El ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergey Lavrov, expresó este jueves su esperanza de que el "espíritu de compromiso y la búsqueda de un equilibrio de intereses" ayuden a llevar a cabo los acuerdos de Minsk. "No queremos amenazar a nadie -prosiguió el ministro ruso durante una rueda de prensa conjunta con su homóloga británica, Liz Truss- miren las declaraciones públicas: no hay una sola amenaza en ninguna parte. Son ellos los que nos amenazan a nosotros". Luego agregó que hablar con Truss es como hablar con una persona sorda "que está aquí pero que no quiere escuchar" y acusó al Reino Unido de "ignorar las detalladas explicaciones rusas" sobre la crisis en curso. "Explicamos que las tropas rusas en la frontera (con Ucrania) están en nuestro territorio" a diferencia "de los miles de soldados británicos en el Báltico". Los dos funcionarios nunca se miraron y el tono de la conferencia fue glaciar. Lavrov también criticó las palabras del presidente ucraniano, Vladimir Zelenski, quien afirmó que Kiev no dialogará con los representantes de las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk porque no está previsto en los acuerdos de Minsk.
"Esa es ciertamente la escuela de Goebbels, y quizás incluso supera el arte del principal propagandista del Tercer Reich", dijo el ministro, y agregó que las autoridades ucranianas mienten descaradamente "al rechazar lo aprobado por el Consejo de Seguridad de la ONU y sin preocuparse por el hecho de que Londres, París, Berlín o Washington lo requieran".
Por lo tanto, la distensión propuesta por Macron no parece haberse producido todavía. Según las noticias reportadas por el Moscow Times, las tropas rusas todavía están en movimiento. Rusia anunció ejercicios de misiles y artillería entre el 13 y el 19 de febrero en el Mar Negro y el adyacente Mar de Azov. La advertencia se emitió cuando seis de los barcos de desembarco anfibio más grandes de Rusia ingresaron al Mar Negro desde el Mediterráneo. El Ministerio de Defensa ruso dijo hoy que los seis barcos se detuvieron en la base naval del puerto de Sebastopol en Crimea antes de "continuar con sus funciones". Según el sitio web Naval News con sede en París, los seis barcos tienen capacidad para transportar 2.000 hombres y 63 tanques. El sitio agrega que un submarino ruso también podría ingresar al Mar Negro mañana. Además, el Ministerio de Defensa ruso confirmó en un comunicado el inicio de maniobras en Bielorrusia (denominadas Union Resolve 2022), previstas hasta el 20 de febrero, que se centrarán en la "represión y repulsión de agresiones externas".
Por su parte, el primer ministro británico, Boris Johnson, se reunió con el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, para discutir la reciente oferta de duplicar el número de tropas británicas en las fronteras de Europa con Rusia. Lo mismo ocurre con Estados Unidos, donde el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, afirmó que "Estados Unidos está dispuesto a imponer costos rápidos y severos a Rusia, en caso de que vaya más allá con la agresión militar de Ucrania". Blinken luego reafirmó al secretario general de la OTAN "el compromiso de los EEUU de estrechar la cooperación y las consultas con los aliados". Los dos discutieron también "los esfuerzos diplomáticos para pedirle a Rusia que inicie la reducción de la escalada y participe en un diálogo y ajustes mutuos y significativos en el despliegue de fuerzas estadounidenses y aliadas para fortificar el flanco oriental de la Alianza".
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