"Fuera la mafia del Estado" es el primer grito que se alza con fuerza desde vía D'Amelio, en el día en que se recuerda a Paolo Borsellino, Agostino Catalano, Vincenzo Li Muli, Walter Eddie Cosina, Emanuela Loi y Claudio Traina. Muchos, a pesar de las restricciones debidas al Covid, quisieron estar presentes en el lugar de la masacre. No solo para ser testigos, sino también para pedir con fuerza verdad y justicia donde, lamentablemente, aún no hay.
Una oportunidad para dar voz a quienes no siempre son el centro de atención, como los agentes de la custodia que sobrevivieron o los familiares de las víctimas de la mafia. Porque todavía hay demasiados misterios en torno a la masacre de vía D'Amelio. ¿Quién ordenó realmente la muerte de Borsellino? ¿Y por qué? ¿Por qué la élite de Cosa Nostra aceleró el atentado? ¿Qué había descubierto? ¿Quién sacó la agenda roja del auto en llamas? ¿Y qué presencias ocultas deambulaban por via d'Amelio en los momentos inmediatamente posteriores a la explosión?
Secretos y misterios que también acompañan a otros hechos. Como la muerte del pequeño Claudio Domino o la del agente Nino Agostino y su esposa Ida Castelluccio (embarazada).
"¡Resistencia! ¡Todos somos Nino Di Matteo!" (magistrado símbolo de la obstinada búsqueda de la verdad), es el grito de las Agendas Rojas y de los ciudadanos que luego guardaron el cerrado silencio ritual de las 4:58 de la tarde, hora de la masacre. Primero se escucharon los testimonios de los miembros de las custodias que sobrevivieron a las masacres, luego vinieron las intervenciones de los familiares de las víctimas de la masacre de vía D'Amelio y de otras familias de las víctimas de la mafia. Luego, se procedió al encuentro con los magistrados Sebastiano Ardita, Roberto Scarpinato, Giovanni Spinosa y el abogado Fabio Repici, moderado por el periodista Paolo Borrometi.
Entre los presentes se encontraban los representantes de varias asociaciones, el presidente de la Comisión Parlamentaria Antimafia, Nicola Morra, el exfiscal Roberto Tartaglia, hoy subdirector del Departamento de Administración Penitenciaria (DAP), el ex presidente del Senado, Piero Grasso, el exmagistrado y presidente del Tribunal, Leonardo Guarnotta, don Luigi Ciotti, y muchos otros.
"Se necesitaría un Estado arrepentido o que el Estado decidiera juzgarse a sí mismo: estas son las únicas formas de llegar a la verdad completa sobre la masacre de vía D'Amelio. Ambas condiciones son muy difíciles de cumplir. Por lo tanto, la verdad sigue estando muy lejos". Así se expresó, con su fuerza habitual, Salvatore Borsellino, hermano de Paolo, el día del 29º aniversario de la masacre. "Piezas desviadas del Estado -agregó- participaron en la preparación y ejecución de la masacre. La agenda roja nos podría ayudar a entender, pero permanece enterrada en el sótano de algún ministerio".
Pero vía D'Amelio, hoy, estuvo sobre todo llena de muchos jóvenes a los que Borsellino se dirigió: "Estoy convencido de que no podré ver la verdad, pero no importa. Lo importante es que la vean los jóvenes, y a ellos me dirijo. Estoy seguro de que lograrán cambiar las cosas. Los jóvenes harán desaparecer esta pesadilla que es la mafia".
Y los jóvenes respondieron, por la tarde, a través del arte, con el espectáculo del Movimiento Artístico Cultural Internacional Our Voice y de los Aut Aut.
La mejor manera de acompañar la inauguración de las luces tricolores en el Árbol de la Paz, nuevamente iluminado.
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*Foto de portada: © Paolo Bassani / Salvatore Borsellino