El excomandante del ROS habría hecho uso del derecho a no responder
"Hago uso del derecho a no responder". Esta fue la defensa elegida por el ex comandante del ROS, Mario Mori, que llegó ayer a Florencia junto con su abogado, Basilio Milio, al declarar ayer en la Fiscalía. Se abrió un proceso contra él en el marco de la investigación sobre los instigadores externos de los ataques mafiosos del 93-94. Como es sabido, las acusaciones son graves: masacre, asociación mafiosa y asociación con fines de terrorismo y subversión del orden democrático.
El hecho imputado en la acusación de los magistrados florentinos (la investigación está coordinada por el fiscal jefe Filippo Spiezia, por los adjuntos Luca Tescaroli y Luca Turco y por el sustituto Lorenzo Gestri, es el siguiente: Mori, "a pesar de tener la obligación legal de hacerlo, no impidió, mediante diligentes informes y/o denuncias ante las autoridades judiciales, ni con la adopción de iniciativas autónomas de investigación y/o preventivas, los hechos de masacre de los que había sido advertido con mucha antelación".
Masacres que luego se produjeron en Florencia, Roma y Milán y en 1994 en el fallido atentado al estadio Olímpico.
Según la acusación, el general del Arma había sido "informado, por primera vez en agosto de 1992, por el mariscal Roberto Tempesta, de la intención de Cosa Nostra, transmitida por la fuente Paolo Bellini, de atacar el patrimonio histórico, artístico y monumental de la Nación y, en particular, en la Torre de Pisa" y posteriormente también por el arrepentido "Angelo Siino (ya fallecido, ndr), que se enteró de ello por Antonino Gioè, Gaetano Sangiorgi y Massimo Berruti, durante la entrevista de investigación celebrada en Carinola el 25 de junio de 1993, quien le había informado expresamente de que se producirían ataques en el Norte".
Fue el mismo oficial de Carabineros quien, el pasado 21 de mayo, anunció que había recibido una citación para presentarse como indagado por parte de los magistrados florentinos de la Dirección Distrital Antimafia de Florencia. La primera citación, prevista para el 23 de mayo, fue aplazada a petición del propio indagado.
Ayer estuvieron presentes en el interrogatorio los fiscales Tescaroli, Turco y Gestri y el fiscal jefe Filippo Spiezia. El contenido del interrogatorio, a pesar del silencio de Mori, fue mantenido en secreto por la Fiscalía.
Evidentemente, los magistrados esperaban que el agente pudiera añadir mayores aclaraciones respecto a las aportadas hace aproximadamente un año cuando declaró como persona informada de los hechos.
La tratativa de obras de arte
Es fácil pensar que a Mori le pidieron aclaraciones sobre el asunto conocido como "tratativa de obras de arte". A principios de los años noventa, el ex miembro de la Avanguardia Nazionale, Paolo Bellini, de acuerdo con el mariscal Roberto Tempesta, de la Unidad de Protección del Patrimonio Artístico del Arma de Carabineros, había abierto un canal de diálogo con Cosa Nostra.
El pretexto habría sido la recuperación de unas obras de arte robadas en la Pinacoteca de Módena, pero en aquel verano de 1992 se llegó aún más lejos con los jefes que, a cambio, pedían beneficios penitenciarios para algunos sujetos.
En los procesos por las masacres, la existencia de esa particular "tratativa" fue puesta de relieve precisamente por las declaraciones de Bellini y del propio mariscal Tempesta.
Este último, al declarar durante el proceso de la Tratativa Estado-mafia, dino: "Fui a Mori y le dije que Bellini, a quien había contactado para encontrar obras de arte robadas de la Pinacoteca de Módena, se había propuesto infiltrarse en Cosa Nostra, gracias a sus relaciones con personajes sicilianos. Bellini me había propuesto recuperar 17 cuadros, de los cuales me mostró las fotos, y a cambio, en nombre de estas personas, pidió el hospital o arresto domiciliario para cinco figuras. Me dio un papel escrito con cinco nombres. Recuerdo bien los de Luciano Leggio, Bernardo Brusca, Marchese, Gambino, tal vez Pippo Calò. Leyendo esos nombres me quedó claro que estaba en contacto con la mafia. Mori respondió que era absolutamente impracticable porque eran miembros del Gotha de Cosa Nostra. Sin embargo, pedí que se hiciera una evaluación precisa de Bellini. Si hubiera sido evaluado positivamente, habría dado mi consentimiento para hacer de 'cebo'. Me dijo que en la primera oportunidad favorable enviaría a alguien para hablar con Bellini".
Tempesta informó en su momento (y también lo repitió ante los fiscales de la DDA florentina) que le había advertido a Mori del riesgo de ataques a monumentos. Esta circunstancia precisa, sin embargo, siempre fue negada por el General (absuelto en el proceso de Palermo, ndr), quien en cambio confirmó que había recibido el aviso.
Los jueces de la Corte de Apelaciones de Palermo, en la sentencia que absolvió a Mori, señalan que, a pesar de la advertencia recibida, no se realizó ningún informe de servicio, no se informó a la autoridad judicial y no se realizaron mayores investigaciones para identificar al autor de ese escrito ni a aquellos asociados que apoyaron la iniciativa encaminada a favorecer a algunos de los mafiosos más importantes de la época, detenidos en prisión.
Hoy La Repubblica dice que Mori, en el 2023, habría respondido puntualmente a los magistrados de Florencia que "en ese período tenía otras cosas que hacer".
Otras acusaciones
Luego nos enteramos de que sobre Mori no sólo pesan las declaraciones de Siino, las revelaciones de Bellini o las reconstrucciones del mariscal Tempesta. También habría llegado a la fiscalía una nueva denuncia del coronel de Carabineros, Michele Riccio.
Este último habría acusado a Mori de haber boicoteado la investigación sobre los autores intelectuales externos y de haberle impedido continuar fructíferamente la relación con Luigi Ilardo, asesinado en Catania el 10 de mayo de 1996, que había hablado de las masacres y de sus relaciones con la política.
Temas que emergieron parcialmente en los juicios en los que Mori fue acusado y absuelto.
Por ahora, habrá que esperar a que concluyan las investigaciones de la Fiscalía de Florencia para saber si hay más novedades.
Mientras tanto, otra controversia está a punto de estallar. El propio general, con una nota, denuncia una supuesta filtración de información y pide la intervención del CSM: "Ayer por la tarde declaré ante la fiscalía de Florencia porque estoy siendo investigado por masacre, asociación mafiosa y asociación con el objetivo de terrorismo y subversión. Al final, la investigación preliminar fue clasificada y luego, a fortiori, el fiscal jefe reiteró el secreto del interrogatorio y la consiguiente obligación, para todos los presentes, de no revelar su contenido". Y luego añade: "Hoy en La Repubblica, edición de Florencia, hay amplias referencias tanto al interrogatorio de ayer como a la audiencia del año pasado, acto también amparado por el secreto de investigación y, por tanto, de contenido no divulgado. Todo ello en abierta violación de la ley y de las instrucciones dadas por el fiscal. Preciso también que no tengo ninguna relación con el periódico La Repubblica y menos aún con la redacción de Florencia. Observo que el circo judicial y mediático, ya derrotado en Palermo, ha vuelto a funcionar. Me pregunto si no es necesaria una intervención del CSM en su totalidad y del ministro de Justicia para verificar (con las consiguientes medidas) la fuente y el método de esta filtración de información, que también es imprecisa".
*Foto de portada © Imagoeconomica
*Foto 2: Luca Tescaroli © Paolo Bassani
*Foto 3: Luigi Ilardo