. El 15 de julio del 2024 apareció un nuevo elemento: una hoja de papel A4 con siete líneas escritas en un ordenador con la cual un anónimo denunció el nombre del presunto asesino que disparó el 6 de enero de 1980. Con la carta anónima también se envió el identikit oportunamente realizado y que se encuentra en el expediente de la investigación de la fiscalía de Palermo. Un photofit, en blanco y negro, con y sin gafas. "Aproximadamente 22-24 años, altura 1,65m, cabello castaño claro, boca y nariz regulares".
Los propios hijos del expresidente de la Región entregaron la carta a los investigadores.
¿Pero qué dice esa carta?
"Capucha en la cabeza, ojos color hielo, paso pendular, oscilante. Esta es la descripción del asesino de Piersanti. Es un joven militante negro, llamado en ese momento (...) por sus ojos helados en los círculos de derecha. Se llama (...) y coincide con la descripción textual y las imágenes. Se parece mucho al identikit. Luego del homicidio se traslada a (...)". Se omitieron deliberadamente el nombre indicado, el apodo y también el lugar mencionado por el anónimo.
Sin embargo, llama la atención un hecho: se habla de un "militante negro" con "ojos helados" conocido en los círculos de extrema derecha.
Una descripción muy cercana al testimonio de Irma Mattarella, que describió al asesino de su marido: ojos helados y andar oscilante, casi idéntico al líder del Nar, Fioravanti; pero, recordemos, que también se refiere al jefe Madonia (nunca juzgado por este hecho).
La extrema similitud entre ambos no es el resultado de una conjetura sino de un hecho informado por los mismos jueces de la tercera sección del Tribunal de Apelación de Palermo (17 de febrero de 1998), el de los llamados "crímenes políticos", que absolvió a Fioravanti y Gilberto Cavallini: "En verdad (el colegio) examinando las fotografías de los dos sujetos y las fichas antropométricas adquiridas, surge una clara similitud entre los dos que tienen rasgos somáticos muy similares, tanto con referencia al color de los ojos, a la altura, al corte y al color del pelo y en todo caso a los rasgos generales de la cara, y también la edad de los dos, pues pertenecen a la misma franja".
En la misma sentencia sólo se condenó a los miembros de la cúpula mafiosa (Riina y asociados), pero a día de hoy se desconocen los rostros de los autores.
Pero si no fue el NAR ¿quién asesinó al hermano del Presidente de la República?
Un hecho es subrayado en la sentencia de los jueces: "un crimen deseado y aprobado por la Comisión por unanimidad no utilizaría, en un nivel lógico, asesinos externos a la organización mafiosa. La perspectiva del intercambio de favores, de hecho, tiene sentido para los terroristas negros que se habrían beneficiado enormemente de la ayuda de la mafia, pero no se puede decir lo mismo de Cosa Nostra, que no carecía ni carece de armas de ningún tipo, ni de asesinos hábiles y despiadados". Una tesis, la de los asesinos externos, que fue desmentida por varios colaboradores de justicia considerados fiables, entre ellos Tommaso Buscetta, Gaspare Mutolo y Francesco Di Carlo. Y aquí está la referencia a Nino Madonia: "Todos los colaboradores han excluido cualquier participación en el crimen de figuras ajenas a la organización mafiosa y, en particular, de terroristas negros, señalando principalmente a Nino Madonia como el asesino que se acercó a Mattarella para dispararle".
*Fotos de Portada y restantes: © Archivo Letizia Battaglia
*Foto 2: Piersanti Mattarella es sacado del auto por su hermano Sergio (actual Presidente de la República)
*Foto 3: Piersanti Mattarella junto a Aldo Moro