Martes 15 Julio 2025

El criminólogo forense: muchos se encargaron de erigir verdades improbables

En septiembre del 2021 el Tribunal de Livorno dio luz verde a la reapertura de la investigación sobre la muerte del mariscal de La Folgore (Brigada de Paracaidistas del Ejército Italiano), Marco Mandolini, hallado oficialmente muerto el 13 de junio de 1995 sobre las rocas de Romito.

La nueva pista habla de bombas, masacres, del período comprendido entre los años 1980 y 1993, del tráfico de armas y de residuos tóxicos en Somalia: en una palabra, Gladio.

Hasta la fecha, la familia cuenta con el apoyo en la búsqueda de la verdad del criminólogo Federico Carbone, el abogado Dino Latini y el hermano de Marco, Francesco Mandolini, quien nunca se ha rendido y sigue luchando por la verdad.

Los detalles del descubrimiento del cuerpo son escalofriantes: el cuerpo fue encontrado destrozado, con signos de más de cuarenta puñaladas y la cabeza aplastada. Se intentó explicar la presencia de Mandolini en esas rocas con la hipótesis de que estaba allí para bañarse. Sin embargo, como reconstruyeron posteriormente Carbone y Latini, la ropa que llevaba la víctima ese día era definitivamente inadecuada; de hecho, Marco llevaba mocasines y calcetines de algodón. Su hermano, Francesco, siempre estuvo convencido de que Marco fue asesinado en otro lugar y luego transportado al acantilado.

Marco Mandolini "se enfrentó a los sectores desviados del Estado", dijo Carbone durante la ceremonia de conmemoración celebrada en Numana el sábado pasado, y añadió: "Muchos de ustedes presentes conmemoran a Mandolini con gran valentía; pero quienes hacen ruido son los ausentes. Son los mismos ausentes que, frente a la Dra. Elsa Iadaresta -quien fue la primera en ocuparse del caso-, en lugar de camaradería y de unirse en la búsqueda de la verdad, se atrincheraron tras un número de serie y un 'no sé nada, no puedo ayudarte'. De hecho, se aseguraron de que surgieran muchas verdades alternativas e improbables, como la del rastro de la pasión, porque así se hace cuando se quiere demoler a alguien que ha servido al Estado con honor. "Es extremadamente difícil -continuó- que la gente comprenda cual era el papel operativo de Marco Mandolini", explicando luego que descubrió la historia del militar "en la ciudad de Trapani, dentro de otra investigación, una causa que conociendo esos territorios, clara y lamentablemente se refiere a la historia de la mafia, y no solo a la de instituciones desviadas".mandolini2

En Italia, "tenemos profesionales antimafia que, como los definió Leonardo Sciascia, están dispuestos a subirse a la pasarela para conmemorar a los héroes, pero cuando realmente tienen que contribuir a la búsqueda de la verdad, se hacen a un lado. No entraré en los aspectos técnicos de las investigaciones, solo me permitiré mencionar un hecho: el 18 de junio de 1989, antes de la tristemente conocida masacre de Capaci, se produjo un intento de eliminar al juez Giovanni Falcone en Addaura, donde había alquilado una villa para veranear junto con la jueza suiza Carla Del Ponte".

En aquel entonces, Marco Mandolini formaba parte de una estructura que operaba en la zona de Trapani, el Centro Escorpión, dirigido por Vincenzo Li Causi, un agente que perdió la vida en Somalia y que era amigo de Marco Mandolini. En aquel entonces, se llevaba a cabo un ejercicio de este centro militar que, además, operaba a un nivel de información que, de alguna manera, impidió que se produjera el atentado. Así que, cuando hablamos de actividad, cuando hablamos de la búsqueda de la verdad, hablamos de quien era Marco Mandolini en lo que respecta a las operaciones, a lo que llevó a cabo Somalia. De hecho, el paracaidista no era un hombre cualquiera. Era un miembro de las fuerzas especiales del ejército italiano, el Coronel Moschin, suboficial de la Folgore al servicio del SISMI, el servicio secreto militar. Hablaba varios idiomas, incluyendo árabe y ruso, era un entrenador experto y, sobre todo, había sido jefe de seguridad del general Bruno Loi en la misión Ibis en Somalia en 1993.

La pista de la investigación

Carbone fue el primero en identificar esta nueva pista en el 2018, partiendo, como explicó en septiembre del 2021, de las relaciones entre Marco Mandolini y el mariscal Vincenzo Li Causi y de la convicción del paracaidista de La Folgore de que la muerte de Licausi, de quien era amigo, ocultaba misterios y verdades incómodas. Un hilo conductor que conduce al escenario de Gladio. Al fin y al cabo, Mandolini formaba parte de los servicios secretos y, a su vez, ocultaba verdades incómodas, verdades que había decidido revelar. Por eso fue asesinado, alguien quería "hacerlo callar", explicó el criminólogo entrevistado por el periodista de Il Giornale, Gianluca Zanella.

Recordemos que Vincenzo Li Causi también era un mariscal destinado en Somalia, y fue asesinado, según la versión oficial, el 12 de noviembre de 1993, en una emboscada. Esta historia está vinculada a otro caso sin resolver: el del doble homicidio de la periodista Ilaria Alpi y el operador Miran Hrovatin.mandolini3

Según el criminólogo, "los dos (Marco Mandolini y Vincenzo Li Causi, ndr) se conocieron en el campo de entrenamiento Gladio en Capo Marrargiu, Cerdeña. Además, como demuestra la documentación que obra en nuestro poder, Mandolini estaba operativo en el centro de entrenamiento especial Scorpio, situado en la provincia de Trapani". "El director central de la estructura -dijo Carbone en una larga entrevista con el semanario Visto- era en realidad el agente del SISMI Vincenzo Li Causi, quien, como se reveló en el contexto de varios debates, operaba como era habitual en los servicios, bajo diversos nombres encubiertos, incluido el de Maurizio Vicari. El centro dirigido por Vicari, alias Li Causi, desde 1987, estaba ubicado en una zona con alta densidad mafiosa y su verdadera actividad siempre fue incierta".

El papel de la CIA

Investigaciones posteriores (relatadas en un artículo del diario Il Giornale firmado por Gianluca Zanella) también se refirieron específicamente a las revelaciones de una general del ejército estadounidense destinada en Camp Darby, una mujer cercana a la CIA, quien había revelado confidencialmente que la famosa agencia de espionaje estadounidense ya sabía con 24 horas de antelación la muerte de Marco Mandolini.

En concreto, el oficial estadounidense supuestamente vio el 12 de junio de ese mismo año un informe en el escritorio de uno de sus superiores que anunciaba la muerte de un comando italiano.

La información había sido recopilada por Francesco Mandolini (hermano de Marco) y, de hecho, por el criminólogo Carbone, quien, entrevistado por Il Giornale, hablço de "un asesinato premeditado que la inteligencia estadounidense, de alguna manera, ya conocía debido a la cooperación con esos mismos hombres que formaban parte de un servicio secreto vinculado de alguna manera a la OTAN (y también a la CIA, por así decirlo). Todo surge del hecho de que conocieran el plan orquestado. A esto, en mi opinión, es a lo que se refiere la fuente. Vieron un documento en el escritorio de un oficial que hacía referencia a una operación de este tipo".

Ahora bien ¿por qué le interesaba a la CIA la muerte de Mandolini?

Según Carbone, la respuesta "se encuentra en los intereses comunes que Italia y Estados Unidos tenían en Somalia. Los hombres que cometieron el asesinato probablemente estaban vinculados a los sucesos en el país africano. Y quizás por eso los estadounidenses estaban interesados en la historia".

La fuente, recordemos, también reveló detalles inquietantes sobre la masacre de Capaci: "En una de nuestras conversaciones me hizo comprender que también estaban involucrados en Capaci. No sé en qué términos precisos, pero lo dejó claro. Cuando hablo de ellos, me refiero a la estructura, por lo tanto, a la CIA", dijo Carbone.

No es la primera vez que se hace referencia a la CIA, ni a ciertos grupos vinculados a ella que supuestamente operaban en suelo italiano: en particular, la VII División del SISMI (Servicio de Informaciones y Seguridad Militar), las llamadas Secciones Sombras o la infame "Sección K".

Las Secciones Sombras, explica el criminólogo en Il Giornale, estaban "integradas por miembros de la VII División del SISMI, personal con un nivel de formación tal que podía emplearse en misiones particularmente complejas".

Esta estructura "existe y sigue operativa. Puede cambiar de nombre, puede cambiar de estrategia, pero su forma de operar es siempre la misma. Y no solo en Italia. Incluso los acontecimientos actuales podrían encontrar, de alguna manera, claves de interpretación diferentes a las que se transmiten apresuradamente".

Actualmente, la fiscalía está indagando "las relaciones y posibles contactos entre Marco y los círculos de los servicios secretos".

*Foto de Portada y restantes: Antimafia Duemila