“Debate de Our Voice: Antimafia Popular ¿Una cuestión social?”

Activista feminista de Malafimmina: “Muy contenta de este encuentro que ha sido generacional”

Por Jean Georges Almendras, desde Palermo, Sicilia-13 de julio de 2022

El feminismo como movimiento de lucha estuvo presente en el debate organizado por Our Voice, en el espacio cultural de la Ziza, en Palermo. Una de sus representantes, Claudia Fauzia de “Malafimmina” desgranó sin tapujos los pilares del activismo feminista vinculándolo estrechamente con la lucha antimafiosa en el entendido de que “el sistema mafioso es un sistema patriarcal por excelencia”. Un punto de partida que estuvo presente en su intervención, en la que puso especial énfasis en señalar, que cuando se habla de mafia, no se debe entender que se trata de criminales aislados. En el lapso de su ponencia, además, concitó el interés de la platea profundizando, como activista feminista, en los recovecos del sistema mafioso, los que en términos generales no se vislumbran -como corresponde y como debería ser- a la hora de encarar una lucha feminista ligada con la lucha antimafiosa, y precisamente -in situ- en una sociedad propiamente de mafia. Pero también Fauzia encaró, a partir de un video que exhibiera otra ponente del evento (la abogada Giulia Vicari) con sobrado conocimiento, el árido tema de las mafias nigerianas operando en Italia, en el ámbito de la prostitución “porque en la práctica seguimos viviendo en un sistema patriarcal, donde lo que sucede es que la mujer está sometida y controlada para ofrecer un servicio sexual”.

“Soy activista feminista y lo que he tratado de hacer en estos dos años aquí en Sicilia es incluir el tema y los principios feministas en la antimafia, en contraste al sistema mafioso. El sentido es que el feminismo es un movimiento social y político por los derechos de los sujetos oprimidos, pero la verdad es que este movimiento debe ser aplicado en un contexto que posee un contexto, una historia, un cuerpo, un territorio; este territorio es donde la mafia ha nacido y crecido, y donde actualmente tiene mucho poder. Mi activismo entonces tiene que ser un activismo feminista que una el contraste con el sistema mafioso”.

“¿Cómo lo hacemos? Lo hacemos tomando las prácticas feministas de contraste a un sistema patriarcal, que es un sistema violento, que da mucho poder a la guerra, donde un grupo muy elitista tiene el poder de decisión económica y política, y que subvertimos. Entonces, lo mismo hacemos con el sistema mafioso. El sistema mafioso es un sistema patriarcal por excelencia, diría yo. Y lo subvertimos. Las mismas prácticas que nosotros tomamos en el feminismo, para enfrentarnos al patriarcado, las aplicamos también en contra de la mafia. Lo que hacemos es desestructurar, dar oportunidades, entender cómo las mujeres en este contexto, que eran parte del sistema mafioso por ser madres, hijas o esposas de jefes de mafia, pueden tomar estas prácticas para contrastar al sistema mafioso”.

“Lo más importante para mí es entender que el sistema mafioso no se trata de unos criminales aislados. Yo quiero decir, aplicando el feminismo, que el problema es sistémico; es de un sistema que le otorga poder a la mafia porque está respaldado por la política, está respaldado por el narcotráfico, y por el sistema económico. Entonces, simplificar diciendo 'este hombre tiene que morir en la cárcel porque es un criminal, porque es un mafioso', no nos sirve. Tenemos que entender el sistema y contrastarlo”.

-¿Cuál es tu opinión sobre la extorsión que realiza la mafia nigeriana a las chicas mediante el rito vudú, tal como lo expuso la abogada de Infoimmigrazione?

“Nosotros por ser blancos, por ser privilegiados con nuestra pertenencia a esta etnia, tenemos que tener en cuenta que cuando hablamos de África y de población negra no debemos tener una mirada colonizadora; la mirada de los colonizadores; esa es una práctica como tantas otras que nosotros vivimos aquí en Italia. Yo soy totalmente atea, no creo en esas cosas, pero es obvio que detrás de una creencia hay prácticas concretas. O sea, cuando a una mujer nigeriana se le dice 'yo te hago el rito vudú y te digo que si rompes nuestro acuerdo te vas a morir' lo que se le está diciendo es que 'si lo rompes, yo mato a tu familia, ¡yo! te mato', no se está diciendo que será un espíritu; porque el espíritu somos nosotros, para mi Dios es la humanidad, no existe otro Dios”.

-¿Qué le responderías a las mujeres que ejercen la prostitución en otros países y dicen, por ejemplo, “yo soy dueña de mi cuerpo y ejerzo la prostitución porque quiero”?

“Yo no tengo una opinión muy clara respecto a estar en contra o a favor del trabajo sexual, que es de lo que estamos hablando. Pero puedo decir que hay dos niveles: un nivel teórico, en donde la mujer o cualquier sujeto puede ejercer el trabajo sexual libremente, con consentimiento, y es la teoría; porque en la práctica seguimos viviendo en un sistema patriarcal donde lo que sucede es que la mujer está sometida y controlada para ofrecer un servicio sexual. Tenemos que trabajar con los hombres; con la demanda de este servicio, educar a la población al respeto y a una sexualidad libre, pero con consentimiento; libre y respetuoso”.

-¿Qué reflexión te merece este evento organizado por Our Voice?

“Ha sido un evento muy interesante, con mucha participación; estoy muy contenta porque ha sido también un encuentro generacional; había mujeres que tienen setenta años y que han sido la guardia de los años 60 en Italia".

-¿Conocías a Our Voice?

“Lo conocía, sí”.

-Ahora estás viviendo, tú personalmente, un primer paso que está dando Our Voice en esta ciudad, ciudad de mafia…

“Sí. Ahora lo que hace falta es un encuentro con las personas y las organizaciones que ya están activas en el territorio; hay que crear una red, antes de hablar de unos temas muy difíciles. Es muy importante tratar el tema de la mafia, pero antes es necesario hablar con las redes que ya existen en el territorio, para saber si estamos haciendo bien o mal".

-Este paso ha sido importante…

“Yo creo que sí”.

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*Foto de portada: Pietro Brigante / Our Voice