Ante hombres como éste sólo se puede inclinar la cabeza y rendirles el debido homenaje. Frente a los dos instintos que el hombre lleva consigo, el de la vida y el de la muerte, Biagio Conte eligió la vida al servicio de los demás, el amor y la empatía hacia los últimos, los más débiles, los más pobres, los desechos de la civilización del consumo, del dinero, del arribismo. Vestía un hábito y un par de sandalias, sin la bendición ni el permiso de las autoridades religiosas, porque decidió vivir como un pobre, tirando por la borda la cómoda condición en la que había vivido antes, y al igual que San Francisco, se quedó entre los humildes y los últimos, para seguir luchando día a día para que tengan techo, comida, amor y esperanza.

En Partinico hubo otro gran hombre, fray Giuseppe Di Maggio, que lo dejó todo para vestir un hábito, vivir como pobre y ayudar a los pobres, pero su labor social fue frustrada por los fascistas, que lo enviaron a un confinamiento interno en la Iglesia de la época, que lo consideraba un cuerpo extraño por no haber aceptado el servicio militar en una orden religiosa, y por los políticos democristianos posteriores. El hermano Biagio continuó obstinadamente en medio de mil dificultades, y al final creó algunas estructuras donde humildemente continuamos ayudando a las personas sin hogar, a los vagabundos, a los refugiados de guerra, a las madres abandonadas, a los pobres, todo con los muy pocos medios que podemos encontrar, mientras el Estado ignora o pretende ignorar la existencia de estos "sacos" de miseria, de estos "desechos de la sociedad".

Tuve la suerte de conocerlo con motivo de la travesía de la legalidad, que partió de Bagheria el 29 de junio del 2012. Vino a recibirnos al puerto de Palermo en silla de ruedas. Me llamó la atención el azul de sus ojos, la dulzura de su mirada y el tono de su voz. Pedí y recibí el honor de poder empujar su silla por un tramo de camino. Guardo la esperanza de que, con la muerte de su fundador, todo lo que él creó pueda continuar, en su memoria y con su ejemplo. No es fácil encontrar a alguien que tome el relevo.

La foto es del 2012.

*Extraído de: ilcompagno.it

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