Martes 25 Marzo 2025
Por AMDuemila-22 de febrero de 2022

Ya habíamos tratado el negocio de los residuos que involucra a la región de Umbría, conocida por ser el corazón verde de Italia, que corre el riesgo de convertirse en el mayor lugar de incineración de residuos CSS. Una operación disfrazada de punto de inflexión verde, de la que hablábamos al denunciar los pedidos de la población que cuida el territorio y los bienes comunes.

Esto sucede en Gubbio, una de las ciudades medievales más conocidas de Italia, donde dos gigantes del mercado del cemento, Colacem SA y Cementerie Aldo Barbetti SA, han decidido quemar en sus altos hornos, además del contaminante coque de petróleo o CSS, abreviatura de Combustible Sólido Secundario, nombre dado gracias a un artificio normativo que define así a las diferentes categorías de residuos, entre ellos plásticos, pinturas , neumáticos, retazos de tejidos animales, lodos y otro tipo de basuras contaminantes.

La opinión de las autoridades sanitarias

Las dos multinacionales del cemento de Gubbio están decididas a llevar a cabo esta operación a pesar de la fuerte oposición de los ciudadanos, el Ayuntamiento de Gubbio y las autoridades sanitarias que, a través de la USL Umbria 1, se han expresado claramente sobre los riesgos de la incineración de residuos en una ciudad que desde hace más de cincuenta años soporta la presencia de estas dos industrias, definidas oficialmente como industrias "insalubres de primera clase" (así define la ley a las cementeras). Respecto a las emisiones nocivas derivadas de la combustión de CSS, la USL Umbria 1 en su dictamen técnico declara "deficiencias más o menos acentuadas, especialmente en lo que se refiere a los posibles efectos, incluso a largo plazo, sobre la salud de los distintos grupos de población en términos de riesgo incremental (degenerativo incluso neoplásico o de mortalidad) para cada uno de los contaminantes previsibles". Todo esto, les recordamos, debe enmarcarse en el contexto de las 100 mil toneladas de CSS que se quemarán cada año en las dos plantas, que están diseñadas para producir cemento y no para incinerar residuos.

Aunque la Región de Umbría ha aceptado la solicitud de una Evaluación de Impacto Ambiental (V.I.A.) dados los objetivos riesgos ambientales y para la salud, los dos gigantes del cemento han decidido no someterse a dicho procedimiento y continuar con la incineración de residuos apelando al artículo 35 del Decreto 77/21 que permite a las empresas quemar residuos mediante el envío de una simple solicitud por correo electrónico a las oficinas regionales competentes, sin someterse a ningún estudio de impacto en la salud o el medio ambiente. Increíble pero cierto.

Las evaluaciones de impacto ambiental y de salud que faltan

En más de 50 años de actividad, las dos cementeras de Gubbio nunca fueron sometidas a ninguna evaluación sanitaria y ambiental a pesar de la insistencia de la población afectada y de haber sido clasificadas por la Agencia Ambiental Europea (AEMA) como la primera (Barbetti) y la segunda (Colacem) fábrica de cemento por daño ambiental en Italia y estar entre las 622 empresas que han creado el mayor daño al medio ambiente en Europa (www.eea.europa.eu/publications/cost-of-air-pollution/spreadsheet/view).

La falta de investigaciones epidemiológicas

En el territorio de Gubbio nunca se ha realizado siquiera una investigación epidemiológica seria para certificar el estado general de salud de la población expuesta involuntariamente al riesgo, ni investigaciones sobre matrices ambientales para certificar daños relacionados con metales pesados ​​o polvo fino producido por fábricas que son definidas de acuerdo a la ley, lo reiteramos, "instalaciones insalubres de primera clase". Todo esto sucede en una ciudad donde la incidencia de tumores y enfermedades relacionadas es muy alta.

La contaminación en Gubbio

Los únicos datos sobre contaminación actualmente disponibles son los de la agencia de protección ambiental, Arpa Umbria, que recibe anualmente 94 mil euros de contribuciones "no consolidadas" de los productores de cemento de Gubbio (47 mil euros cada uno), hecho sobre el cual se hizo un pedido de informes a la Guardia de Finanzas por parte de la abogada Valeria Passeri. Según Arpa, el estado del aire en Gubbio es óptimo. A pesar de esto, si nos fijamos en las otras fuentes de detección que controlan el aire, los resultados son peores (ver fuente Breezometer). Para Arpa Umbria los problemas de contaminación de Gubbio son causados ​​por el humo de las chimeneas de las casas particulares y por el tráfico de la ciudad, una opinión que no deja de sorprender dado que el territorio en cuestión NO es el de una metrópolis.

El negocio de residuos que llevan a cabo los gigantes del cemento también involucra a otras plantas en Italia. En Salento, por ejemplo, donde hay una planta de Colacem S.A., existe desde hace años una larga disputa con la población local que pide garantías para la salud colectiva, especialmente después de los resultados de unos análisis que muestran rastros de dioxina en la leche materna.

Las posibles infiltraciones del crimen organizado

Las preocupaciones de los ciudadanos de Gubbio refieren también al origen de los residuos de CSS, que actualmente se desconoce, y a la posibilidad de que el crimen organizado se inserte en este fructífero negocio, como ha sucedido muchas veces en Italia. Estas inquietudes no carecen de fundamento dado que en el pasado Gubbio fue, a su pesar, protagonista de diversos hechos relacionados con la mafia de los residuos. Por ejemplo, recordamos la historia de Salvatore Conte, un ex colaborador de justicia perteneciente al clan Casalesi, que fue encontrado muerto en un bosque cercano a la ciudad por hechos relacionados con la eliminación ilegal de desechos de la empresa Sirio Ecológica.

Las promesas incumplidas de la presidenta Tesei

A pesar de las promesas de la presidenta de la Región de Umbría, Donatella Tesei, perteneciente a la Liga del Norte, quien en su programa habló de desalentar en todos los sentidos el uso de la incineración de residuos, promoviendo una política de reciclaje, su apertura a la CSS como una "práctica virtuosa y verde", a través del consejero regional y vicepresidente Roberto Morroni traiciona las promesas de su campaña electoral. En definitiva, una demostración más de una política que acoge las decisiones de las empresas privadas encaminadas a perseguir negocios millonarios en lugar de proteger a los ciudadanos que temen por la salud, por el medio ambiente y por el cuidado del territorio.

Mientras tanto, en Gubbio el descontento de la población crece cada día y requiere una Evaluación de Impacto Ambiental para comprender mejor los riesgos reales. También existe una fuerte división entre hoteleros y empresas pertenecientes al sector turístico que, en este período de grave crisis ligada a la pandemia, temen que la imagen de Gubbio se vea dañada por la elección de quemar hasta 100 mil toneladas de residuos de CSS al año, decisión conocida a nivel nacional y que apareció en numerosos periódicos.

La ciudad quiere que las plantas de cemento se sometan a estudios de impacto ambiental

Toda la ciudad se pregunta por qué los dos gigantes del cemento no quieren someterse al Estudio de Impacto Ambiental y de Salud si realmente no tienen nada que temer, como dicen los datos que informa la TV local (de propiedad de uno de los holdings del cemento implicado en el asunto).

Esta situación hace eco de las palabras de una hermosa y amarga canción del difunto Franco Battiato, artista y pensador de gran altura moral, y que bien describen esta paradoja de toda Italia donde la salud, el medio ambiente, la cultura, la sostenibilidad, el futuro y el cuidado del territorio ceden ante los nuevos negocios de los gigantes industriales, a menudo pisoteando las demandas legítimas de poblaciones enteras que simplemente desean hacer prevalecer el principio de precaución:

"Pobre patria aplastada por los abusos de poder de gente infame que no sabe lo que es el pudor, que se creen poderosos, está bien todo lo que hacen y todo les pertenece. Ojalá que el mundo vuelva a ser normal, que vuelva a contemplar el cielo y las flores... Mientras tanto, la primavera tarda en llegar...".

Deseamos que la "primavera bañada por el sol" que los ciudadanos esperan y que la ciudad merece, llegue pronto a Gubbio.

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*Foto de portada: Antimafia Duemila