La historia de Chico Mendes se repite. Terrible, imposible de entender. Tal como pasó aquel 22 de diciembre de 1988 en Xapuri, cuando Chico cayó baleado por un terrateniente y uno de sus más de 20 hijos. Por defender la Amazonia. Por liderar la expresión de un cambio que comienza desde las raíces de la tierra, desde la selva, desde los ríos y arroyos, desde los pulmones del mundo. Por cuidar de la salud de un ecosistema que afecta a tantos seres vivos como no se puede contar, de la región, y del continente mismo. Culpable de evitar la forestación masiva y de proteger a las familias que vivían de la tierra. Hoy, fueron José, Márcia y su hija Joene, una familia de pescadores, que por defender los ecosistemas de la zona, fueron asesinados a balazos.
Se trata de una familia de activistas que desde hacía 20 años realizaba actividades en defensa de la tierra, los ecosistemas, y la repoblación de tortugas en la zona donde residían, en el estado de Pará, en la Amazonia brasilera.
Los asesinos aún no han sido identificados.
Las victimas sí: José Gomes, Márcia Nunes -su esposa- y Joene, hija de ambos, de 14 años. Sus cuerpos fueron hallados por el hijo de la pareja, el pasado domingo en las orillas del Xingú uno de los ríos más importantes de la región, cerca de donde vivían. Por el estado de descomposición se estima que la masacre sucedió tres días antes del hallazgo.
Varias organizaciones se pronunciaron sobre estas muertes. La Sociedad Defensora de los Derechos Humanos de Pará, señaló que no se trata de un hecho aislado, hablando del caso como “otra masacre”. Por su parte, el Movimiento de Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST), destacó que el atentado “forma parte del avance del proyecto genocida del Gobierno de Bolsonaro”, y dijo que “este horrible caso no es aislado”.
Lo mismo puntualizó Amnistía Internacional: “Las amenazas, ataques y asesinatos de defensores de derechos humanos y ambientales no son casos aislados”, expresó, repitiendo lo que está en boca de todos y en conocimiento pleno de la sociedad. Además, exigió al Estado de Brasil “actuar para contener la violencia y el ciclo de impunidad que avanzan sobre la región amazónica y todo el territorio nacional”.
Brasil es uno de los países más peligrosos para los defensores del medio ambiente. En 2020, fue el tercer país con más asesinatos a líderes ambientalistas, en un total de 227 muertos, según informó la ONG Global Witness. La ONU también alertó que en 2021 fueron asesinados 78 líderes sociales, defensores de derechos humanos, muchos de ellos líderes de comunidades de pueblos originarios y ambientalistas.
Es realmente desgarrador el golpe brutal y sanguinario que dieron a tres personas humildes, pescadores, pero valientes y llenos de preocupación por conservar la tierra, por llenar de vida lo que estaba a su alcance. Los asesinos tampoco repararon en que estaban asesinando a una joven, de apenas 14 años. Con sangre fría, repulsivamente, atacaron a una familia que protegía una región tan importante como lo es la Amazonia.
Es inaceptable el avance de las empresas multinacionales, que se sirven de sicarios, que comulgan con legisladores y políticos para hacerse lugar con sus grandes industrias, socavando a culturas y comunidades enteras, que viven en armonía con el ecosistema y el ambiente.
No podemos permitir que el cuidado de nuestra propia vida sea atacado. Que nos quiten la libertad de rebelarnos en contra de la muerte. No podemos guardar silencio frente a este genocidio. Porque mañana no habrá tierra que defender, ni vida, ni dinero. Solo muerte, y silencio.
Hoy, rompemos el silencio. Porque queremos la vida. Una vez más desde nuestras páginas, denunciamos, reclamamos justicia, resistimos y repudiamos, este atentado. Porque ha sido un atentado a la libertad y a la vida humana, y a la vida del planeta, perpetrado descaradamente por los malditos intereses, de los malditos de siempre que arrasan vidas y esperanzas, como si tal cosa.
A ustedes asesinos, los señalaremos siempre desde nuestra redacción, porque son los verdaderos criminales. ¿O acaso ustedes tuvieron la osadía de pensar que ellos eran los criminales por defender la naturaleza?
Los criminales son ustedes, que son los que empuñaron armas y apretaron gatillos, y a puro plomo, segaron tres vidas inocentes.
Desde nuestra redacción de Montevideo, nuestro airado repudio.
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*Foto de portada: la-lista.com