El consejero togado fue entrevistado por el guionista y director Alberto Castiglione

Primera parte

AMDuemila-27 de setiembre de 2022

La relación entre la mafia y la política es un "problema tan viejo como Cosa Nostra. Desde siempre, desde los albores de la actividad de esta organización mafiosa, Cosa Nostra se ha diferenciado de todas las demás organizaciones mafiosas italianas" porque lleva en su ADN la "búsqueda de contactos políticos". Esta relación ha "condicionado, de manera más profunda, incisiva y grave, la vida política no solo local, no solo siciliana, sino también nacional".

Así se expresó el consejero togado del CSM (Consejo Superior de la Magistratura), Nino Di Matteo, en la primera parte de una larga entrevista a cargo del director, guionista y documentalista Alberto Castiglione. Director que, en el pasado, realizó películas como 'En el corazón del Estado', 'Una voz en el viento', 'Danilo Dolci, memoria y utopía', 'La memoria y la historia', 'Divina' y 'Mario sopla sobre las cenizas'.

Además de esto, también es docente del curso de Cine y Justicia en la cátedra de Historia de los Sistemas Legales y Derechos de Autor de la Universidad de Cassino y docente en el Máster en Escritura para el Cine, en el Dams de Udine.

Además de él, en la realización de la entrevista también participaron Piero Ceraulo, secretario general Fillea Cgil de Palermo y Giovanni Pistorio, secretario general de Fillea Cgil de Sicilia (Sindicato de Trabajadores de la Madera).

Durante la entrevista, celebrada el pasado 24 de septiembre, Di Matteo recordó el discurso que Paolo Borsellino pronunció en Bassano del Grappa, en 1989, sobre los contactos entre políticos y hombres pertenecientes a la mafia: "Básicamente dijo que no siempre esos contactos constituyen un delito. Pero esos contactos deben ser sancionados a nivel político porque son contactos que fortalecen el prestigio, la imagen y el poder criminal de Cosa Nostra. El segundo hecho que me gustaría mencionar es este: ya no existe, lamento decirlo, una política que sepa denunciar y actuar incisivamente contra las mafias, antes y al margen de las investigaciones y sentencias del Poder Judicial".

"Se nos acusa como magistratura -continuó diciendo Di Matteo- de querer invadir el campo de la política. Yo digo que, en cambio, en la mayoría de los casos, es la política la que ha renunciado, en algunos aspectos, a su tarea, descargando todo el peso sobre los hombros de la magistratura".

Al responder a las preguntas, el consejero togado también habló de los mecanismos por los que la mafia se infiltra en la gestión de los contratos de obras públicas, señalando el riesgo de que los fondos del PNRR (Plan Nacional de Recuperación y Resiliencia) puedan acabar en manos de los grupos mafiosos.

Es bien sabido que la policía y el poder judicial tienen los medios para reprimir ciertos fenómenos. Sin embargo, no son suficientes. La lucha contra las mafias, dijo el magistrado, "debe ser también una lucha del pueblo. No puede ser una mera represión encomendada al Poder Judicial y a la policía. Debe ser una lucha que debe afrontarse asimismo a nivel político. En esta campaña electoral se habló muy poco por parte de los partidos políticos de programas referentes a la lucha contra la mafia".

Esta es una lucha que debe partir "desde abajo", desde "un cambio de mentalidad", desde los jóvenes y desde la voluntad de "los trabajadores, las trabajadoras y del pueblo para denunciar ciertos fenómenos".

"Porque estos fenómenos son en definitiva fenómenos que van en contra de los trabajadores, de las clases económicas más débiles y en contra del pueblo".

(Continúa)

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*Foto de portada: captura de video