Entrevista exclusiva con el fiscal nacional adjunto antimafia
Antonino Di Matteo, 63 años, 33 años en el poder judicial, casado y padre de dos hijos. Exfiscal adjunto en Caltanissetta y Palermo, exmiembro del Consejo Superior de la Magistratura y hoy fiscal adjunto de la Dirección Nacional Antimafia y Antiterrorismo. A lo largo de su carrera ha instruido y representado a la fiscalía en cientos de juicios contra la mafia "militar", funcionarios de cuello blanco, políticos, administradores públicos y empresarios.
Vale la pena recordar los casos del Borsellino ter, el de la masacre de Chinnici, el del asesinato del juez Saetta y su hijo Stefano, el de la desaparición y asesinato del joven policía que colaboraba con los servicios, Emanuele Piazza.
O también los del presidente de la región de Sicilia, Totò Cuffaro, el diputado regional Mercadante, al ex jefe de la Criminalpol de Palermo Ignazio D'Antone y los "topos" de la fiscalía de Palermo. Para concluir con el fracaso de la detención de Bernardo Provenzano en Mezzojuso y el de la Tratativa Estado-mafia.
Fue precisamente la búsqueda de la verdad sobre los autores intelectuales externos de las masacres lo que lo colocó en el centro de la mira del sistema criminal.
Fue amenazado, condenado a muerte por el jefe de jefes, Totò Riina, y por Matteo Messina Denaro, calumniado, sufrió ataques constantes y repetidos. Nos concedió una entrevista exclusiva que ofrecemos a nuestros lectores en tres partes.
En esta primera parte se aborda el tema de las masacres mafiosas y la búsqueda de la verdad sobre los instigadores externos. "El desvío de las investigaciones en via d'Amelio no comienza con Scarantino, sino mucho antes -explica Di Matteo- comienza algunos minutos después de la explosión, cuando la agenda roja fue robada del maletín del juez Borsellino. Una cosa se ha comprobado: que Borsellino llevaba consigo esa agenda en la que anotaba no sólo todo lo que hacía, sino también las cosas que consideraba más importantes, sobre todo respecto de quién podía ser el instigador o instigadores o los verdaderos móviles de la masacre de Capaci. La masacre de Capaci es, pues, como lo ha reiterado varias veces Salvatore Borsellino, la caja negra de nuestra República". Y luego agrega: "Lo que está haciendo la actual Comisión Parlamentaria Antimafia es, en mi opinión, muy peligroso y perjudicial para determinar la verdad, porque en lugar de investigar el contexto de las siete masacres que tuvieron lugar en Italia entre 1992 y principios de 1994, la Comisión se centra únicamente en una masacre, la de via d'Amelio, y principalmente en una sola pista posible, la de las licitaciones de la mafia. Pero para comprender qué ha sucedido, cómo ha sucedido y por qué ha sucedido algo, la búsqueda y la investigación no pueden atomizarse. Una masacre no puede aislarse de las otras, anteriores y posteriores, porque de lo contrario se pierde la visión de conjunto que por sí sola constituye un requisito previo necesario para avanzar".
Buena visión.
*Foto de Portada: Antimafia Duemila