Lunes 10 Febrero 2025

El llamamiento del arzobispo Lorefice: "La primera dosis a los 10 años y las niñas se prostituyen para pagarse una dosis"

"La organización mafiosa está intentando encontrar nuevos recursos en el ámbito del narcotráfico. En el barrio de Ballarò vemos niños y jóvenes tirados en las aceras, con la mirada perdida y los ojos de los que se drogan con crack". Así se expresó el arzobispo de Palermo, Corrado Lorefice, durante la celebración de la fiesta de la patrona de Palermo, Santa Rosalía, tradición que involucra cada año a miles de personas de toda la isla. "Que nadie duerma", dijo el arzobispo durante la procesión. Una realidad dramática, la del consumo de drogas entre los más jóvenes, donde "la primera dosis se consume a los 10 años". En efecto, se han dado casos de "recién nacidos hospitalizados por sobredosis y de niñas -prosiguió Lorefice- obligadas a vender su cuerpo" para pagar una dosis de crack. Una verdadera emergencia que, como un abismo, se traga a Palermo mientras llena los bolsillos del crimen organizado. "Le gritamos no a la mafia, sí a nuestros hijos", gritó monseñor Lorefice, mirando directamente a los ojos de los miles de personas presentes en la procesión dedicada a la santa patrona de Palermo, que salvó a la ciudad de la peste en 1625. "Ahora hay miles" de jóvenes que se han visto abrumados por la plaga del siglo XXI. Jóvenes que viven sobre todo del crack, explicó Nino Rocca, un trabajador social que lucha desde hace años contra "esta industria de la muerte". El director de la U.O.C., Unidad de Adicciones Patológicas de la ASP (Sistema de Salud) de Palermo, Giampaolo Spinnato, entrevistado por el diario Il Fatto Quotidiano, confirmó la emergencia a través de cifras dramáticas. "Hemos casi duplicado las cifras respecto a años anteriores -explicó-. En 2023 tuvimos casi mil nuevos consumidores". Y continuó: "Ya habíamos visto la llegada del crack antes de la pandemia, sin la cual, quizás, hubiéramos notado antes esta explosión del consumo de crack". Se trata de una "sustancia barata y de alta disponibilidad que afecta a aquellas personas que salen de un período de su vida en el que han perdido certezas sociales y relacionales", explicó el investigador y antropólogo Francesco Montagnani. De hecho, hay muchos jóvenes que viven en las calles en condiciones dramáticas y solitarias, a menudo destinados a morir a causa del consumo de crack. Noemí Ocello, por ejemplo, una joven madre que murió en el 2020 por consumo de drogas a los 32 años. Noemí intentó liberarse de su adicción al crack, pero la asistencia brindada por el Servicio de Adicciones no fue suficiente para salvarla. O Giulio, un chico que empezó a consumir drogas a los 14 años y murió de sobredosis a los 19. Como ellos, muchos otros jóvenes acaban en el abismo de las drogas, mientras la mafia sigue enriqueciéndose. El crack se considera la nueva cocaína de los pobres y por eso se está extendiendo rápidamente. Las dosis -explica Il Fatto Quotidiano- se venden individualmente por cinco euros en los callejones de Palermo. Un precio tan bajo que poco a poco va sustituyendo el consumo de hachís y marihuana. Por ello, en las calles del centro histórico ya es habitual ver a jóvenes consumiéndolo con pipetas o jeringas. El fenómeno está en constante crecimiento, con cifras que superan las registradas durante la epidemia de heroína. La situación también ha empeorado porque la edad media de quienes empiezan a consumir drogas ha bajado drásticamente: si en el 2017 empezaban entre los 16 y los 26 años, ahora hay casos de niños que empiezan ya entre los 10 y 12 años. En barrios de Palermo como Sperone y Ballarò, donde se concentran las llamadas "casas de crack", la droga proviene de las bandas mafiosas, que la obtienen de la 'Ndrangheta, y es transformada en crack por las mismas madres que cocinan los residuos de cocaína, para luego ser vendidos por los niños en las calles, a menudo muy cerca del famoso mercado del centro histórico. Un auténtico drama, por tanto, donde los continuos recortes en salud han hecho el resto, debilitando el sistema de asistencia a los drogodependientes. La Región de Sicilia no puede garantizar los servicios necesarios debido a la falta de legislación que establezca las estructuras y los fondos que se asignarán a este tipo de asistencia. Por este motivo, un grupo de estudiantes de Derecho de la Universidad de Palermo, bajo la dirección de la profesora Clelia Bartoli, redactó un proyecto de ley. El arzobispo de Palermo, Corrado Lorefice, apoyó al grupo de universitarios, pidiendo que esta ley sea aprobada lo antes posible.

La emergencia es grave, y los fondos disponibles para superarla no alcanzan

El 13 de septiembre del 2024, la Policía Estatal arrestó a dos ciudadanos nigerianos, de 39 y 49 años respectivamente, acusados de producción y tráfico de drogas. Los agentes descubrieron un laboratorio real utilizado para el procesamiento y envasado de sustancias estupefacientes, entre ellas heroína y cocaína. Gracias a las investigaciones de la Escuadra Móvil de Palermo, en particular de la sección "Lucha contra el crimen generalizado", conocida como "Falchi", fue posible incautar aproximadamente 4,5 kilos de droga pura, que habrían podido reportar aproximadamente 600.000 euros en el mercado negro. La operación -como anunció la agencia de prensa LaPresse -comenzó con un control en el barrio Ballarò de Palermo, donde los agentes, vestidos de civil, observaron a un hombre, ya sospechoso de tráfico de drogas, que deambulaba en un scooter. Decidieron seguirlo discretamente hasta un edificio, del que el hombre entró y salió poco después. En ese momento, la policía le ordenó que se detuviera, pero huyó en el scooter. Durante la fuga, se vio al hombre tragando algo. Poco después fue bloqueado por otras patrullas que acudieron al rescate. Durante la búsqueda, los agentes encontraron un juego de llaves. Una de estas llaves abrió el edificio al que el hombre había entrado poco antes. La policía decidió entonces registrar el departamento para aprovechar el efecto sorpresa y encontró a otro ciudadano nigeriano involucrado en el procesamiento de drogas. En el interior del apartamento se incautaron aproximadamente 3,5 kilogramos de heroína y un kilogramo de cocaína pura.

Esta historia es parte de un contexto más amplio de la lucha contra las drogas en el área de Palermo, donde la policía continúa monitoreando y combatiendo el tráfico de estupefacientes. Sin embargo, la aplicación de la ley por sí sola no puede resolver la emergencia relacionada con el consumo de drogas, especialmente entre los jóvenes. Es necesario realizar intervenciones más amplias. Por este motivo, la discusión sobre un proyecto de ley contra el crack comenzará en la Asamblea Regional de Sicilia (ARS) el 18 de septiembre del 2024, y la votación está prevista para el 24 de septiembre. Ismaele La Vardera, vicepresidente de la Comisión Antimafia y primer firmante de la ley, lo define como un camino difícil y complejo, pero también como un intento de iniciar una nueva lucha contra las drogas. Lamentablemente, "no todo es color de rosa -afirmó-. La principal amenaza se refiere a las sumas que se asignarán". De hecho, sólo se destinó un millón de euros a esta ley. Por este motivo, La Vardera subrayó que, aunque el presidente de la Región de Sicilia, Renato Schifani, declaró apoyar la iniciativa, durante una conversación con el arzobispo de Palermo, Corrado Lorefice, no garantizó recursos suficientes, lo que hizo que la ley fuera ineficaz. "Es agradable escuchar a Schifani hablar con el arzobispo Lorefice y decirle que le importa esta ley, pero luego no asigna los recursos necesarios, convirtiéndola efectivamente en una falsa ley. Creo que los jóvenes adictos al crack y a las drogas merecen estar en el centro del programa del presidente, porque si no -continuó La Vardera- significa que estamos construyendo una Sicilia donde no hay lugar para el futuro. Hoy quienes consumen drogas son los más jóvenes, los muy jóvenes, esos niños que, atraídos a ese mundo a menudo por el engaño y la ingenuidad, se encuentran atrapados en un vórtice que los aleja del mundo. Es hora de que nuestro gobernador tenga el coraje de salvar el futuro de nuestra tierra del cáncer de las drogas".

*Foto de Portada: Reelaboración gráfica de Paolo Bassani