Gran participación en Catania en la primera presentación nacional del último libro del magistrado Sebastiano Ardita
Un numeroso público asistió ayer, en el Club Náutico de Catania, a la primera presentación de El coraje del mal (Editorial Bonfirraro), el último libro del fiscal adjunto Sebastiano Ardita. Una novela, la primera del magistrado de Catania, agradablemente fluida, atrapante y cautivadora, que cuenta la historia de un amor tan conmovedor como imposible entre un hombre de Estado, Domenico, un funcionario de prisiones que trabaja en el Ministerio de Justicia, y Stella, una militante de izquierda que está entre la rebelión y la subversión, que comienza a apoyar a grupos terroristas y explota su vínculo con Domenico para robarle información. Todo el arco narrativo, lleno de transformaciones, se desarrolla en el agitado período de los años de plomo. En una Italia atrapada entre el poder excesivo del centro democristiano, dominados por el bloque anticomunista norteamericano, y los movimientos de izquierda y derecha extraparlamentarios, con todo el rastro de subversión y sangre que caracterizó a esa época. Estado y anti-Estado se enfrentan en una turbulenta historia de amor, en la que las razones de los protagonistas se mezclan y revierten continuamente.
En el volumen, el lector se sumerge en el caos de esa fase histórica italiana, caracterizada por las plazas de jóvenes militantes negros y rojos, por la emoción de las fases, por los escándalos, por el crepitar de las armas y por la agitación en las prisiones. La prisión, de hecho, es el lienzo sobre el que Ardita da forma a sus personajes. Un tema muy querido por el magistrado, que durante años desempeñó muy bien la función de conducir las oficinas del DAP (Departamento de Administración Penitenciaria).
No es casualidad que el marco temporal de la novela transcurra, como explica el autor, en diciembre de 1980, es decir "entre el secuestro de Giovanni D'Urso, director de la oficina de detenidos del Ministerio de Justicia (cargo que tuvo el coraje de cubrir tras la eliminación de tres predecesores, ndr) y el asesinato del general de Carabineros Enrico Galvanigi (asesinado por miembros de las Brigadas Rojas el 31 de diciembre de 1980, ndr). Ambos trabajaban en prisiones, explicó el magistrado, ambos fueron eliminados. El Estado era un desorden y en ese desprden se insertan los protagonistas Domenico y Stella". En el fondo del vínculo entre ambos está el amor, pero también las dudas y desconfianzas surgidas de los ideales que polarizaron la época. Y luego está la mafia, está el Estado, están los extremistas y los presos. Ahí está el alma efervescente de la Italia de los años 80.
No existe un marco claro entre los distintos personajes de la novela: los "buenos" y los "malos" cambian a menudo de color a lo largo de la historia, en función de las decisiones que eligen tomar y de los sentimientos que surgen. Ardita escribe en las primeras páginas del libro: "Hay historias en las que los protagonistas se modelan según el cliché heroico de la perfección, mientras que en otras los personajes se dejan llevar por las emociones, como puede suceder en la vida real. Incluso si se ven obligados a luchar con sus inseguridades, encuentran la fuerza para enfrentar desafíos impensables y luego, un instante después, se niegan a sí mismos en el juego de la existencia, donde el verdadero desafío es el autocontrol". Ayer, en Catania, el autor reiteró este concepto que brilla en su obra.
"Es una historia en la que toda la agitación del alma humana emerge cuando necesitamos hacer algo que va más allá de lo ordinario en nuestras vidas. Y, por tanto, hechos excepcionales sitúan al hombre en la encrucijada entre el bien y el mal", explicó Ardita. "Lo que intenté contar no es sólo una historia que tiene su propia trama y desarrollo, sino también el desarrollo de sentimientos dentro de las personas. A veces pensamos que garantizar la actividad institucional y el compromiso de disputar un rol institucional surge de roles preestablecidos. Pero no es así, porque cada persona tiene su propia herencia ideal, tiene su propio mundo que le mueve, sus emociones que le impulsan. Y la realidad, añadió, es que te enfrentas a lo que puede pasar cuando estás a un paso de hacer algo trágico. Ese es el momento en el que se activan los mecanismos que nos devuelven a la realidad, y debemos hacer un esfuerzo, si nos encontramos en un túnel que nos lleva hacia el mal, para volver. Y no es fácil. Esto es lo que quería contar".
El tema central de la novela es el sentimiento de amor, puesto a prueba varias veces, entre Domenico y Stella. Pero en las páginas del libro también emerge un corte sociológico que el autor compara con el contemporáneo. "La sociedad de los años 70 era una sociedad que quería conquistar algo, en términos de libertad, deseo de existir, afirmación de principios", recordó Ardita. "Tenía el listón del compromiso ideal bastante alto. La sociedad actual, sin embargo, antepone los objetivos personales a cualquier otro objetivo. No tiene esa condición de pertenencia que la llevó a correr riesgos, como pasaba con los jóvenes de los años 70. Ésta es una sociedad dada al egoísmo, que odia porque se defiende a sí misma y a sus privilegios, mientras que en su momento se odiaba a sí misma porque temía que alguien obstaculizara un camino de orientación".
Con el autor conversaron el editor Salvo Bonfirraro y el director de La Sicilia, Antonello Piraneo, entrevistados por el presentador de televisión Ruggero Sardo. Ambos recomendaron la lectura de El coraje del mal, especialmente para el público más joven. "Me encontré en los años 80, quizás porque tenía 18 años en ese momento y viví los años de plomo", dijo Bonfirraro, quien explicó cómo surgió la idea de colaborar con Sebastiano Ardita para la publicación de la novela, que nació y fue a imprenta en muy poco tiempo. "La historia es muy hermosa y pensé que podría enseñar mucho a los jóvenes de hoy". El periodista Piraneo también comparte la misma idea. "Es un libro que recomiendo leer no para recordar esos años, sino para vernos a nosotros mismos en esos años. Y es, creo, una forma de mirarse al espejo como en un juego imposible del tiempo. No es un libro sobre terrorismo, sino un libro muy sentimental que cuenta historias de personas a través del terrorismo. Es un libro que nos ayuda a leernos a través del artificio de la historia".
*Foto de Portada: ©ACFB