El ministro responde a una nueva pregunta de Gasparri contra los magistrados: "Es importante introducir algunas correcciones"
Continúa la mano dura del ministro de Justicia, Carlo Nordio, contra el poder judicial. Esta vez el Ministro de Justicia ha decidido poner freno a todos los jueces que expresen su disenso o dudas sobre la actuación del Gobierno. "La imparcialidad de la decisión debe expresarse también en términos de su apariencia, imponiendo sobriedad, irreprochabilidad y confidencialidad del comportamiento individual, para evitar el riesgo de parecer influenciado o parcial", declaró en respuesta a una pregunta del líder del grupo Forza Italia en el Senado, Maurizio Gasparri. El ministro confirma así lo que había anunciado en marzo, cuando habló de la prohibición de "comportamientos, incluso legítimos, que comprometan la credibilidad personal, el prestigio y el decoro del magistrado o el prestigio de la institución judicial". También en aquella ocasión fue Gasparri quien instó a Nordio, salvo para la publicación del libro del fiscal nacional adjunto antimafia Nino Di Matteo Il colpo di spugna, (Editorial Fuori Scena), escrito con Saverio Lodato. Ahora Nordio reitera su intención de introducir nuevas sanciones disciplinarias para los magistrados que intervengan en el debate público. El último acto de Gasparri fue preguntar al ministro cuáles eran sus "valoraciones" sobre un editorial de Avvenire en el que el procurador general de Cagliari, Luigi Patronaggio, comentaba la sentencia de Palermo que absolvió a Matteo Salvini de la acusación de secuestro en el caso Open Arms (en el que Patronaggio había trabajado al principio cuando era procurador general de Agrigento). "Lamentablemente, no se puede ignorar que cada vez con mayor frecuencia miembros individuales del poder judicial creen que pueden tomar posiciones políticas públicamente o participar en iniciativas sobre temas políticamente sensibles, con una actitud de fuerte oposición a la acción del gobierno", responde Nordio. Por ello, dice, "es importante introducir medidas correctivas idóneas para asegurar que quienes están dotados del poder de tomar decisiones judiciales capaces de producir efectos disruptivos en la vida de cualquier ciudadano ofrezcan una garantía de imparcialidad no sólo en la decisión sino también en su comportamiento extrafuncional, demostrando sobriedad, irreprochabilidad y confidencialidad en el comportamiento individual". Y este objetivo se alcanzará revisando, mediante las leyes que implementen la separación de carreras, "la lista de faltas disciplinarias previstas por la ley".
*Fuente: Il Fatto Quotidiano
*Foto de Portada: © Davide de Bari