Francia renovó el domingo el mandato del presidente Emmanuel Macrón. Finalmente, como saldo de su primer mandato, la gestión del presidente galo, no cumplió con lo que se esperaba y su estrategia no conformó a millones de personas en situación de inestabilidad económica.No había muchas opciones, o se votaba por el candidato liberal o por la ultraderecha recalcitrante. Y fue el espanto lo que llevó a la gente y a la oposición a votar por el actual presidente. Pero suenan las alarmas al ver como el movimiento de Marine Le Pen a pesar del resultado, se reafirmó en todo el país.
Macron, más allá de todo, supo capitalizar y golpear dos veces la puerta de la historia de Francia y lo hizo con Le Pen bajo sus pies, al menos por ahora.
Macron con menos de 40 años, pasó a la historia, sin partido ni pasado político, y ganó las elecciones presidenciales por vez primera, hace cinco años atrás, venciendo a la derecha republicana y al Partido Socialista. Por segunda vez enfrentó a Marine Le Pen y volvió a ganar este domingo.
Pero el pasado fin de semana, lo que realmente pasó fue que Macron incumplió un compromiso ante el pueblo francés: fue durante su primer discurso como presidente que dijo: “en estos cinco años que vienen haré todo para que no tengan ninguna razón de votar por los extremos”. Su mandato no solo fue conflictivo rayando la debacle política, sino que cinco años después y ante la misma adversaria, perdió los 16 puntos de ventaja que había sacado en la primera elección.
La familia Le Pen había tratado tres veces de llegar al máximo cargo: la primera fue Jean-Marie Le Pen en 2002, luego Marine Le Pen en 2017 y, ahora en 2022; sin embargo, y a pesar que la extrema derecha no llegó al Palacio del Elíseo, su movimiento ganó fuerza a lo largo de todo el país, incluso en bastiones históricos de la izquierda como en el suroeste y el oeste del país.
Le Pen a lo largo de una década supo fabricar una cálida imagen de su partido con sabor a pueblo, disimuló su candente antisemitismo contra migrantes y los musulmanes. Acercándose peligrosamente a los más necesitados cuando, en realidad, y fiel al estilo de la derecha, posee todos los componentes conservadores.
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*Foto de portada: Wikimedia
