Entrevista del magistrado con Fanpage.it: "Debemos tener el coraje de seguir caminando por el camino de la verdad acerca de las masacres"
"Pienso a menudo en lo que dijo Giovanni Falcone: recordaba que 'la mafia, como todo fenómeno humano, tuvo un principio y tendrá un final'. Lamentablemente todavía no vemos este final. En estos días me gustaría que se recordara que el sueño de Giovanni Falcone, el de una política que rechace cualquier tipo de relación con la mafia, está todavía muy lejos de realizarse. Y también me encuentro pensando que tal vez este país esté traicionando el sueño de Giovanni Falcone". Así lo afirma Nino Di Matteo en una entrevista concedida a Fanpage.it con motivo del 32º aniversario de la masacre de Capaci en la que murieron los magistrados Giovanni Falcone, Francesca Morvillo y los agentes de escolta Rocco Dicillo, Vito Schifani y Antonio Montinaro. "Los políticos que quieran luchar contra la mafia deben saber tomar medidas y sacar las consecuencias de determinadas conductas comprobadas, incluso antes de que una sentencia firme de los jueces establezca que esa conducta es un delito", afirmó el fiscal adjunto nacional antimafia. Y, en cambio, "nunca surge una responsabilidad política que deba afirmarse antes e independientemente de la evaluación de la responsabilidad penal". "La política debería estar en primera línea en la lucha contra la mafia: como fue la política de Pio La Torre y Piersanti Mattarella, una política en la que esos hombres tuvieron la fuerza, el coraje y la claridad para denunciar ciertas relaciones entre la mafia y el poder incluso antes de que hubiera una investigación judicial". Según el magistrado de Palermo "hoy, para recordar a Giovanni Falcone, como país debemos tener el coraje de continuar recorriendo el camino de la verdad sobre las masacres que sólo se ha recorrido parcialmente. Surge la necesidad de seguir investigando para comprender si Cosa Nostra no fue la única responsable". Recordar a Falcone, añadió, significa "seguir trabajando en un momento en el que, desgraciadamente, me parece que la búsqueda de la verdad sobre otros instigadores y ejecutores recae sólo sobre los hombros de muy pocos magistrados y ya no está apoyada por un compromiso constante y sólido de las fuerzas policiales". Di Matteo, que recientemente publió el libro "Il colpo di Spugna" (Fuoriscena-Libri Rcs), escrito junto con el periodista y escritor Saverio Lodato, respondió a una pregunta sobre la sentencia de Casación en el proceso de la Tratativa Estado-mafia, del cual habla el libro. Un proceso de gran importancia que Di Matteo llevó adelante, junto a otros colegas, en primera instancia.
"Hay sentencias definitivas que la Corte de Casación ha ignorado, como decimos Saverio Lodato y yo en el libro. Por ejemplo, la de la Corte de Assise de Florencia sobre la masacre de via dei Georgofili: los jueces sostuvieron que el diálogo buscado con la mafia en ese momento fortaleció la idea de Salvatore Riina de que la estrategia de las bombas era la correcta. El Estado empezó a arrodillarse cuando fue a buscar a los líderes de la mafia", explicó Di Matteo. "Y en esas sentencias se dijo (la referencia es a las sentencias de primera y segunda instancia del proceso de la Tratativa, ndr) que el hecho de no registrar el escondite de Riina debía incluirse precisamente en esta perspectiva de tratativa. Así como la fuga de Provenzano, durante muchos años, fue favorecida por algunos altos mandos de las fuerzas policiales por -dicen los jueces- indescriptibles razones de interés nacional: en aquel período al Estado le convenía que el jefe permaneciera en libertad".
"Quizás estas conclusiones tenían demasiado peso como para ser sancionadas en una sentencia final. La Casación, entrando en los hechos con algunas páginas de motivaciones, anuló las anteriores", afirmó Di Matteo.
Según el fiscal adjunto de la DNA (Dirección Nacional Antimafia), la sentencia de Casación constituiría "un hito peligroso porque puede desanimar al poder judicial que quiere realizar investigaciones muy complejas y a aquellos jueces que quieren reconstruir los hechos de manera sistemática y exhaustiva. Desde este punto de vista me temo que es un regreso al pasado". Y cuando se le preguntó si esta sentencia socava la memoria de Falcone, Di Matteo respondió: "El método de Falcone se centró en la reconstrucción global de los hechos. Falcone y el grupo antimafia de Palermo han sacado al poder judicial de ese viejo y consolidado vicio de considerar cada hecho mafioso distinto de otro. Giovanni Falcone, entre otras cosas, en este sentido y por este motivo, fue el creador e impulsor de la Dirección Nacional Antimafia creada con el objetivo de coordinar todas las investigaciones mafiosas en todo el territorio italiano.
"Era un hombre de las instituciones que tenía una alta visión de la lucha contra la mafia. No fue solo un magistrado, fue capaz de imaginar una lucha a 360 grados, inteligente y orientada al futuro contra Cosa Nostra". Luego Di Matteo expresó su opinión sobre las reformas judiciales adoptadas por el gobierno.
"Estoy muy preocupado por algunas reformas gubernamentales que están en discusión en este momento, algunas incluso ya fueron aprobadas. Debilitan enormemente la lucha contra el sistema de corrupción tanto a nivel procesal como sustancial. Estoy muy preocupado porque debilitar la lucha contra el sistema de corrupción significa también debilitar la lucha contra la mafia porque nunca antes la corrupción y la mafia habían sido vistas como fenómenos completamente distintos y separados. De hecho, se están convirtiendo cada vez más en dos caras de la misma moneda criminal. No creo que sea exacto el razonamiento que a menudo esgrimen los partidarios de las reformas, según el cual la lucha contra la mafia no se debilitará".
"Son muchos los casos en los que determinadas relaciones entre la mafia y las empresas, o entre la mafia y la administración pública, surgieron de investigaciones que comenzaron por abuso de poder o de investigaciones que comenzaron con una hipótesis de relaciones corruptas. Y luego demostraron que no sólo había una relación clientelista o corrupta, sino que también era algo superior, incluso una relación entre la mafia y el poder". Por último, el ex consejero togado del CSM respondió a una pregunta sobre los ataques sufridos en los últimos años, y también recientemente por parte de ciertos círculos políticos y fuera de él. "Es difícil para mí hablar de estas cosas. Porque objetivamente yo me he encontrado en situaciones en las que, mientras algunos han hecho críticas legítimas y duras a mi trabajo, otros me han acusado a mí y a otros colegas de ser asesinos, subversivos o funcionarios politizados", recordó el magistrado. "Y todo esto también sucedió en un momento en que me vi envuelto en situaciones que el Estado consideró tan ciertas y riesgosas que me sometieron al primer nivel de protección excepcional. Entonces, mientras me sometían a una escolta asfixiante, leía y me enteraba de estos ataques. No fue fácil y no es fácil. Pero debo decir que para superar la situación solo tengo que recordar que he tenido la suerte de hacer el tipo de trabajo con el que soñaba desde que era estudiante de derecho, en Palermo. Soñaba con ser magistrado a partir del ejemplo de Giovanni Falcone".