Salió a la venta "Los enemigos de la justicia", el libro escrito junto a Saverio Lodato
 
El magistrado habla de ello en Il Fatto Quotidiano
 
Por Giorgio Bongiovanni-1° de noviembre de 2021

"Los enemigos de la justicia" (editado por Rizzoli) es el nuevo libro del consejero togado del CSM, Nino Di Matteo, escrito con el periodista, escritor y columnista Saverio Lodato, que estará el 2 de noviembre en todas las librerías.

Una publicación en la que se alinean una serie de hechos que socavan el concepto de "justicia igual para todos", partiendo del claro análisis de la relación entre el Poder Judicial y los poderes fuertes. El libro también propone una posible solución para que verdaderamente, tras los escándalos y las desilusiones, los ciudadanos vuelvan a confiar en las instituciones.

Para hablar del libro, Di Matteo fue entrevistado hoy por Marco Lillo, subdirector de Il Fatto Quotidiano. Y desde el principio señaló a los "enemigos de la justicia", los cuales no son "solo mafiosos, corruptos y criminales".

"Anidan en los pliegues de las instituciones y la política, y también de la magistratura -respondió el magistrado-. No podemos pretender que este momento no sea uno de los más oscuros de la historia del poder judicial. Los males generalizados como metástasis en el cuerpo de justicia son las corrientes internas, la carrera desenfrenada por los ascensos, la jerarquización de las fiscalías y el colateralismo con la política"

Di Matteo explicó entonces por qué, en un momento tan delicado y de crisis en el poder judicial, optó por escribir el libro con Saverio Lodato: "No podemos fingir que nos sorprende. Debemos indignarnos y no esconder la verdad. Son muchos los que quieren aprovechar este momento difícil para ajustar cuentas con los magistrados que han sabido ejercer control legal sobre el poder financiero y también político. Hay una lógica de represalia, pero también de prevención para el futuro, tomar venganza para así evitar que el Poder Judicial sea demasiado incisivo. Por eso decidí hacer oír mi voz. No me gusta esta mala costumbre. El Poder Judicial parece resignado a sufrir el ataque frontal de quienes quieren transformar los poderes en órganos colaterales y al servicio del Poder Ejecutivo".

Como lo ha hecho en varias ocasiones, dentro y fuera del CSM, Di Matteo no escatimó críticas a la reforma judicial fuertemente deseada por la ministra de Justicia Marta Cartabia. Tanto es así que le dedica un capítulo completo del libro.

"Creo que es una de las peores reformas de los últimos 30 años -dijo con firmeza- Europa pedía acelerar los procesos, pero si la reforma Cartabia hubiera estado vigente, juicios importantes como el del crack de Parmalat, el de la masacre de Viareggio o la violencia en la escuela Díaz de Génova del 2001, hubieran quedado en la nada. Esta normativa presenta aspectos evidentes de inconstitucionalidad. Va en la misma dirección que el juicio breve solicitado por el primer ministro Berlusconi y el ministro Alfano en el 2009. Pero entonces hubo una fuerte reacción. Los órganos representativos del Poder Judicial, los movimientos y partidos que entonces se levantaron hoy guardan silencio o incluso están a favor de la reforma Cartabia".

Entre los puntos clave, por supuesto, también están las indicaciones que el Parlamento podrá dar a los fiscales jefes, sobre las "prioridades" en los crímenes a perseguir. Un punto que, según Di Matteo, es aún más alarmante que la imposibilidad de proceder: "Las mayorías parlamentarias del momento tendrán que identificar las prioridades del enjuiciamiento penal. La mayoría a su vez podrá, por ejemplo, en el futuro establecer que se debe perseguir primero a la delincuencia callejera y luego, sólo si queda tiempo, a los delitos de corrupción o abuso típico de autoridad. Esto socava la obligatoriedad de la acción y la autonomía e independencia del Poder Judicial. No es solo un problema de la casta judicial. Veo un grave peligro para los ciudadanos y las minorías que se oponen a la mayoría de turno".

Pero en el libro Di Matteo también habla de la propuesta de referéndum sobre la Justicia, impulsada por la Liga y el Partido Radical, que en los últimos días recibió la aceptación del Tribunal Supremo tras la solicitud de los consejos regionales de Basilicata, Friuli-Venecia Giulia, Liguria, Lombardía, Piamonte, Cerdeña, Sicilia, Umbría y Véneto.

Una decisión que anticipa -y de hecho hace irrelevante- el depósito de las firmas certificadas que la Liga Norte y el Partido Radical han recogido en los últimos meses.

Un referéndum que, en concreto, versará sobre la reforma del CSM, la responsabilidad directa de los jueces, la justa evaluación de los magistrados, la separación de las carreras, los límites a los abusos de la prisión preventiva y la abolición del decreto Severino. 

Y Di Matteo explica los motivos por los que no está de acuerdo con la nueva propuesta.

"Es cierto que la Constitución prevé el instrumento del referéndum para cambiar las reglas de la justicia -dijo respondiendo a Lillo-. Nada hay para decir sobre el método. Sin embargo, en cuanto al fondo, me opongo a cinco de las seis cuestiones. El sexto, el de las firmas necesarias para presentar candidaturas al CSM, me parece inútil porque no sirve para evitar el excesivo poder de las corrientes internas".

Entre los puntos más críticos, que la política propone con prontitud con cada proyecto de reforma, está el de la separación de las carreras de jueces y magistrados.

Una idea a la que Di Matteo se opone rotundamente: "El primer plan en este sentido fue el del Renacimiento Democrático de gelliana memoria. Luego se convirtió en bandera de Forza Italia y del centro-derecha en la Segunda República. El aplastamiento de los jueces por los fiscales es una falsedad histórica. Basta mirar las estadísticas: los jueces a menudo ignoran las solicitudes de los fiscales. Además, ya hay mucho en juego en el paso de una función a otra. Menos del 0,5 de los jueces dieron el paso inverso. La separación de carreras conduciría, si no de forma inmediata e inevitable, a la sumisión del fiscal al ejecutivo y, en todo caso, consagraría una figura de fiscal ajena a la cultura de la jurisdicción".

Otro elemento a analizar es la "reforma de la responsabilidad civil" de los magistrados. E incluso en este caso, según el consejero togado, hay cuestiones críticas.

En primer lugar, porque "la responsabilidad penal ya existe con decenas de magistrados en juicio. Luego, existe la responsabilidad disciplinaria que se aplica con más frecuencia a nosotros, los magistrados, que a otras categorías. La responsabilidad civil ya existe. Aunque solo sea en los casos de dolo y culpa grave. La normativa actual prevé la acción del ciudadano que se considere lesionado contra el Gobierno para reclamar los daños. En caso de dolo o culpa grave, el Gobierno puede reclamar contra el magistrado".

"Con el sí al referéndum -agregó Di Matteo- al ciudadano se le permitiría la acción directa contra el magistrado. Veo algunos riesgos: en primer lugar, conduciría a una incompatibilidad del magistrado demandado. Por otra parte, los magistrados que deben juzgar una controversia, civil o penal, podrían ser inducidos a favorecer a la parte más fuerte, que tiene los medios para tomar represalias contra el magistrado. ¿El juez podrá mantener su juicio sereno al tener que decidir entre una multinacional y un trabajador?".

Tanto en el libro como en la entrevista de hoy no podía faltar una mención al juicio sobre la Tratativa Estado-mafia, que en primera instancia condenó a los funcionarios institucionales y en segunda absolvió a los Mori, Subranni, De Donno y Dell'Utri y mantuvo las condenas a los "mafiosos habituales" (Bagarella y Cinà).

Di Matteo no escapó a la pregunta de Lillo, aunque para una respuesta completa "tendremos que esperar a conocer los fundamentos del fallo". Al mismo tiempo, según el magistrado, hay algunas consideraciones que se pueden hacer: "No fuimos solo nosotros, los fiscales, quienes valoramos ciertas conductas. El juez de la audiencia preliminar consideró el enfoque a0cusatorio legalmente correcto. Y luego la Corte d' Assise -después de 5 años de juicio y cientos de audiencias- escribió 5.500 páginas para fundamentar la sentencia. No quiero entrar en los méritos de las responsabilidades penales de los acusados. Pero una cosa quiero decir: estoy bien con mi conciencia y me enorgullece haber contribuido con mis colegas, fiscales y jueces, a sacar a la luz hechos que hoy son indiscutibles y que solo nuestra tenacidad ha hecho emerger de archivos escondidos y polvorientos. La opinión pública tenía el derecho y quizás también el deber de saber que en el período de las masacres Cosa Nostra actuaba con miras a un diálogo al son de bombas con el Estado". Luego concluyó: "Ninguna sentencia anulará jamás los hechos históricos surgidos en ese juicio".

Por lo tanto, todo lo que queda es esperar. A partir de mañana "Los enemigos de la justicia - Saverio Lodato entrevista a Nino Di Matteo" estará en todas las librerías. Un libro que, esperamos, inspire a las nuevas generaciones y, sobre todo, a los jóvenes magistrados.

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*Foto de portada: antimafiaduemila.com / Nino Di Matteo y Saverio Lodato

*Foto 2: antimafiaduemila.com