"La Comuna de Palermo ha confiado recientemente un inmueble confiscado a la mafia, situado en la calle Decollati, con el objetivo de responder a la emergencia de algunas familias", pero "por cuatro veces consecutivas, los cesionarios, después de haber firmado la custodia del inmueble, abandonaron la casa debido a las intimidaciones recibidas por parte de los familiares del mafioso a quien se la habían confiscado". "Estas intimidaciones se manifestaron de diversas formas, desde amenazas verbales hasta episodios más graves, como el lanzamiento de una bomba molotov contra el balcón del edificio la noche siguiente a la asignación".
Este es el contenido de una pregunta parlamentaria dirigida al Ministro del Interior Matteo Piantedosi y firmada por el ex fiscal general de Palermo y hoy senador Roberto Scarpinato, Nave, Castello y Aloisio.
El documento afirma que "a pesar de las intervenciones de la policía y la mediación de figuras como un párroco local, las familias se vieron obligadas a renunciar a la posibilidad de instalarse en la propiedad".
La Comuna de Palermo, a través del Departamento que dirige Fabrizio Ferrandelli, habría presentado una denuncia formal ante la Jefatura de Policía y el prefecto, Massino Mariani, habría convocado a una reunión urgente con la policía y las autoridades municipales para discutir las medidas a adoptar para garantizar la seguridad de los cesionarios.
Scarpinato y los demás piden, a través de la pregunta, qué piensa hacer Piantedosi "para combatir la intimidación y garantizar la seguridad de las familias asignadas a las propiedades confiscadas a la mafia" y si piensa intensificar la presencia de "las fuerzas del orden en la zona de la calle Decollati en Palermo, para evitar nuevos episodios de violencia o intimidación".
*Fuente: senato.it