Después del asesinato explotaron semillas de Marielle en todo Brasil

Cinco años de siembra, cinco años de impunidad

Marielle Franco lleva cinco años retratada en muros, calles, pancartas, afiches en las paredes, graffitis, libros, radios, programas de tv, redes sociales, y los pensamientos de cientos de miles de personas en todo el mundo. Disidencias, mujeres, afrodescendientes, pobres, violentadas, nacidas y crecidas en las favelas brasileras, son sectores sociales que levantan la bandera de Marielle, porque todos estos fueron aspectos de la lucha que llevó adelante desde siempre. Marielle, que tenía la fuerza leonina de una líder, solo supo avanzar en los caminos de la justicia social, con su impronta clara y directa, que la llevó a ser muy querida en los ámbitos de lucha, en la política y en la sociedad. Pero como siempre pasa, tanto amor, tiene su contracara, y el odio no tardó en mostrarse.

“Un día muy importante muy fuerte para toda la comunidad latinoamericana (…), para que estos cinco años de silencio absurdo, se puedan acabar”.

Así consideraron las organizadoras del homenaje performático “Marielle yo te llevo”, que realizaron el pasado 14 de marzo decenas de mujeres en la Plaza Libertad de Montevideo. El 'Colectivo Marielle', que convocó al encuentro, está conformado por varias agrupaciones sociales, feministas, afro y disidentes como Mizangas, Ovejas Negras, inmigrantes brasileras, entre otras.

No recuerdo homenaje más sentido, más alegre, más luminoso, que este llevado adelante por tantas luchadoras, reivindicando con sentimiento a una mujer completa, fuerte y ejemplar como Marielle Franco.

En la tarde noche del martes, más de 60 personas, casi todas mujeres y disidencias, dejaron su impronta de afecto, admiración y reivindicación de la figura de la concejala brasilera asesinada, sosteniendo con sus voces la consigna ‘Marielle presente’.

“Este proceso de injusticia nos hace sufrir, pero nos hace generar mucha fuerza para seguir luchando”.

Un círculo de mujeres se conformó en torno a una pancarta con su nombre escrito, junto a la palabra “semente” (‘semilla’ en portugués). A su alrededor danzaron, cantaron, tocaron instrumentos y se dieron las manos conocidas y desconocidas, pero unidas por una misma causa. En el centro, velas y pequeñas macetas con tunas coronaron esa tela que representaba de alguna manera a Marielle, a quien se recordó con cariño y denuncia.

María Santos, organizadora de la movilización

Una de las organizadoras, María Santos, conversó con Antimafia Dos Mil, sobre la convocatoria, a la que asistieron movimientos de mujeres afro de Uruguay como Mizangas, Ovejas Negras, el colectivo Marielle Franco de Fucvam que trabaja el tema de la violencia de género.

Santos, de origen brasilero, forma parte de Colectivo Marielle, y nos habló en su idioma natal.

“Marielle contempla todas las banderas. Es una mujer afro, negra de periferia, madre sola, lesbiana; ella contempla todas esas banderas que hacen que esta diversidad de mujeres hoy estemos acá, como en muchas partes del mundo hoy”.

En plaza libertad de Montevideo Marielle presente 2

Los reclamos por la impunidad que permanece hasta el día de hoy, fueron parte de su reivindicación: “Los acusados están detenidos en la espera del juicio popular, pero no se sabe todavía quiénes son los mandantes del crimen. Este 14 de marzo marca exactamente esta bandera, que ahora más que siempre, fortalecemos el grito por justicia. Ahora -prosiguió- el tema va a ser federalizado, pasó al ámbito federal para ser investigado, porque en Río de Janeiro, aparte del asesinato de Marielle, hubo todo un conjunto de violencias, de obstrucción del proceso -la familia de Marielle no tiene acceso al proceso-; muchas cosas estaban imposibles de investigar, por eso no llegamos hasta los mandantes. Esperemos que ahora sí, sea la oportunidad de llegar hasta los mandantes, porque la impunidad en el caso de Marielle amplía la producción de crímenes de esa naturaleza, de crímenes políticos en relación a las mujeres que están llegando al poder en representación, especialmente a las mujeres afro”.

-¿Qué actividades hace en Uruguay el colectivo Marielle Franco?

“Acá somos la mayoría inmigrantes brasileñas que viven acá, pero que nos encontramos en frentes de lucha desde el golpe a Dilma, hasta Lula Libre, después las elecciones en Brasil que ganamos. Pedimos que todos los crímenes cometidos por Bolsonaro sean castigados porque solo con el covid fueron 700 mil personas muertas en Brasil, que podrían estar vivas hoy. Fue un verdadero genocidio”.

“Hoy por hoy, el tema de Marielle para nosotras es una bandera de lucha. Después del asesinato de Marielle, explotaron semillas de Marielle en todo Brasil, y las causas están con las mujeres ocupando el poder, las mujeres trans y las mujeres afro y resistencias”.

“No debería haber sido por asesinato, por esta vía. La lucha es sangrienta, pero mientras no tengamos más respuestas no vamos a silenciarnos nunca”.

Marielle

Si hay una palabra que describe a Marielle Franco es lucha desde varios frentes

Una mujer, negra, nacida en las favelas, que vivió de cerca la violencia y la discriminación, y que decidió que, ante tanta injusticia, no se iba a quedar de brazos cruzados.

Para enfrentar las dificultades que la sociedad le impuso, atravesó distintas luchas, que combatió desde varios frentes. Fue feminista desde siempre. Fue socióloga. Fue militante desde su juventud. Cuando toda esa formación y experiencia de vida le hicieron comprender que debía dar un paso más, entró en política. Llevó en sus campañas, charlas, disertaciones y reclamos en las calles y luego dentro de las instituciones, causas de las mujeres afrodescendientes, lesbianas, hijas de las favelas, y de personas -particularmente de jóvenes- que eran y son violentadas por las bandas policiales dentro de las favelas de su ciudad natal, Río de Janeiro, en una guerra de nunca acabar.

Marielle Francisco Da Silva nació el 27 de julio de 1979 en el Complexo da Maré, un barrio conformado por varias favelas, al norte de Río de Janeiro.

Con 19 años, en 1998, tuvo a Luyara Santos, su única hija, lo que la motivó a movilizarse para transformar sus posibilidades de futuro. Su lucha por los derechos humanos, que también fue contra la militarización de las favelas, estuvo marcada además por la muerte de una amiga suya en Maré, víctima del fuego cruzado entre policías y narcotraficantes.

A raíz de estas circunstancias, Marielle decidió estudiar sociología, logrando obtener una beca para estudiar en la Pontificia Universidad Católica de Río de Janeiro. Más tarde, realizaría un master en Administración Pública en la Universidad Federal Fluminense.

Su tesis se tituló “UPP: la reducción de la favela a tres letras”, en referencia a las Unidades de Policía Pacificadora, que son cuerpos militarizados que irrumpen en un territorio, abandonado históricamente por el Estado, para luego desarrollar otros proyectos sociales. Una metodología profundamente criticada, puesto que la etapa militar conlleva generalmente un proceso violatorio de los derechos humanos de quienes viven apresados en las luchas de poder, entre los narcotraficantes y las bandas paraestatales.

Franco fue muy crítica desde su trabajo de grado hasta sus últimos tiempos, cuando logró consagrarse como concejala en la gran ciudad de Río de Janeiro, siendo la quinta más votada. Su candidatura por el PSOL (Partido Socialismo y Libertad), en las elecciones municipales de 2016, fue muy valiente, ya que unas veinte personas que se postularon para las alcaldías o para ser concejales en esa ocasión, fueron asesinadas.

“Las rosas de la resistencia nacen del asfalto”, dijo sobre un escenario en plena campaña, en los primeros días de marzo de 2018, poco antes de ser asesinada.

Su postura fuerte apuntaba contra la militarización de las favelas, que entendía que generaban más violencia y persecución a las personas que habitan en esos lugares. Hasta los últimos días de su vida, fue persistente en su militancia. El 13 de marzo denunció en su cuenta de Twitter personal: “Otro homicidio más de un joven que puede estar entrando para la cuenta de la PM. Matheus Melo estaba saliendo de la iglesia. ¿Cuántos más precisan morir para acabar con esta guerra?”. Esta fue la última frase que Marielle publicó en sus redes sociales, justo un día antes de ser asesinada a la salida de un encuentro de mujeres afro, mientras se trasladaba en automóvil junto a Anderson Gomes, el chofer, que también falleció en el lugar. En el coche también iba su asesora de prensa, Fernanda Chaves, quien resultó con heridas leves.

Al día de hoy, permanecen detenidos dos expolicías militares: Ronnie Lessa –quien habría disparado a Marielle y a Anderson- y Élcio de Queiroz, quien habría conducido el coche desde donde salieron los disparos-. Los dos, Lessa y de Queiroz, tienen vinculaciones con el expresidente brasilero Jair Bolsonaro. Una llamada anónima a la policía fue la que detonó la investigación en su contra, con la posterior imputación de ambos. Mientras tanto, varias personas del cuerpo de policía, políticos, integrantes del Estado y familiares de los sicarios están siendo investigadas.

Sin embargo, aún no se sabe, quién mandó a matar a Marielle Franco.

Foto: Antimafia Dos Mil

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