Por Our Voice-14 de julio de 2022

El 18 de julio, el movimiento juvenil Attivamente y la Asociación Our Voice, en colaboración con diversas asociaciones, colectivos y realidades sociales, volverán a tomar las calles de Palermo para marchar desde Piazza Magione a las 18.00 horas. Porque después de 30 años de las masacres, en esta ciudad continúan las tratativas entre el Estado y la mafia.

Los tiroteos, la violencia y los asesinatos callejeros van en aumento. El aislamiento de los suburbios y de los barrios va en aumento, abandonados a altísimos índices de pobreza, penuria social, fragilidad y desempleo. Nadie denuncia a los verdaderos responsables políticos e institucionales. Es decir, una clase dominante que en el Parlamento está recortando los costos de los recursos públicos y mientras tanto redacta leyes para promover la impunidad de políticos, banqueros, financieros y empresarios.

Hoy, después de meses de escándalos políticos, detenciones por intercambio de votos político-mafiosos, el regreso a la política de corruptos condenados por delitos mafiosos y los resultados de las elecciones en Palermo, corremos el riesgo de resignarnos y aceptar de nuevo el mismo estado de cosas. ¡No podemos permitirlo!

Estado hipocrita marcha militante por una antimafia popular 2

Porque las pasarelas y la retórica del Estado dan vergüenza, mientras en estos mismos días, en medio del silencio general, aumenta el narcotráfico, el número de comerciantes obligados a pagar dinero por protección mafiosa, la muerte de decenas de niños y jóvenes a causa de la droga y la explotación esclavista de cientos de trabajadores agrícolas, obligados a aceptar unos pocos euros por muchas horas de trabajo para poder sobrevivir.

Para conmemorar las masacres de Capaci y vía D'Amelio, ministros, concejales y representantes institucionales vienen a Palermo con el único propósito de limpiar sus conciencias, usando la etiqueta de "antimafia" y hablando hipócritamente de la "lucha contra la mafia". Pero aún se desconocen los nombres de quienes ordenaron esas masacres a causa de la omertà, el silencio y los secretos de Estado. Y los pocos magistrados que intentan sacar a la luz esa verdad son continuamente deslegitimados desde adentro, aislados de los medios y amenazados de muerte.

No podemos permitir que la historia se repita. Frente a todo esto, debemos salir a la calle el 18 de julio, porque significa dar un mensaje claro de oposición, protesta y resistencia.

No debemos resignarnos nunca, sino empezar a construir una militancia popular que presione políticamente desde abajo. Un movimiento que dé voz y espacio a las realidades sociales, para exigir soluciones concretas a la actual clase dirigente, la eliminación de los secretos de Estado y una limpieza interna del cáncer de la corrupción, el compromiso y el abuso de poder.

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*Foto de portada: Antimafia Duemila