Martes 19 Marzo 2024

La vicepresidenta Dina Boluarte será ahora la presidenta por resolución parlamentaria

Horas antes, Castillo había disuelto el Congreso

Por Antimafia Dos Mil-7 de diciembre de 2022

Fruto de una muy tensa crisis política, que dataría ya desde hace varios meses en el Perú, y que se agrava paulatinamente, al mismo momento que redactamos estas líneas, el Congreso fue disuelto por el presidente legítimo Pedro Castillo, y acto seguido, los parlamentarios optaron por destituirlo a él de la sede del Ejecutivo por “incapacidad moral” convocando a la vicepresidenta Dina Boluarte a hacerse cargo de la Presidencia, al tiempo que fuerzas de la Policía local detuvieron al mandatario destituido, a quien recluyeron provisoriamente en un unidad estatal de la Fuerza, en Lima.

Las agencias internacionales de la región y del mundo, en las primeras horas de la tarde de este miércoles dieron a conocer que el presidente legítimamente elegido en el Perú había disuelto el Congreso de su país, apenas hubo terminado de dar un mensaje a la nación.

La primera repercusión de esta medida adoptada por Castillo se visibilizó en el Congreso en una sesión especial, en la que, por 101 votos, de un total de 130 congresistas, se resolvió destituirlo a él, materializándose en consecuencia un quiebre institucional mayúsculo.

El fundamento expuesto por quienes promovieron la destitución y no acatar la disolución del Congreso, fue concretamente endilgar al presidente dentro de los parámetros de un “incapaz moral”, en virtud de haberse tomado la responsabilidad de disolver el máximo poder parlamentario del Perú.

Dentro de ese contexto, y mientras la población peruana vivía los acontecimientos dentro de un tenso clima, donde las especulaciones y la incertidumbre institucional predominaban, por sobre toda suerte de acciones y de protestas que comenzaron a visibilizarse en las calles de Lima, sin mayores consecuencias, como así también la presencia de efectivos del Ejército y de la Policía, con el cometido de mantener la calma ciudadana, sobrevino la noticia de que el Congreso hubo convocado a la Vice presidenta Dina Boluarte a tomar las riendas del gobierno.

Casi simultáneamente, y quizás cuando todavía muchos peruanos no salían de su asombro por lo que estaba aconteciendo o recién tomaban conocimiento de los hechos a nivel del círculo gubernamental, los medios locales e internacionales dieron otra noticia, que seguramente agravará aún más la situación. En efecto, fuerzas policiales acantonadas en Lima procedieron a detener al presidente destituido Pedro Castillo, el que fue trasladado bajo fuerte custodia a una dependencia policial limeña, lugar donde en estos precisos momentos, se encuentra recluido.

Se ignora -también hasta este momento que publicamos la noticia- qué ocurrirá con él, aunque no se descarta que sea sometido a un tribunal, desconociéndose bajo que parámetros y bajo qué cargos, tomando en cuenta, que, si hay desde este momento una nueva presidenta, se supone que permanece vigente un Estado de derecho, razón por la cual, su destino se inscribiría dentro de un marco de garantías institucionales básicas. Al menos así se supone que debería acontecer.

Reina un clima de tensión en Lima y la población sigue los acontecimientos atentamente por los medios de comunicación. No se han reportado incidentes ni tampoco otro tipo de detenciones. Pero, de hecho, y dadas las circunstancias, el panorama político e institucional vive un momento bisagra de proporciones, que podría tener consecuencias y derivaciones a diferentes niveles.

Inevitablemente las corporaciones gremiales, los trabajadores y los diferentes partidos políticos, ya al cierre de esta edición venían pronunciándose y dando a conocer sus respectivas posiciones. Y no se descartan que con el correr de las horas puedas suscitarse algunas movilizaciones, de diverso tenor.

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*Foto de portada: captura de pantalla