El hermano del policía, cazador de prófugos, desaparecido a los 29 años, habla sobre las declaraciones en el juicio Agostino

"Mi hermano Emanuele era un verdadero agente de la policía del Estado y no un simple auxiliar. Y no es cierto que hubiera sido asignado a la Escuadra Móvil de la jefatura de policía de Roma en 1980, en realidad había sido transferido en julio de 1983 de la Inspección General del Quirinal a la Brigada Interprovincial de Narcóticos de la Criminalpol. Así consta en los documentos". Lo dice Andrea Piazza, hermano de Emanuele Piazza, policía colaborador del SISDE, asesinado el 16 de marzo de 1990, cuando tenía 29 años. Un asesinato que a lo largo del tiempo ha sufrido una larguísima serie de desvíos investigativos que hasta el día de hoy siguen, y que impidieron que la familia tuviera una verdad completa.

Andrea tuvo recientemente la oportunidad de escuchar el testimonio del ex prefecto y jefe de policía Giovanni De Gennaro ante el Tribunal Penal de Palermo (presidente Sergio Gulotta y Monica Sammartino, jueza a latere) en el proceso en el que se acusa al jefe Gaetano Scotto (por el delito de homicidio) y a Francesco Paolo Rizzuto (acusado de complicidad agravada), en relación con el asesinato del policía Nino Agostino y su esposa Ida Castelluccio. Y encontró no sólo inexactitudes, sino también errores en las respuestas que, a su juicio, no contribuyen a honrar a las víctimas y a la verdad de los hechos.

¿Qué fue lo que declaró De Gennaro en ese contexto?

En la última parte del interrogatorio del testigo, citado por la parte civil representada por el abogado Fabio Repici, cuando se le preguntó si conocía a Emanuele Piazza, el ex prefecto dijo que conocía a Piazza "porque desde hace muy poco tiempo, quizás uno o dos meses, no creo más, este chico fue destinado a la sección de la Escuadra Móvil que yo dirigía, tenga en cuenta señor presidente que dejé la dirección de la Escuadra Móvil en el año 1980, entonces estamos hablando de hace muchos años, 1980 o 1981, más o menos. ¿Por qué lo recuerdo? Porque me asombró. Me gustó mucho, y también se lo puedo decir al magistrado, porque era un agente auxiliar y me sorprendió que se asignara a un agente auxiliar, nunca había pasado en los órganos de investigación delicados, como la Escuadra Móvil, en particular yo dirigía la Sección Antinarcóticos de la Escuadra Móvil de Roma. Pero estuvo muy poco tiempo, entonces no sé y no recuerdo adónde fue, no sé si lo trasladaron, no lo recuerdo, no sé si lo trasladaron a otra ciudad de Palermo, era agente auxiliar".

"Como hermano de Emanuele Piazza -dice Andrea Piazza en una nota- dada la imposibilidad material del difunto de responder, con respecto a las graves razones que llevaron a Emanuele a dimitir mientras prestaba servicios en el Centro Interprovincial Criminalpol de la Comisaría Central de Roma (debido a lo que se supo de mi padre y de un amigo de la familia), a partir de la documentación extraída del expediente de investigación enviada por el Ministerio del Interior, se puede ver que Emanuele Piazza fue un agente efectivo y no solo un auxiliar. En segundo lugar, no es cierto que había sido asignado a la Escuadra Móvil de la Jefatura de Policía de Roma en 1980, en realidad fue transferido a partir de julio de 1983 de la Inspección General del Quirinal a la Brigada interprovincial de Estupefacientes de Criminalpol".

En vista de ello, según Piazza, "el recuerdo que supuestamente compartió con uno de los magistrados de la acusación es claramente erróneo y no corresponde a la realidad. En cualquier caso, como se desprende del informe resumido del 24 de octubre de 1990, antes de que el propio fiscal De Gennaro hubiera declarado, entre otras cosas, que Piazza había estado al servicio de la Brigada Antinarcóticos de Criminalpol Lazio, no llevó a cabo tareas de investigación importantes, pero participó en actividades de investigación ordinarias. Cuando se le preguntó directamente, declaró que no sabía nada sobre su renuncia". Luego Andrea Piazza concluye: "Me limito a constatar con extrema amargura que, en este caso, un prefecto emérito, como otros responsables de la Policía del Estado, no perdió la oportunidad de descalificar indirectamente a uno de los suyos, asesinado por un crimen mafioso y disuelto en ácido. Voltaire dijo que 'el grado de civilización de un país se mide observando el estado de sus cárceles', en los tiempos modernos posrevolucionarios deberíamos integrarlo honrando a nuestros más altos representantes capaces de ser un ejemplo de 'sensibilidad y rectitud' en interés general de la verdad más allá de los resultados procesales".

Foto de portada: © Deb Photo

Foto 2: Giovanni De Gennaro, exprefecto y jefe de policía © Imagoeconomica