¿Homenaje? ¿Hipocresía? ¿Pasarela? ¿Curiosidad? ¿Demagogia?
La cita cada 19 de julio, de cada año en vía D’Amelio ¿es una oportunidad para sincerarse con uno mismo o para que una vez más, uno se haga trampa al solitario y se trampee -a ojos vista- dentro de la comunidad humana con la cual convive, y en torno a una temática en extrema delicada, compleja y de una vigencia indiscutible?
Cada año, sobre el mediodía, vía D’Amelio, no es por su naturaleza una romería, pero ya a plena tarde, bajo un intenso calor -propio de la época- se transforma. Se transforma en una avenida repleta de personas, donde se ven caras, pero no corazones; y donde la concurrencia mira a un escenario, el que este año estará vacío. Vacío de reclamos de justicia, y también vacío de palabras pronunciadas forzadamente, nacidas de las circunstancias y de las coyunturas políticas del momento. Vacío de voces sinceras, y hasta de buenas intenciones.
Con viento a favor nos pondremos benignos y diremos que son los corazones y los sentimientos los que predominan en ese lugar. Digamos que eso es seguro, si se trata de familiares directos de víctimas de mafia o de algunos de las escoltas que hace 30 años, allí mismo, entraron al martirologio de los ciudadanos honestos, de una antimafia incondicional.
Sillas colocadas estratégicamente, a modo de platea teatral, hacen del lugar, el marco ideal para poder estar presente donde hace 30 años, solo había cuerpos desmembrados, vehículos humeantes, algunos de ellos, todavía abrazados por el fuego.
Basta con pararnos en el medio del gentío, y cerrar los ojos, para poder imaginarnos que allí se hubo desatado un infierno. Un infierno mayúsculo, provocado por la parte sucia del Estado, y de la sociedad civil, que le hizo el juego ayer y le hace el juego hoy. No debemos olvidar que la mafia ha fagocitado calendarios, como ha fagocitado democracias, y sistemas políticos. Algunas veces a puro plomo, y en otras a puro dinero, a pura corrupción, o a pura intimidación, o a puro poder.
Ese poder subterráneo, brumoso y luctuoso, aserrando vidas y esperanzas, especialmente cuando hay un horizonte de hombres justos que los enfrenta.
Paolo Borsellino y Giovanni Falcone (y su esposa) -y sus respectivos custodias- fueron algunos de esos hombres justos de aquel 92, como los hubo desde antes y como los hubo desde después.
Un barrio entero se sacudió por la carga de trotil mafioso colocado dentro de un vehículo, detonado a la distancia por manos mafiosas abrazadas al Estado italiano.
Treinta años después todo un barrio es testigo, una vez más, del ritual del homenaje, que, dadas las circunstancias históricas, resulta inocuo. Inocuo absolutamente, porque en verdad, si poco y nada se hubo avanzado en las profundidades, de los estragos de Capaci y Borsellino, y preferentemente, sobre el paradero de la agenda del magistrado que fue retirada del automóvil humeante por un oficial de carabineros -tal como se ve en el registro gráfico que se entregó a la justicia de manos de Antimafia Duemila- lo de inocuo es un hecho. Un hecho tan doloroso y tan tangible como la muerte misma que significó el atentado. Paciencia.
Entre tanto, cada 30 años se oyen pasos humanos, sobre el asfalto que en otrora fuera bañado de sangre y pintado de muerte.
Entre tanto, en medio de un pandemónium de hipocresías y silencios, y de abundantes señales de indiferencia, felizmente en Vía D’Amelio se oyen sentidos clamores de justicia, pronunciados por personas honestas -que, enérgicamente- dibujan con sus dichos la sed de justicia que les aprieta el alma y que pone en evidencia, que no toda la sociedad está sucia, y embadurnada con la montaña de mierda, que es la mafia.
Renato Accorinti, exalcalde de Messina en actividad: “Faltan partes de la verdad”
“Las mafias obviamente están en todo el mundo, claramente han hecho escuela; pero hombres corruptos hay en todas partes, debemos saberlo, está esta parte tan negativa, pero también está la mejor parte que ha hecho escuela en el mundo. Piensa que Falcone, el 23 de mayo, en el aula bunker, vinieron 12 personas del FBI, porque hizo escuela en Estados Unidos la trayectoria de Falcone, por eso decimos que la antimafia, la verdadera, la que ha sabido trabajar para buscar las coladeras de dinero, como decía Falcone, ha hecho escuela desde Palermo, digamos también la otra cara de la moneda. La parte importante que decían Falcone y Borsellino, que no es solo la parte represiva, para vencer a la mafia, menos mal que tenemos a Nino Di Matteo, Sebastiano Ardita. Ellos son personas que combaten seriamente, como Falcone y Borsellino, pero es la escuela que debe ser la parte central.Yo por ejemplo me siento un poco herido porque no hay aquí jóvenes palermitanos, de la escuela palermitana, porque la escuela, que es el corazón del futuro, donde debe crecer la conciencia, debe ser estimulada. ¿Cómo no van a estar aquí hoy, en el día de la muerte de Pablo? Los maestros deben ser un poco fuertes en esto de trabajar con ellos; y en encuentros como este debemos dar señales precisas. Hay gente que vino de todas partes aquí, se han tomado un avión desde Roma, Milán, yo soy de Messina, ok, pero esta parte cultural es muy importante, porque deben acrecentar la conciencia... Después está la parte judicial, represiva, porque sabemos que es obvio que hay partes corruptas del Estado, pero ya no es novedad”.
-Falta la agenda roja, los nombres de los mandantes, y el trasfondo de la tratativa…
“Faltan partes de la verdad que no nos dan tranquilidad ni serenidad, porque son partes de la verdad desestabilizantes, esto está claro. Cuando se dice que Messina Denaro es uno de los últimos, pero de los principales de la mafia, que posee un bagaje de conocimiento de la corrupción de la parte institucional, ¿por qué en tanto tiempo no lo atrapan?, porque está muy protegido por esta parte institucional; esto es claro. Ya lo dice Di Matteo, y lo dicen todos los magistrados que trabajan seriamente sobre esto. Pero yo digo: debemos tomar cada uno de nosotros la responsabilidad de nuestros actos y la escuela es un punto fundamental, donde crece la conciencia, es allí donde deben trabajar; no dando la leccioncita contra la mafia, deben encender el alma de los chicos, si no, ¿de qué sirve dar una lección nada más por darla? Este es un punto en el que es necesario insistir. Escuchaba esta mañana al ministro de educación, y no… ¡no es así la educación cívica!, ¡es una revolución que hace falta llevar a cabo dentro de la escuela; más que dentro del Estado!”.
Roberta Gatani, sobrina de Paolo Borsellino: “El Estado que mire su conciencia”
“Pienso que 30 años son muchos para obtener una verdad que nos deben y que las instituciones, que deberían hacer todo para encontrarla, en vez de eso parece que se quisieran alejar cada vez mas de esa verdad. 30 años son verdaderamente mucho, y en lugar de eso nosotros estamos acá…, no están los políticos, no están las pasarelas, no están las instituciones, porque nosotros queremos solamente que se comprometan, porque nos lo merecemos”.
-¿Es ahora el momento en que la ciudadanía luche para encontrar la verdad?
“El momento ya ha llegado hace tiempo, no todos nos damos cuenta, pero estamos en realidad retrasados, si una sentencia de hace pocos días habla de prescripción debo decir que verdaderamente hemos dejado pasar mucho tiempo”.
-¿Qué puede decir al Estado?
“Al Estado, que mire a su conciencia y diga verdaderamente lo que ha sucedido, que dé un poco de serenidad”.
-¿Qué puede decir a los jóvenes que no han vivido estos hechos y los miran en la lejanía del tiempo?
“Digo que aun si no lo han conocido a Paolo Borsellino, no es solamente un derecho, sino un deber, ser parte de todo esto, porque tocará a ellos, visto que el tiempo está pasando y mi generación comienza a cansarse -no se detendrá nunca, pero estamos cansados- ahora les tocará a ellos tomar en sus manos la situación y continuar buscando esta verdad”.
Luciano Traina, hermano de custodia fallecido: “Es un lugar para familias, no para pasarelas”
“Yo esperaba que, en el primer decenio, al menos, habríamos obtenido una verdad, pero vemos que hemos llegado a treinta años y seguimos yendo hacia atrás (…). Si usted mira un poco alrededor va a ver que aquí hay muchas personas, pero todos son de afuera, palermitanos cero. Porque el palermitano está muy decepcionado del Estado. Cuando sucedió la primera y la segunda masacre, todos esperábamos (yo soy palermitano) que Palermo se diera vuelta, que el comerciante no pagara más el pizzo… y tantas otras cosas. Si usted recuerda, después de la masacre, Palermo era tapizado de sábanas blancas y todos participaban de las manifestaciones, cosa que hoy no veo”.
-¿Qué opinión puede darnos de la reforma la ministra de Justicia Cartabia?
"¿Qué puedo decir? Mire, no me haga decir lo que no quiero decir; con esto pienso que ha entendido todo. Basta escuchar y ver que el 41 bis ha sido quitado a muchos, basta decir que durante el Covid han sido excarceladas quinientas personas… la verdad es esa. A mí no me hace falta que vengan aquí a hacer pasarelas, a dar expectativas, no, lo que interesa es justicia y legalidad”.
-¿La investigación de Nino Di Matteo es un logro para encontrar la verdad?
“Yo al Dr. Di Matteo le he hecho escolta cívica, porque es una persona que trabaja. Gratteri, Nino Di Matteo, Ardita, son personas que verdaderamente quieren trabajar y ponen de su parte. En esta jornada, hoy, afortunadamente, no he visto a ninguno aquí, he llegado hace poco, pero es un lugar para familiares, no es lugar para hacer pasarelas y no las queremos a estas personas, no deben acercarse. Tienen 364 días si lo quieren hacer, nadie se los impide, pero este día lo deben dejar a nosotros los familiares, a nuestro dolor”.
-Hay turistas que piensan que acá no hay mafia...
“Muchos extranjeros piensan que vendrán a Palermo y verán a uno con la escopeta al hombro, no es así, porque ahora la mafia tiene muchas ramificaciones a nivel internacional; ahora tenemos el mafioso financiero, el mafioso escribano, bancario, tenemos de todo, está en todos los puestos, se ha transformado en un pulpo”.
-¿Esta tragedia lo ha golpeado mucho en forma personal, verdad?
“Sí, pero además yo era un policía, yo era de la escuadra móvil, yo combatía a estos criminales… Pero la mafia no es solo ser un criminal…, hay también mucha gente que camina de saco y corbata y es peor que ellos”.
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*Foto de portada y restantes: de Pietro Brigante