Jueves 5 Diciembre 2024

El discurso del escritor y periodista en via d'Amelio durante el acto "Nosotros sabemos quiénes son"

"Quiero hacer referencia a una frase dicha en la parte final del discurso del doctor Di Matteo. Di Matteo dijo: 'Falcone y Borsellino no soñaron con este país, este no es el país que soñaron Falcone y Borsellino'. Yo quiero añadir: Falcone y Borsellino fueron asesinados hace 32 años porque éste era el país que había que construir con las complicidades de las que hemos hablado hasta este momento, porque no era una tarea fácil construir el país devastado en el que hoy nos vemos obligados a vivir. Falcone y Borsellino no habrían sido compatibles con este país. Falcone y Borsellino, desde entonces, habían vislumbrado lo que había que vislumbrar".

Estas fueron las palabras del escritor y periodista Saverio Lodato, que habló ayer en el escenario de via d'Amelio en el marco del acto 'Nosotros sabemos quiénes son' para recordar al juez Paolo Borsellino y a los agentes de su custodia, Agostino Catalano, Emanuela Loi, Vincenzo Li Muli, Walter Cosina y Claudio Traina.

En resumen, el periodista reiteró un concepto ya expresado por oradores anteriores: la verdad sobre las masacres mafiosas es como un enorme elefante dentro de una sala que el actual gobierno, así como una parte del poder judicial, busca ignorar en todos los sentidos. Y la presencia de este paquidermo no es nueva en el panorama italiano: "Cuando Falcone habla de mentes muy refinadas pocos días después del ataque que sufrió en Addaura, ¿de qué podría estar hablando sino de un elefante que atraviesa Addaura y que no está conformado exclusivamente por mafiosos?" dijo Lodato, reiterando que después de 32 años "no hemos aceptado que el tiempo borre de una vez por todas esas pulsiones, esos valores, esa exigencia de verdad que, en mi opinión, todavía hoy pide la gran mayoría de este país".

Pero para evitar que se llegue a una verdad incómoda, estamos tratando de construir versiones complacientes que describen a las masacres como un asunto exclusivamente mafioso, excluyendo el componente institucional.

"Y esto explica la razón del gran desvío, por qué fue necesario un desvío de las investigaciones que dura 32 años, porque descubrir hoy la verdad sobre lo que sucedió entonces significaría explicarles a los italianos lo que sucede hoy. Y esto no se puede hacer, no quieren hacerlo", declaró el periodista.

Por ejemplo, ¿por qué no se quiere saber "quién quiso silenciar en vida a Paolo Borsellino en nombre de Dell'Utri, Mangano y Silvio Berlusconi? ¿No sería esto también una contribución a la verdad?".

Sin embargo, la actual fuerza política presente en el gobierno no quiere ir en esta dirección, a pesar de que "la premier Meloni nunca pierde la oportunidad de recordar que entró a la política el día de la masacre de Via d'Amelio en nombre de Paolo Borsellino", afirmó Lodato, "reitera siempre este concepto, reitera un concepto muy fuerte de legalidad que caracterizó al Movimiento Social, también en Palermo, durante años", añadió el escritor recordando que se trata de una "historia antigua con la que cerraré esta breve intervención mía. En octubre de 1925 Benito Mussolini envió a Cesare Mori a Sicilia con "poderes absolutos para erradicar la mafia, porque Mussolini no aceptaba que en Sicilia existiera un Estado paralelo que no aceptaba el régimen fascista y por lo tanto le dio carta blanca a Mori".

"¿Cómo sigue la historia? Mori llega a Sicilia y despliega grandes operaciones con redadas en todas las ciudades, desde Madonie a Nebrodi. Cientos, miles de personas son arrestadas, algunas justamente, otras no. En cierto momento, Mori, que pasará a la historia con el nombre de "prefecto de hierro", comprende, ve el elefante y descubre que las ramificaciones de la mafia llegaban hasta la sede local del Partido Nacional Fascista en Palermo".

"En este punto, sin embargo, Cesare Mori fue ascendido a senador y expulsado de Sicilia; el 'prefecto de hierro' entendió que "la lucha contra la mafia puede llegar hasta cierto punto y que cuando uno se encuentra con el elefante hay que parar. Ahora, me gustaría decirles a los jóvenes, incluso a los muy voluntariosos de la extrema derecha que forman el entorno de la primera ministra, que hay que hacer un gran esfuerzo para descubrir ciertas verdades, porque ni siquiera Benito Mussolini logró hacerlo y ustedes no son Benito Mussolini", concluyó Lodato.

*Foto de Portada: Antimafia Duemila