Matias GuffantiPor Matías Guffanti desde Italia-1° de enero de 2022

“No puedo, ni quiero, ni debo renunciar a un sentimiento básico: la indignación ante el atropello, la cobardía y el asesinato”, decía el escritor, periodista y mártir argentino Rodolfo Walsh. Una frase que siento identificatoria para el espíritu que encarna con el trabajo cotidiano toda la redacción de Antimafia Dos Mil y que tomo como punto de partida para hablar de una revista que no se limita solo a contar los más grandes y terribles crímenes, sino que además, se involucra, se adentra en el barro de las situaciones más complejas, para mantener viva las voces de quienes todavía sueñan, resisten y dan batalla, por memoria, verdad y justicia, frente a cada causa injusta de nuestras sociedades.

Una revista que atraviesa los difíciles obstáculos del periodismo independiente, ese periodismo anticomercial, que no busca grises ni puntos medios, que no busca proselitismos, sino un trabajo constante e incansable por estar siempre del lado de la verdad y no callar, incluso si eso significa perder beneficios o privilegios sociales. Desde la creación de nuestro movimiento juvenil, artístico y activista Our Voice, fue y es referencia en las calles de Asunción, de Montevideo o de Buenos Aires; en las calles de Santiago de Chile, Sicilia, y tantos otros lugares en los cuales tuvimos y tuve el privilegio de recorrer junto al director de Latinoamérica Georges Almendras y la redacción, como un trabajo de compromiso y militancia, pero también como una escuela de vida para tantos jóvenes del Movimiento como yo.

Aventuras y luchas que no faltaron en el transcurso de este 2021 pasado, el cual nos dejó grandes recuerdos, momentos de emoción, intensidad, felicidad, rabia y muchos otros sentimientos, que ambas organizaciones, Our Voice y Antimafia Dos Mil, vivieron en sinergia por el mismo objetivo que las une con el arte, la información y el activismo, en un solo camino.

Un año más, donde el fuego feminista fue protagonista, donde la lucha por los derechos humanos fue causa central, y como siempre, la denuncia a un sistema criminal integrado internacional fue voz resonante en cada cobertura, en cada entrevista y en cada artículo, que como única arma contra la violencia constante de los poderes opresores, el diario online lanzó cotidianamente, en construcción de un mundo que ya está naciendo dentro de este mundo, como señaló en algún momento el inalcanzable Eduardo Galeano, refiriéndose a aquellos que continúan luchando.

Se cierra un año de muchas batallas, de muchos sacrificios, pero se abre uno nuevo, en donde con este grupo de trabajo, que es en realidad un grupo con fuertes valores humanos, no faltarán los nuevos desafíos. Un nuevo año en el cual la calle, como siempre, estará esperándonos una vez más, para seguir levantando los más altos valores de la democracia con lapiceras, megáfonos, maquillajes o cámaras, por esa utopía colectiva de una justicia social que un día será certeza.

Y a eso nos preparamos en este nuevo año, cada vez con más fuerza. Porque no dejamos de elegir la esperanza en vez del miedo y no dejamos de creer en esa victoria que inevitablemente la humanidad alcanzará. En la que todo el equipo de la redacción, mis colegas, amigos y referentes, me enseñaron a ver y seguir desde el principio, con el arte de la palabra que busca la verdad.

Agradezco profundamente a Georges Almendras por la pasión y sentido de justicia que manifiesta en cada momento y al director de la redacción italiana Giorgio Bongiovanni, faro en la lucha política social. No vamos a parar ni retroceder, hasta el final de esta causa.

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*Foto de portada: antimafiadosmil.com