"Fuera de la Comisión Antimafia las 'mentes refinadísimas' de las que hablaba Giovanni Falcone, fuera los instigadores externos, fuera las relaciones con la derecha subversiva".
Esto es, en pocas palabras, lo que denunció Salvatore Borsellino junto con Nunzia Agostino, Flora Agostino, Nino Morana Agostino, Paola Caccia, Roberta Gatani, Angela Gentile Manca, Brizio Montinaro, Donata Montinaro y Stefano Mormile en un artículo publicado en el diario Il Fatto Quotidiano.
Los temas que la Comisión Parlamentaria Antimafia debería examinar para intentar reconstruir la verdad sobre el período de las masacres que marcó profundamente la historia de nuestra República son "los vínculos entre la derecha subversiva y las masacres mafiosas y los descubrimientos de Paolo Borsellino sobre los motivos de la masacre de Capaci como posibles motivos de las masacres de 1992; el papel de Mario Mori en la historia de Italia, entre la masacre de Bolonia y las masacres mafiosas de 1992-1994" y, en cambio, se decidió seguir una "dirección diametralmente opuesta": es decir, limitar la investigación sobre la masacre de via d'Amelio al único motivo de la llamada "relación de la mafia y los contratos públicos".
No sólo eso, la Comisión escuchó al ex oficial del ROS Mario Mori "pese a las evaluaciones no precisamente destacables que varios jueces tuvieron sobre el tema en varias sentencias definitivas (¡absolutorias!)".
Se hace referencia a las "decisiones técnico-investigativas adoptadas por los acusados (...), más aún cuando se considera que fueron adoptadas por expertos agentes de la Policía Judicial, plantean más de una duda sobre la corrección, al menos desde un punto de vista profesional, de las acciones de ambos y dejan varias zonas grises; como mínimo negligentes y ciertamente reprobables en términos de diligencia investigativa, no es inequívocamente adecuado demostrar con la certeza necesaria que quisieron favorecer a Provenzano de esta manera", ya que no se puede excluir que los acusados "a pesar de ser conscientes de la conexión causal entre sus acciones y el evento (la separación de Provenzano de la captura), llevaron a cabo la conducta que se les imputa, por imprudencia, inexperiencia, irracionalidad o, más bien, por otra razón reprobable" (sentencia del juicio "Mori+1", Corte de Apelación de Palermo, 19 de mayo del 2016). Sin mencionar las veces en que, llamado a declarar en juicios por delitos muy graves, el "valiente hombre del Estado se acogió al derecho de permanecer en silencio".
Mientras tanto, sin embargo, él mismo, desde la comisión, "ataca a todas las personas -magistrados, abogados, investigadores, periodistas, ciudadanos de a pie- que se han atrevido a pedir verdad y justicia sin mirar a nadie a la cara, ni siquiera a exgenerales o directores de los Servicios Secretos. Al fin y al cabo, había advertido: 'Ahora ataco y me divierto yo. Estoy en tratamiento, camino 4 o 5 kilómetros cada día, intento no engordar porque tengo que verlos morir a todos. Lo digo con pasión, con odio'", dice en el artículo.
Y para colmo de males: "La mayoría parlamentaria está preparando el proyecto de ley número 1277 -propuesto en principio por la presidenta de la Comisión, Chiara Colosimo-, que definirá la 'obligación de abstención' para los miembros de la Comisión acusados de tener 'conflictos de intereses'. Es decir, entre líneas, para el senador del M5S Roberto Scarpinato, exmagistrado encargado de las investigaciones sobre las masacres".
Al mismo tiempo, el Decreto de Seguridad otorga mayores poderes e inmunidades a los Servicios Secretos; una herramienta más en manos del ejecutivo para obstaculizar investigaciones inconvenientes.
Todo esto se hará "en nombre de Giovanni Falcone y Paolo Borsellino y de las víctimas de las masacres. Sin embargo, en cada aniversario, a sus familias solo se les pide que conmemoren a sus muertos en silencio (quizás acompañados por algún ministro o presidente regional), sin exigir, para ellos, verdad y justicia".
*Fuente: Fatto Quotidiano
*Foto de Portada: © Imagoeconomica
*Foto 2: De izquierda a derecha: Giuseppe De Donno, Mario Mori y Chiara Colosimo
*Foto 3: El exmagistrado, hoy senador, Roberto Scarpinato