"La búsqueda de una verdad plena sobre las circunstancias y los autores intelectuales externos del ataque se ha visto obstaculizada por pistas falsas. El camino hacia la justicia ha tomado mucho tiempo y esto representa una herida para la comunidad. La necesidad de la verdad es incontenible en una democracia y darle una respuesta positiva sigue siendo un deber indispensable". Esto dijo el presidente de la República, Sergio Mattarella, en el aniversario de la muerte de Paolo Borsellino, Emanuela Loi, Agostino Catalano, Vincenzo Li Muli, Walter Eddie Cosina y Claudio Traina, a quienes el Presidente recordó "en un día de memoria y compromiso para la República".

"La terrible masacre de via d'Amelio, 57 días después del atentado de Capaci, constituyó el pináculo de la estrategia terrorista llevada a cabo por la mafia. Con actos de guerra despiadados, quisieron doblegar al Estado y someter a la sociedad. Las instituciones y los ciudadanos lo impidieron. Los asesinos al frente de la organización criminal fueron llevados ante la justicia; el sacrificio de quienes defendieron la legalidad y la libertad se ha convertido en un símbolo de probidad y redención. Ahora el testigo está en manos de cada uno de nosotros".

"El primer pensamiento se dirige a las familias de los caídos, a su infinito dolor, a la dignidad con la que, frente a la inhumana violencia mafiosa, supieron transmitir el sentido del bien común y apoyaron el camino de la justicia. Paolo Borsellino, y con él Giovanni Falcone, han asestado golpes decisivos a la mafia con su trabajo. Han revelado sus complots y demostrado sus debilidades, dejando un legado precioso, no sólo para las investigaciones y los juicios. Han enseñado que contra la mafia también se lucha en las escuelas, en la cultura, en la sociedad, en la coherencia de los comportamientos, en el rigor de las instituciones, en la vida social, y estas enseñanzas siguen marcando el deber de la República", concluyó diciendo Mattarella.

*Foto de Portada: Antimafia Duemila