Viernes 26 Abril 2024
¿Iremos otra vez hacia el fracaso?
 
¿Tratando de hacer una nueva política, pero con acciones de los partidos de la transición?
 
Por Claudio Rojas, desde Chile-19 de noviembre de 2021

El próximo domingo 21 de noviembre de 2021, Chile enfrenta elecciones presidenciales y se renovará la mitad del Parlamento, y de los consejeros regionales (COR), en un tiempo donde se está construyendo una nueva constitución por parte de la Convención Constitucional, la que debiera estar rigiendo a partir de dos años.  En este escenario, son pocos los que tiene claridad sobre lo que viene, pues pueden elegirse senadores, que a lo mejor van a durar tan sólo 2 años, si es que se disuelve la Cámara Alta, tal y como se ha dicho, pues ese es el sentir popular.

No existen candidatos presidenciales que representen el sentir de los jóvenes que se rebelaron el 18 de octubre de 2019; el más cercano y más probable ganador es Gabriel Boric, que representa una izquierda timorata, de componendas y nada de rupturista, por lo tanto, parece inofensivo para el sistema.

La otra carta que tiene la oposición, es Yasna Provoste de la DC (centro-izquierda), quien es la única que ha mostrado cierto liderazgo cuando fue presidenta del Senado; además, tiene mayor trayectoria política (fue ministra de Educación de Bachelet), y eso es algo que pesa para muchos votantes, pero el problema principal, es que quienes la acompañan, no dan confianza a la ciudadanía.

Fueron la desconfianza y el individualismo los que le abrieron el camino a los Trump y los Bolsonaro, millonarios xenófobos y machistas, que se mostraban como el antídoto al modelo del que forman parte central. Y es eso también lo que potencia hoy la figura de José Antonio Kast, quien no siendo más que un político con delirios autoritarios, muestra su ultraconservadurismo como rebeldía, y su posición de extrema derecha, que en los últimos años lo ha distanciado incluso de la UDI, como independencia política. Ante éste, el Washington post dijo: Ante las elecciones en Chile, es hora de llamar al fascismo por su nombre.  Este último candidato de la extrema derecha, se ha dedicado a visitar a todos los violadores de DDHH tanto de la dictadura de Pinochet, como los de la revuelta, mostrando un perfil de orden y autoridad, como si fuera a gobernar con los militares.

Para revertir el discurso antipolítico del Chile neoliberal, traducir las demandas del 18 de octubre y atender las necesidades que develó la pandemia, las fuerzas transformadoras necesitan dar señales claras de que es posible confiarle nuestro futuro a la organización colectiva.  

Es precisamente el contacto con organizaciones sociales y en el trabajo cotidiano y permanente de nuestros representantes electos y candidaturas con las vecinas y vecinos de sus territorios, donde está la clave para superar la desconfianza y la decepción de las mayorías con la política partidista.

No son las instituciones las que deben hacer que ese tipo de colectivos cambie de opinión; por el contrario, son esas organizaciones sociales las que deben transformar a las instituciones, y nuestro rol, es precisamente, darles el poder que les permita hacer evolucionar nuestra democracia, y nuestra gestión, de los recursos que producimos como sociedad.

Para todo esto, nuestro compromiso debe ser claro: ningún representante público de las fuerzas transformadoras que hoy se agrupan en la coalición Apruebo Dignidad, puede estar sentado los próximos cuatro años en un cargo, percibiendo recursos públicos, sin reunirse permanentemente a escuchar a las comunidades que representa, y sin hacer esfuerzos por convertir esas voluntades, en cambios que nos permitan vivir mejor.

Elecciones 2021 en Chile 2

El próximo ciclo electoral será un fracaso si nuestros discursos siguen tratando de hacer una nueva política, mientras nuestras acciones siguen siendo las de los partidos del Chile de la transición. Hay que tomar riesgos, ser sinceros, cambiar nuestras prácticas cotidianas y nuestras tácticas electorales, y en definitiva ser capaces, en el tiempo que tenemos debemos probar con hechos concretos que es posible hacer las cosas de otra forma, para no repetir nunca más los vicios del Chile de la transición, en los puestos de poder y en las campañas electorales. 

En el despertar de Chile, los partidos políticos de izquierda tienen el deber de restablecer la confianza de las mayorías en las herramientas democráticas con acciones concretas, y por sobre todo ese sector, si quiere tener éxito, debe saber vencer la apatía de muchos, que siempre favorece a la derecha, a los que defienden intereses.

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*Foto de portada: elboconpe.com

*Foto 2: geropolisuniversidaddevalparaiso.com