En Sant'Elpidio a Mare, el presentador de Report anuncia: "El domingo volvemos a hablar de las masacres, la pista negra y la presencia de Delle Chiaie en Palermo".
Un Teatro Cicconi abarrotado recibió el lunes por la noche en Sant'Elpidio a Mare al presentador de Report, Sigfrido Ranucci, invitado de la revista Incipit, en su novena edición, con motivo de la presentación del libro La Scelta (editorial Bompiani). En diálogo con quienes están a cargo de la revista, Giovanna Taffetani y Marisa Colibazzi (presidenta de la Asociación Santa Croce y periodista), Ranucci abordó diversos temas.
Como en otras ocasiones, el debate se centró en la importancia de la libertad de prensa, el derecho a la información, la transparencia de las instituciones y mucho más.
Ranucci recordó algunas de las investigaciones, desde el caso Parmalat hasta el caso Tosi, pasando por la famosa entrevista de periodistas franceses con Paolo Borsellino antes de la masacre de Capaci, hasta las reuniones de Renzi en Autogrill con el ex agente de inteligencia Mancini, que lo han marcado más que nadie en estos años de periodismo. Historias importantes que no pueden olvidarse y que lo han convertido en una figura incómoda en el panorama informativo. Por ello, es atacado, entre la deslegitimación y las quejas, en particular por políticos, pero también por cierta prensa del "régimen".
"La democracia en este período está en dificultades -recordó Ranucci-. Italia ostenta el récord mundial de quejas y denuncias de políticos contra periodistas. Yo mismo, hoy en día, me dedico a redactar memorandos para citaciones o a responder a quienes nos piden que nos borren de la red, aprovechando leyes que pretenden crear un verdadero olvido del Estado".
El presentador de Report recordó que, debido a las nuevas leyes liberticidas, a partir de enero, los periodistas que publiquen noticias recopiladas ilegalmente incluso se arriesgan a ir a prisión. "Esta norma perjudica especialmente a los periodistas que trabajan en contextos internacionales, que quizás operan de forma encubierta y que solo logran recuperar documentos de interés público gracias a largas investigaciones. Pensemos en los Panamá Papers, los millones robados a las autoridades fiscales italianas y que se vierten en paraísos fiscales. En Estados Unidos, periodistas similares reciben un Premio Pulitzer. En Italia, se propone la cárcel".
Desde la ley Cartabia sobre inadmisibilidad hasta las más recientes reformas judiciales, Ranucci destaca todos los límites de la información actual. Lo hizo recordando figuras como Roberto Morrione, su director en Rai News 24, quien fue destituido de TG1 por sus investigaciones. "Con él llevamos a cabo la investigación sobre el descubrimiento de la entrevista de Borsellino con los franceses", recordó. "Esa entrevista, publicada 48 horas antes de la masacre de Capaci, fue explosiva. Por primera vez, Borsellino menciona a los hermanos Dell'Utri como hombres vinculados a Cosa Nostra, a Vittorio Mangano, el mozo de cuadra de Arcore, y a Berlusconi como el empresario ideal al que la mafia podía recurrir para blanquear dinero sucio. Borsellino, desde luego, no podía ser acusado de ser un toga roja, ni siquiera podía pensarse que esa entrevista tuviera intereses políticos, ya que Berlusconi y Dell'Utri se presentaron a las elecciones dos años después. Sin embargo, nunca se emitió porque fue adquirida por Canal Plus en la época de Affari con la Fininvest y desapareció de circulación".
Durante la velada, Ranucci también anunció que el próximo domingo Report volverá a hablar sobre las masacres de la mafia y la llamada pista negra con la presencia de Stefano Delle Chiaie en Capaci: "Esta vez citamos a una persona con el rostro descubierto, absolutamente fiable y que no es colaboradora de justicia, que afirma que Delle Chiaie estuvo en Palermo en 1992, cuando ningún documento oficial lo menciona".
Refiriéndose a la Tratativa Estado-mafia, Ranucci recordó los hechos que no pueden borrarse, ni siquiera con las sentencias que llevaron a la absolución de los hombres de las instituciones.
Volviendo a hablar de la información, Ranucci se mostró muy preocupado. "Hoy en día, se nos prohíbe revelar los nombres de quienes se encuentran bajo custodia, en nombre de la presunción de inocencia. La cuestión es: ¿cómo se gestiona? ¿Con secretismo o con más información? Lamentablemente, el secretismo no tiene en cuenta que siempre habrá alguien que conozca ese secreto. Si entre los detenidos hay alguien que tiene acceso a asuntos públicos, que los gestiona, un administrador, en resumen, el hecho de que haya alguien que guarde ese secreto puede ser un instrumento de chantaje en las decisiones que tome esta persona, y la comunidad podría sufrir, en silencio, este hecho. Pero para eso sirve la información, por eso es tutelada por el artículo 21 que protege al periodismo de investigación, y la jurisprudencia también lo protege, porque debemos evitar las zonas grises que puedan perjudicar a la comunidad".
Y luego Ranucci criticó a la ley Cartabia: "Una maniobra sucia contra la información, pero también contra las investigaciones judiciales, porque tendremos gente que podrá salirse con la suya tanto a nivel judicial como de dignidad".
*Foto de Portada: © ACFB