El fundador de Libera en la Fiesta de la Unidad: "Se necesita cultura y educación para involucrar a los jóvenes en la lucha contra la mafia"
"Incluso en Emilia las mafias se están reorganizando porque en el código genético de los mafiosos está el imperativo de regenerarse. No basta con cortar la hierba mala en la superficie, hay que extirpar las raíces. Necesitamos cambios profundos a nivel cultural y acciones incisivas y concretas sobre los jóvenes". Así lo afirmó en Reggio Emilia el fundador de Libera, don Luigi Ciotti, durante el debate sobre "Mafias y antimafias de hoy" en el Día de la Unidad Nacional, junto con el fiscal jefe, Gaetano Calogero Paci, y el senador Enza Rando, de la Comisión Parlamentaria Antimafia, para discutir acerca de las mafias contemporáneas y las estrategias para combatirlas. Durante su discurso, Don Ciotti subrayó que para luchar eficazmente contra el crimen organizado es necesario impulsar un cambio que debe partir de la cultura y la educación, con especial atención a los jóvenes. Además, la mafia -explicó Don Ciotti- siempre está buscando nuevas oportunidades económicas y tecnológicas útiles para expandirse y, a pesar de los esfuerzos de las instituciones, siempre encuentran nuevas formas de prosperar. "Hay muchas operaciones policiales -explicó el fundador de Libera- pero la última mafia es siempre la penúltima y a pesar del gran trabajo que se hace, las organizaciones criminales siempre inventan algo nuevo. La lucha significa implementar un compromiso de política cultural, educativa y social. Se necesita un paso más para los jóvenes y el Estado no lo está abordando como debería. Los jóvenes -prosiguió- están en boca de todos, pero todo lo que los rodea es precario, incierto, temporal. Es una sociedad de adultos que deciden: los jóvenes también deben ser protagonistas. El empleo temporal afecta al 41 por ciento de los menores de 35 años. La democracia en nuestro país es preocupante".
Durante el debate, el fiscal jefe, Gaetano Calogero Paci, criticó algunas decisiones políticas recientes, como la limitación de las escuchas telefónicas y la anulación del delito de abuso de poder, calificándolas de errores graves que corren el riesgo de facilitar la infiltración mafiosa. "Limitar las escuchas telefónicas y eliminar el abuso de poder es un error sensacional, más aún cuando se revitaliza el gasto público con el PNRR (Plan Nacional de Recuperación y Resiliencia). Estas opciones -explicó el fiscal Paci- corren el riesgo de facilitar la penetración de la mafia en el territorio. En esta batalla se necesita la colaboración de los empresarios para permitir que personas honestas trabajen correctamente y no sufran limitaciones muy fuertes en su libertad empresarial y personal. La mafia -continuó- no es una emergencia. Hemos vivido con ello durante más de 100 años. Es un elemento estructural de nuestro sistema económico y político". Por eso es necesario educar a las nuevas generaciones. Lamentablemente, "sólo hablamos de la mafia para las conmemoraciones, para recordar a los que murieron a manos de ella". Sin embargo, "deberíamos cuestionar un sistema económico que de hecho ha aceptado la presencia criminal para evadir muchas regulaciones. Me sentí como un marciano cuando quise señalar la importancia de mantener gran atención, especialmente en lo que respecta a la gestión de los flujos de gasto público con la gran expansión del PNRR: parece que hablar de la mafia -explicó el fiscal- es solo para molestar al operador. La batalla debe librarse a nivel europeo, donde los beneficios ilícitos del crimen ascienden a 139 mil millones de euros y sólo el uno por ciento es confiscado". Por último, la senadora Enza Rando explicó que "los mafiosos están preocupados por la confiscación de sus bienes" y destacó las dificultades y amenazas que enfrentan quienes intentan arrojar luz sobre algunos aspectos oscuros de la historia italiana, especialmente aquellos que tratan con menores y mujeres involucradas en la delincuencia organizada.
*Fuente: Gazzetta di Reggio
*Foto de Portada: © Imagoeconomica
*Foto 2: Gaetano Calogero Paci