Una más que poderosísima fuerza criminal, operante desde ya hace bastantes décadas, en Italia (siendo Sicilia, su terreno más fértil) conocida como la mafia, (hoy peligrosamente extendida, por el mundo) ha sido uno de los estandartes que portó a conciencia, nuestro amigo en común: el abogado, nacido en la provincia argentina de Córdoba, Raúl Blázquez, obviamente con ánimo de combatirla, y de impulsar y promover, en su Argentina querida, una sólida y auténtica antimafia. En eso estaba, desde hace casi ya más de una década, cuando sobrevino en febrero de 2020, su desaparición física, por una enfermedad que lo martirizó por casi un año. Pero eso no fue obstáculo, para que su esencia, de hombre comprometido, con las causas sociales, la vida, la justicia, y la lucha antimafiosa, se fundiese, en el olvido. En contrario, su ausencia, hoy por hoy, no es tal, porque siempre en nuestro andar de trabajo cotidiano, en nuestra redacción, él, suele estar presente, como en este caso, evocado (y homenajeado, podríamos decir) por algún colega (de su extensa y querida tierra Argentina) que más tarde o más temprano, se le hubo cruzado por su camino, coincidiendo ambos en estos temas, que indiscutiblemente hacen a la vida útil de un país. Entonces, como nos toca en esta oportunidad -junto al periodista Rocco Carbone, Alejandro Maidana y Gisela Gentile- no solo profundizaremos con este artículo, sobre las entrañas mismas del cáncer que resulta ser este sistema criminal (integrado) en Italia y en el mundo, sino además sobre su significado y sus particularidades, en esta muy compleja época en la que vivimos, literalmente rodeados por las más exquisitas modalidades mafiosas, aplicables en cada región, y con extrema rigurosidad criminal, fundamentalmente horadando democracias, economías y vidas. Nuevamente nos resultará más que grato tenerlo, sentirlo otra vez, codo a codo con nosotros, como en aquellos días de hace dos años, en que -homenajeando a nuestro periodista Pablo Medina y a su asistente Antonia Almada, asesinados a balazos por la narcopolítica, el 16 de octubre de 2014- caminábamos juntos, los tres, en la ciudad de Curuguaty, bajo un sol radiante y portando pancartas (que nos identificaban con la antimafia), junto a otros compañeros de lucha -estando entre ellos los jóvenes del Movimiento Our Voice- en un Paraguay, fagocitado por la mafia y la corrupción, en niveles inimaginables.
“Hoy tenemos de invitado a un sabedor, sobre una temática, que en su momento hemos instalado en este medio, con el querido y entrañable Raúl Blázquez, que seguramente seguirá conectado en otro plano con nosotros. Con él hablamos sobre el tema de las mafias. El anclaje de la mafia, en un país donde se habla mucho de mafia pero que poco se sabe. Por eso, hemos convocado a Rocco Carbones que es filósofo e integrante del CONICET como investigador. Alguien que ha nacido en Calabria y esta naturalizado argentino, y que claramente es un sabedor, del nacimiento, del pulular de las mafias, de ese entramado oscuro y complejo”.
Con estas breves y sentidas palabras, que, como redactores, personalmente agradecemos por amistades compartidas, dio inicio el periodista Alejandro Maidana, una interesante y siempre oportuna entrevista con Rocco Carbone. La entrevista, coconducida por Gisela Gentile, forma parte del ciclo Catalejo TV, que está disponible en su página de Facebook, @CatalejoRos.
Carbone, que como hemos sintetizado en otros artículos, ya desde hace un tiempo, en un lenguaje académico, viene desarrollando el discurso de las lógicas mafiosas, y cómo estas se expresan desde la política argentina, en especial en el espacio de la Alianza Cambiemos, hoy Juntos por el Cambio, liderado por Mauricio Macri. Comienza este capítulo remarcando algunos conceptos básicos e ideas fuerza, para luego adentrarnos en estas crípticas conductas:
“Me parece que es una palabra que hay que nombrar en plural, puesto que hay varias mafias, no hay solo una, ni mucho menos están vinculadas solo con Italia, sino que hay mafias a lo largo y ancho del mundo, que tienen distintas identidades, que explicitan formas criminales y que están ubicadas en el propio corazón de este país”. Y agrega, “hay que decir que tenemos cuatro mafias clásicas concentradas en el sur de Italia; Cosa Nostra en Sicilia, que es la más famosa por el propio aparato cultural desplegado por ‘El Padrino’; en otra región, en Calabria, está la ‘Ndrangheta la cual está vinculada con la cultura clásica griega; ‘Ndrangheta proviene de Andraghatos, que quiere decir ‘hombre valiente’; luego en la zona de Nápoles en Campania, está la Camorra, que forma parte del entramado cultural de la lengua argentina; y luego, en otra región del sur de Italia, que es Apulia o Puglia, donde está la Sacra Corona Unita”.
“Hay que decir que la ‘Ndrangheta, la mafia originariamente calabresa, es una mafia globalizada, tiene hombres en todos los países de los cinco continentes que integran el mundo, y es un cartel de distribución de narcotráfico en Europa. Es el cartel de distribución más importante de Europa”, anticipa Carbone, intentando visibilizar la participación de esta organización en un tema generalmente encasillado en la criminalidad latinoamericana.
Ante la pregunta por la influencia de la mafia en la región, Carbone aporta: “Históricamente la ciudad de Rosario es un corazón pulsante de las mafias clásicas. De hecho, en la Argentina dentro del aparato de la producción cinematográfica nacional, hay una película de Leopoldo Torre Nilsson, que se llama ‘La mafia’, una película que, si no me equivoco se grabó y se publicitó en 1972. Esa película reflexiona sobre la ciudad de Rosario y sobre un clan rosarino de los años 20, 30 del siglo pasado. El clan de Juan Galiffi, que era un clan medio siciliano y medio calabrés. Juan Galiffi, el ‘Chicho Grande’, estaba connotado como el ‘Al Capone rosarino’. En la Argentina, cuando hablamos de mafia y de criminalidad organizada de tipo mafioso, hablamos de por lo menos un fenómeno cultural que tiene 100 años de historia”.
Esta profundidad en el tiempo merece una necesaria pausa y reflexión. ¿Qué otro tipo de organización criminal puede alegar 100 años de historia ininterrumpida? ¿Hasta qué lugares han expandido sus redes de influencias en 100 años?
A continuación, Gisela Gentile, introduce el factor de los puertos dentro del tema, que en la actualidad argentina ocupa un lugar preponderante en la agenda política, ante la administración pública o privada de la ‘hidrovía’. La conductora pregunta en especial por la inclusión del puerto de Rosario, dentro marco de la criminalidad. Carbone responde: “El crimen organizado de tipo mafioso está vinculado con los puertos, porque las mafias son sujetos económicos que se mueven en el ámbito de la ilegalidad. ¿De qué se ocupan en el ámbito de los negocios ilegales? Del narcotráfico a gran escala, del tráfico de personas, y del contrabando de armas de guerra. Luego en el ámbito de la legalidad, de los negocios que se nos puedan ocurrir. Por eso Rosario es un lugar particular, interesante porque efectivamente es una ciudad que tiene un puerto, y un puerto pulsante”.
A partir de estos comentarios Maidana reflexiona: “Uno cree que en el marco de esa legalidad-ilegalidad, hay algunas realidades ‘legales’, como el lavado de dinero, por ejemplo, un punto oscuro que hay dentro de esta criminalidad. Dinero, que de mala fe se ha podido concentrar y que evidentemente no es investigado; porque ahí sí, tendríamos que interpelar profundamente al poder político y al judicial también”.
Carbone se suma al planteo, y propone una pregunta, que él mismo se ocupa en responder buscando los ámbitos de influencia de estas mafias: “¿Cómo podemos reconocer a una organización mafiosa? Es una organización criminal que está interesada en el aparato público, que está interesada en la administración pública, que está interesada en copar, colonizar porciones o la totalidad del Estado en función de la acumulación de poder”. Y remata, “el Estado es una máquina para exponen ciar negocios, legitimarlos”.
Las mafias, “prefieren esos países, donde no hay, donde no está tipificado a nivel del derecho penal, la asociación mafiosa, el crimen mafioso, el proceder del método mafioso. Uno de eso lugares es Argentina. El derecho penal argentino, no tipifica la organización mafiosa, entonces no se puede perseguir”. En esta frase, el investigador del CONICET, remarca la necesidad, imperiosa, de construir un marco legal que opere, adecuadamente, contra las organizaciones criminales de tipo mafioso, un marco legal que en Italia funciona hace más de 30 años y que el resto de los estados europeos se resisten a adoptar, pese a las innegables evidencias de infiltración mafiosa en sus sociedades. Igual lógica negacionista emprenden los legisladores latinoamericanos.
Maidana, profundiza sobre este concepto institucional y por lo tanto político, y los expande insertándolo en dentro del desarrollo de los procesos históricos, hechos geopolíticos que en perspectiva definieron el curso de las naciones. “Charlando con el querido Raúl, él me decía que, en su origen, en su médula, la mafia es profundamente anticomunista, y que también tiene en su médula, una cuestión muy fascista. ¿Qué hay de cierto en eso, y como podemos enmarcarlo?”.
Carbone responde: “Efectivamente, las mafias tienen una historia complementaria al capitalismo. En Italia cuando existía el reino de las dos Sicilias, había sujetos proto mafiosos que ponían la violencia privada a disposición de un señor feudal, de un barón, de un duque, de un conde, etc. Cuando el sistema feudal implosiona y antes de que se configure el reino de Italia como proyecto unitario, aparece el sujeto mafioso. El sujeto mafioso se organiza alrededor de una herramienta, una herramienta totalmente vigente en el siglo XXI: la violencia y la intimidación, que es una fibra intima del poder cambie mita (se refiere a la Alianza Cambiemos, ndr.). Con el fascismo en Italia, según la discursividad de Mussolini, se atacó el poder mafioso, pero no; ni se atacó ni se descalabro. Efectivamente, las mafias durante el periodo de auge del comunismo, combatieron contra el comunismo, lucharon en contra del comunismo en asociación con el Vaticano, en asociación con el poder de la Iglesia vaticana. Porque efectivamente compartían el peligro comunista”.
En este sentido cobra importante valor el discurso de Carbone respecto de las lógicas mafiosas. Porque al poder identificar ciertos parámetros de conducta delictiva, ciertas metodologías criminales en distintos hechos de las historias, nos permite transportarlos al presente, e identificar a los distintos actores de la sociedad que reflejan estos métodos:
“¿Cómo hacemos para identificar una lógica mafiosa? Una lógica mafiosa la podemos identificarla cuando somos capaces de identificar un principio. Que es el principio que contrapuntea lo legal con lo ilegal. Cuando podemos identificar ese principio que contrapuntea, que hace dialogar lo legal con lo ilegal, detrás de ese principio está siempre una organización de tipo mafioso. Ese principio fue desplegado totalmente durante el gobierno de la Alianza Cambiemos. La deuda externa, por ejemplo, donde funcionarios públicos legales, que operaron ilegalmente, porque quebraron normas que sostienen a la República Argentina, como la Constitución. O como funcionó la AFI, durante el gobierno de la Alianza Cambiemos. Sujetos legales que trabajaban en una dependencia estatal, que depende de presidencia y que efectivamente operaban de forma ilegal. Porque respondían a una facción del Poder político. Durante el 15-19 (se refiere al mandato presidencial 2015-2019, que gobernó Macri, ndr.), como dijo en alguna ocasión un diputado interesantísimo, el diputado Leopoldo Moreau, se desplego una inteligencia ilegal, de Estado, pero ilegal”.
Otro “punto, parar identificar las lógicas, la razón mafiosa, es identificar un método, que es el método mafioso. ¿Cuál es el corazón de ese método? La intimidación, la violencia para condicionar a otros. Hago un ejemplo muy básico para que se entienda. Rodríguez Simón, ‘Pepín’, operador judicial del ex presidente Macri, operador judicial también, de Horacio Rodríguez Larreta, un operador judicial que se ocupaba básicamente de intimidar en función de un poder que el integraba, pero que lo sobrepasaba, que es el vínculo asociativo. Efectivamente funcionaba bajo la base de la intimidación; intimidar a otros o a otras para condicionarlos en su acción política, cognitiva o reflexiva. Digo esto y agrego una cosita más, durante el 15-19, el sujeto colectivo que ataco a través del método mafioso, el gobierno de la alianza Cambiemos fue una subjetividad política colectiva masiva que es el kirchnerismo. O sea, condicionarlo a través de un método que se localiza en una parte del poder judicial, en una parte del poder económico, y en una parte del poder comunicológico. O sea, el poder de la intimidación y el poder de la violencia. Así funciona toda mafia, sea tradicional o sea actual”.
Y agrega: “la herramienta fundamental de toda mafia es la violencia, esa violencia se puede desplegar de manera descarnada, con intimidaciones, sicarios, muertes, que es lo que está pasando en Rosario. Que es la parte criminal militar, y la forma tradicional y más descarnada. Pero, hay otras formas subliminales, o más sofisticadas, que son las formas de la violencia simbólica. ¿Cómo se tramita esa violencia simbólica? Se tramita a través de ciertos poderes, uno es el poder comunicológico, otro es una parte del Poder Judicial. Lo que se suela llamar, low fear”.
La última pregunta de Maidana va al hueso y, sin tapujos, busca identificar estructuras históricas de la argentina que responden a estas lógicas.
-En todo esto, ¿qué hay de la familia Macri, como se la conoce en Italia, y que es Macri acá? ¿Cómo la cuestión de Calabria podemos llegar a emparentarla a esa familia? Que junto a la familia de Paolo Rocca les fue muy bien, como dicen algunos los 'planeros' del Estado, con la ‘patria contratista’. ¿Cómo podemos emparentar a la familia Macri, si es que se puede emparentar con esto que venimos charlando?
“El Clan Macrí, es un clan clásico, que ha hegemonizado el crimen organizado calabrés, hasta 1975, a través de una figura que se llamaba Antonio Macri, y que fue asesinado, en una guerra de mafia que se llama Faida. Y hay un vínculo de parentesco entre la familia Macri, el expresidente, y el clan Macri de Reggio Calabria, de la zona de Siderno. Pero al margen de esto, que me parece lo más anecdótico, lo más importante, desde mi punto de vista al menos, es que la teoría del Estado, del gobierno de la Alianza Cambiemos, es una teoría muy compleja que está integrada por elementos neoliberales, elementos ‘tardo coloniales’ como diría un prestigioso juez como Zaffaroni, dimensiones ceo liberales, emergentes capitalistas, pero también por una lógica mafiosa, porque efectivamente, contrapuntean en un montón de formas políticas. Ese contrapunto, es ese diálogo permanente entre lo legal y lo ilegal. Entonces que haya un vínculo consanguíneo entre la familia del ex presidente de la Argentina y un Clan prestigioso de Calabria, es de casi índole anecdótica, lo que más importa es, efectivamente, que desplegaron formas cognitivas y políticas, que podemos vincularlas con operaciones de tipo mafioso”.
Y avalando este concepto, y bajándolo a un nivel práctico, Carbone aporta un hecho delictivo concreto que hace innegable la presencia de la ‘Ndrangheta en la Argentina: “el año pasado, hubo una operación coordinada por la policía italiana y por la policía argentina, donde de hecho entre el barrio de Palermo, en Capital Federal y el barrio de Cañuelas, en provincia de Buenos Aires, se encontraron a tres sujetos: uno calabrés, uno argentino, y uno calabrés-argentino que, efectivamente, formaban parte de una especie de Front Desk, o sea una especie de mesa de entrada de una estructura sumergida, que respondía a la ‘Ndrangheta. De hecho, hubo un juicio, luego de que fueron apresados aquí en Argentina e Italia pidió la extradición, no fueron extraditados por una razón que se me escapa, y ahora están en estado de libertad estos tres señores. Efectivamente había prueba contundente de que formaban parte de una organización mafiosa, vinculada con la ‘Ndrangheta, y operaban desde aquí de la Argentina hace 40 años”.
El investigador italiano, que recientemente presento el libro “Mafia argentina: radiografía política del poder”, disponible de manera digital, dejo una última reflexión, dentro de un concepto que nuestro querido Raúl Blázquez, quien fuera nuestro amigo, e integrante de esta redacción, siempre afirmaba: “Para atacar a la mafia, lo primero es hablar de ella, porque lo que menos quiere la mafia es que se la nombre”:
Dice Carbone: “Reparan en esto, creo que, si se fijan en este tipo de investigaciones y si uno mira, la historia de Italia, pero no solamente, y la historia antimafia de Italia, hay efectivamente, historiales de hombres de justicia, investigadores que fueron intimidados, amenazados. Efectivamente la mafia se sostiene por un pacto de silencio. De hecho, hay una ley, que es la ley de sordera, ceguera, una ley del no hablar (la omertá, ndr). Si se habla de ellas, la mafia se inquieta. Digo esto y agrego una última cosa, vengo investigando sobre estos temas desde hace años, pero por suerte no pasó nada”.
Y esperemos que así se mantenga, sin violencias, y que cada vez seamos más, los que nos unamos a esta antimafia globalizada.
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*Foto de portada y 2: antimafiadosmil.com
*Foto 3: radionacional.com / Rocco Carbone
*Foto 4: catalejotv.com / Alejandro Maidana y Gisela Gentile