Por AMDuemila-junio de 2022

Roberto Pannunzi, el 'Pablo Escobar italiano', conocido como 'Bebé', deja el 41 bis, el duro régimen penitenciario. Así lo decidieron los jueces del Tribunal de Vigilancia de Roma, que hicieron lugar al pedido presentado por su abogado, Cosimo Albanese. Detenido tres veces por el magistrado Nicola Gratteri, Pannunzi era considerado el vínculo entre los cárteles de la droga latinoamericanos y las familias calabresas de la 'Ndrangheta.

"Había comprado un barco, 'el Mirage 2', de 110 metros de eslora que servía precisamente para transportar la cocaína" de Sudamérica a Europa, dijo Gratteri. "Creo que Roberto Pannunzi fue el mayor corredor de la 'Ndrangheta con el que nos encontramos", agregó.

De hecho, 'Bebé' encabezaba la lista de prófugos que perseguía la Fiscalía Antimafia del distrito de Reggio Calabria. Sobre todo, después de las dos increíbles fugas de las clínicas romanas donde había sido hospitalizado por problemas cardíacos.

Fue precisamente su capacidad para escapar del sistema judicial italiano lo que le permitió, dos veces en 11 años, burlarse de quienes deberían haberlo llevado ante la justicia. También por eso Bebé se había ganado el 'respeto' de los ambientes criminales, no sólo calabreses, para los que representaba una garantía de eficiencia en lo que se refiere al tráfico de cocaína.

Su 'peso' criminal también le permitió salvar de una muerte segura a un narcotraficante vinculado a Cosa Nostra, Miceli Salvatore, secuestrado en su momento por los narcos a causa de una partida de cocaína que no se había pagado.

"La palabra de Pannunzi fue suficiente para liberarlo", explicó Gratteri.

En 1994 fue detenido en Medellín, Colombia, y al cabo de un año fue extraditado a Italia. Su detención duró apenas 3 años. Gracias a un certificado médico que acreditaba una enfermedad cardíaca, en 1998 Roberto Pannunzi obtuvo una suspensión de la pena por seis meses del Tribunal de Vigilancia de Roma. Al día siguiente el 'Pablo Escobar italiano' ya había regresado a Sudamérica para organizar el próximo cargamento de cocaína por cuenta de los clanes de Platì y Gioiosa Jonica. Detenido de nuevo en el 2004 en España, el 15 de marzo del 2010, nuevamente a causa de los mismos problemas cardíacos, obtuvo (esta vez del Tribunal de Vigilancia de Bolonia) arresto domiciliario en una clínica de Roma, "Villa Sandra", donde fue hospitalizado para realizar algunas pruebas de 'cardiopatía isquémica post infarto'. Y siempre con el mismo esquema: cuando la Guardia de Finanzas llegó a la clínica para controlar al detenido domiciliario, Pannunzi ya estaba en un vuelo a Sudamérica.

El bróker reapareció tres años después en Bogotá. "Lo pudimos rastrear en Sudamérica entre Colombia y Venezuela -explicó Gratteri- porque él sabía que no podíamos entrar a Venezuela porque estaba el régimen de Chávez. El día que tenía que realizar negocios viajaba a Colombia y por la noche volvía a Venezuela. Regresaba a la frontera donde se sentía más fuerte. Por eso tuvimos que preparar una trampa: nos hicimos pasar por compradores de cocaína. La cita fue en un gran supermercado colombiano en Bogotá. Llega, cae en la trampa y es arrestado. Tan pronto como lo arrestan, le ofrece 5 millones a nuestro experto anti drogas. Obviamente se encontró con la persona equivocada".

De hecho, Gratteri volvió a explicar que "varias veces en nuestras escuchas había surgido el tema de sus pagos. Él siempre decía 'pero si pagué'. Yo siempre andaba con un maletín lleno de dinero y, cuando me paraban, pagaba y me iba". Y "si eso no fuera suficiente, tenía un 'salvavidas': un diamante alrededor del cuello" para darle a cualquiera que lo detuviera.

Para conseguir que revocaran su dura prisión, el abogado Albanese invocó las condiciones de salud física, cognitiva y psicológica en las que se encuentra el hombre de 74 años y la absoluta falta de adhesión de Pannunzi a una asociación de tipo mafioso, argumentando que las últimas conductas delictivas datan de hace 20 años y que, por tanto, el 'grupo de referencia' no puede estar representado por asociaciones mafiosas de las que su cliente nunca ha sido miembro.

Luego, el abogado explicó a los jueces que Pannunzi no está involucrado en ninguno de los eventos procesales, posteriores a 2002, que caen dentro del juicio "Igres". El Tribunal de Vigilancia, recordando una particular línea jurisprudencial, destacó que la 'peligrosidad calificada' social que legitima el 41 bis, entendida como la 'capacidad de mantener vínculos con la asociación delictiva' "no es la realidad de los contactos, sino la habilidad calificada del recluso a retomar plenamente los vínculos asociativos desde el interior de la prisión, o si se lo coloca en el circuito ordinario".

Los jueces romanos luego dijeron que "cabe señalar que en este caso no reconocemos la presencia de parámetros fundantes relevantes del régimen de detención aplicado. El estatus criminal de Pannunzi es indudable, por cuanto durante buena parte de su vida 'trabajó' para las bandas de la 'Ndrangheta, promoviendo y organizando importantes tráficos de drogas desde el extranjero en nombre de las bandas criminales sicilianas más poderosas y, sobre todo, calabresas, explotando su conocimiento y su capacidad para interactuar con el crimen extranjero. Sin embargo, en este caso falta uno de los principales requisitos de la 'peligrosidad calificada', representada por la operación del clan al que pertenecen, es decir, la asociación destinada al narcotráfico". Dicho esto, concluyeron que "la falta de demostración de la operatividad de la asociación de pertenencia hace perder importancia al rol desempeñado por Pannunzi al momento del arresto dentro de la organización criminal dedicada al narcotráfico".

--------------------

*Foto de portada: © Imagoeconomica