Por Aaron Pettinari-11 de enero de 2021

Primero secuestrado, luego mantenido cautivo durante tres años, después estrangulado y disuelto en ácido por la brutal violencia mafiosa. Es la historia de Giuseppe Di Matteo, asesinado a los quince años de edad, hace veinticinco años. Es la historia de una infancia robada para silenciar a su padre, Mario Santo Di Matteo, quien desde hacía unos meses había empezado a anotar los secretos de la masacre de Capaci y, quizás, se preparaba tambiénpara hablar de vía d'Amelio.

Por ese atroz crimen fueron condenados a cadena perpetua Giovanni Brusca, Leoluca Bagarella, Matteo Messina Denaro, aún prófugo, Giuseppe Graviano, Salvatore Benigno, Francesco Giuliano y Luigi Giacalone. Mientras que a Monticciolo se le impusieron 20 años de prisión, 30 años a Enzo Brusca, también por otros asesinatos de la mafia, a Chiodo 21 años de prisión y Gaspare Spatuzza fue condenado a 12 años de prisión. Algunos de ellos incluso se convirtieron en colaboradores de justicia y contaron los detalles de ese crimen brutal.

La reconstrucción realizada en el juicio por uno de los asesinos, Vincenzo Chiodo, es una historia escalofriante: "Le dije al niño que se parara en un rincón, es decir, cerca de la cama, casi a los pies de la cama, con los brazos en alto y el rostro hacia la pared. Entonces el niño, como dije, se enfrentó a la pared. Yo me paré atrás y le puse la cuerda alrededor del cuello. Tirando de ella con una fuerte sacudida, la tiré hacia atrás y la dejé. Enzo Bruscale sujetó los brazos así (cruza los brazos) y Monticciolo se subió a las piernas del niño para evitar que se moviese”.

Giuseppe Di Matteo 2

“En el momento del asalto, cuando arrojé al niño y Monticciolo ya empezaba a sujetarle las piernas, le dijo 'lo siento' al niño 'tu papá ha sido un cornudo' (...), el niño no entendió nada, porque no lo esperaba, no esperaba nada y luego el niño ya no estaba... lo que quiero decir, no tuvo la reacción de un niño, parecía flácido... aunque no nos faltó de comer, no nos faltó nada, pero ciertamente la falta de libertad, digamos que el niño era muy blando, era tierno, parecía hecho de mantequilla... es decir, creo que el niño no entendió nada. Se estaba muriendo, pero creo que ni siquiera lo entendió. El niño solo tuvo una reacción repentina, una lenta, solo hizo esto y ya no se movió, solo sus ojos, es decir, solo giró los ojos. (...) Desnudé al niño y vi que estaba orinado y también se había hecho encima no sé si por el miedo a lo que pudo entender o porque es un hecho natural, porque se había hinchado. Después de desnudarlo, nos marchamos, tenía un reloj de pulsera, echamos el ácido en el barril y levantamos al niño. Yo levanté al niño. Lo tomé de los pies y Monticciolo y Brusca lo tomaron del brazo así que lo metimos en el ácido y nos fuimos para arriba. (...) Volví a bajar, fui a ver y solo quedaba un trozo de pierna y una parte de la espalda del niño, porque intenté mezclar y vi que solo quedaba un trozo de pierna... y una parte... pero fue solo un momento porque me fui... salí porque allí adentro el olor a ácido era... es decir, te sofocabas por dentro. Luego nos fuimos todos a dormir".

El colaborador de justicia Gaspare Spatuzza también hizo un detallado relato de la historia, ya que participó en el secuestro.

Giuseppe Di Matteo era un niño. Un inocente que con su propio sacrificio venció a sus verdugos, mostrando al mundo entero la ferocidad de Cosa Nostra.

----------------------

*Foto de portada: www.antimafiaduemila.com

*Foto 2: La "casa de los horrores" de Brusca donde fue asesinado el pequeño Di Matteo © Shobha / Contrasto