Movimiento de las Agendas Rojas:

Presentó al nuevo grupo de Taranto dedicado a la memoria de Francesca Morvillo

"Es difícil que la verdad histórica coincida con la verdad judicial. Esta es una característica que ha afectado a todas las masacres de nuestra historia, desde Portella della Ginestra hasta hoy. El ochenta por ciento de las familias de las víctimas de la mafia no conocen la verdad completa con respecto a lo que les ha trastornado la vida y esto nos debe hacer reflexionar". Así se expresó el periodista y jefe de Redacción de ANTIMAFIADuemila, Aaron Pettinari, durante el encuentro antimafia que se llevó a cabo ayer en Taranto, en el Sonora Art Music Drinks & Foods. El evento también contó con la participación de Salvatore Borsellino, hermano del juez Paolo Borsellino y coordinador nacional del Movimiento de las Agendas Rojas, junto con Valentina Pierro, exinvestigadora del departamento antimafia y contacto territorial del nuevo grupo de las Agendas Rojas de Taranto. Entre los objetivos de la reunión moderada por el periodista Angelo Di Leo, la necesidad de arrojar algo de claridad y comprender mejor la verdadera naturaleza de la Camorra, de Cosa Nostra, la 'Ndrangheta y Sacra Corona Unita: "Organizaciones criminales -precisó Pettinari- que formaron parte de los buenos y malos momentos de nuestro país, cuyas razones de supervivencia aún se desconocen y envuelven el misterio de las masacres mafiosas que han marcado de manera dramática nuestra historia". Pero en la reunión de Taranto también hubo grandes anuncios. De hecho, se presentó al nuevo grupo de las Agendas Rojas dedicado a la memoria de Francesca Morvillo, la esposa del juez Giovanni Falcone, quien el 23 de mayo de 1992 perdió la vida en el atentado de Capaci junto con su esposo y otros tres hombres de la custodia del magistrado.

"El nuevo grupo -especificó Valentina Pierro durante su discurso- se llamará Movimiento de las Agendas Rojas Francesca Morvillo". Una decisión que encuentra su explicación en el hecho de que Morvillo "no solo era la esposa del juez Falcone, sino también una jueza brillante, siempre atenta a las penurias y necesidades de los demás. Incluso antes de ingresar a la judicatura -prosiguió- Morvillo, de forma voluntaria y gratuita, impartió clases en algunas escuelas y en un centro de asistencia a hijos de los presos". Salvatore Borsellino comparte la misma opinión, reiterando la necesidad de hacer preguntas porque "eso es lo que hace el Movimiento Agendas Rojas". Sin embargo, Borsellino también quiso aclarar que, entre esas preguntas, una sobre todo merece tener respuesta: "¿Cuál fue la participación del Estado en la masacre de 1992 en la que perdieron la vida Paolo Borsellino y sus cinco escoltas? En ese momento no fue sólo la masacre -prosiguió el hermano del juez asesinado el 19 de julio de 1992- sino también el robo de la agenda roja a manos de un carabinero, que luego fue absuelto, mientras que las investigaciones nunca siguieron adelante. En todo caso, fueron las manos del Estado las que tomaron esa agenda. Tampoco olvidemos los desvíos investigativos del Estado; en el curso de dos juicios, ciertas figuras estatales instruyeron a un falso arrepentido para alejar a los investigadores de la verdad". Y luego agregó: "Tanto Paolo como Giovanni Falcone se quedaron solos antes de ser asesinados. Por eso -concluyó Borsellino- hoy tenemos el deber de estar cerca de los jueces. Cualquiera que pretenda unirse al Movimiento Agendas Rojas debe entender que no necesitamos muchos miembros, sino gente que quiera luchar por la verdad y la justicia".