Con la presidenta de la Asociación de Trabajadores Rurales “Julio César Brítez”

En tres departamentos, menonitas y brasileños ejercen feroz explotación laboral; hay medio millar de denuncias

Por Jean Georges Almendras, enviado especial, Paraguay-24 de octubre de 2021

La sola idea de que hoy por hoy, la explotación laboral es una realidad, indiscutible, en algunos países, a juzgar por las múltiples evidencias que salen a la luz pública, trascendiendo fronteras, ya nos resulta repulsivo, pero más repulsivo no resulta, que las autoridades del país donde se registran todos estos abusos, miren hacia un costado. Y se hagan los indiferentes, en todo el sentido del término. Y cómplices, de una degradación que ya deberíamos haber superado como civilización. Pero los hechos hablan por sí solos, cuando los atropellos laborales hacen añicos las esperanzas humanas, en este caso, en territorio paraguayo, bajo la administración de Mario Abdó Benitez, cúpula de un vértice gubernamental, signado por la criminalidad y por la inmoralidad a todas sus anchas. Mientras el Paraguay, como nación, va cobrando desprestigio a nivel internacional, puesto que es constantemente calificado, como un narco-estado, en sus entrañas, sus ciudadanos viven horas, días, semanas y meses críticos, porque la sociedad paraguaya, en este 2021, literalmente se cae a pedazos, en medio de tensas violencias de neto corte político, con matices mafiosos, donde las diferencias sociales se palpan, con crudeza espeluznante, no solo en la capital sino, muy especialmente , tierra adentro. Allí donde las soledades y las miserias de los campesinos y las comunidades indígenas -que no son pocas- se multiplican y perduran terriblemente, fruto de las indignantes políticas laborales, impuestas por grupos sociales de ideas retrogradas, fascistas y carentes de toda sensibilidad, cruelmente confabulados -con un Estado inoperante- para explotar al trabajador rural, como si viviéramos en tiempos pretéritos. Sin duda, es una de las tantas incoherencias del hombre civilizado de nuestros días, que se jacta de serlo, cuando en realidad no hace otra cosa que blasfemar, segundo a segundo, a la vida misma, convirtiéndose en un devorador de personas. Estuvimos dialogando con la activista Simeona Britez, presidenta de la Asociación de Trabajadores Rurales “Julio César Britez”. En palabras sencillas, pero contundentes, nos fue describiendo, en tono de pura denuncia, un panorama aterrador, respecto a comunidades humanas, que en un extenso territorio rural paraguayo viven -padecen- una explotación laboral (“una suerte de esclavitud” nos dice ella, con la autoridad que le da su rol de activista) bajo todo punto vista, indignante y reprobable. La valiente activista nos relata (más bien, denuncia públicamente y sin acartonamientos ni bozales) historias de abusos que nos sugieren, con inconfundible crudeza , que la explotación del hombre por el hombre, es un hecho de nuestro tiempo en las tierras paraguayas de hoy, y que desafortunadamente, tales desmanes y tales abusos, parecerían inscribirse en el marco de una humanidad de este siglo XXI, que una vez más exhibe, garras y dientes, dirigidas hacia los sectores sociales más vulnerables, desde los sectores sociales privilegiados paraguayos, en este caso las comunidades “menonitas”, que están instaladas en varios departamentos del interior del país guaraní. Comunidades (que, quizás con la complicidad de los poderosos de la región y de la capital) avasallan a las personas, haciendo parte de una sociedad hipócrita, que erosiona derechos y genera injusticias, y hasta ocasiona la muerte, a juzgar por la valerosa denuncia de la activista Britez, cuyo hermano mismo, el día 1ero de mayo de este año, fue una de las víctimas fatales de estas situaciones, que ya pueden ser perfectamente calificadas como muertes mafiosas, y que son moneda corriente, en esas regiones de la entrañable tierra paraguaya. Simeona Britez, honestidad militante de por medio, nos hace una sólida denuncia, de una realidad que golpea brutalmente a cientos de personas, que la golpea a ella misma y que también nos golpea como periodistas (y que seguramente lo golpeará a usted como lector). Una realidad que requerirá de urgentes medidas judiciales, para poner punto final a tanta acción devastadora en el ámbito rural, en un país, que hoy sufre en sus entrañas, los embates de la mafia, de la corrupción y de una insensibilidad gubernamental alevosa, y hasta criminal.

-¿Hay explotación laboral en la zona donde están trabajando los menonitas?

“Hay un 80% de explotación laboral, y no solo menonitas. Pero en realidad, esto sucede más entre los menonitas y los brasileros”.

-¿Cómo se desarrolla esa explotación laboral?

“Yo le llamo explotación laboral, y le llamo esclavitud modernizada. ¿Por qué le llamo esclavitud modernizada? Porque la mafia se apoderó del Chaco. De donde llevo mi lucha, yo la titulé ‘La mafia chaqueña’, la esclavitud modernizada. ¿Por qué? Porque soy una persona con justas causas en esta lucha. Pasan por mis manos todos los casos que yo le diría ‘inhumanos’. No solamente esclavitud, yo diría, porque esclavitud sería, como me dijo la ministra, que para ser esclavitud tiene que tener cinco componentes. En este caso yo no tengo ninguno en que sean azotados, encadenados y haciéndolo trabajar forzadamente. Bueno, no son encadenados hoy en día, no son azotados hoy en día, pero sí son censurados y cercenados sus derechos. Ellos no tienen comida, ellos no cobran un sueldo como corresponde. Prácticamente trabajan por comida. No les sobra un sueldo como para poder irse a su casa. No tienen vacaciones, no tienen comodidades. Nos han llegado fotos que son desgarradoras; duermen en el piso con una víbora que amanece ahí en los pies, una yarará. Esta gente se levanta y desayunan cocido con dos galletas, y se van a trabajar. Comienzan a trabajar, y vuelven a las 9, 10 de la noche, vos ves los grupos de WhatsApp, desensillando caballos que están llegando del campo. ¿Qué llevan para su almuerzo? Tortilla, o pirón, que se llama una comida. Un trabajador, que trabaja a esa magnitud, con 45, 50, 60 grados de calor en el Chaco, ¿usted se piensa que va a aguantar eso? ¿Usted se piensa que un trabajador que no se alimenta puede rendirle a un patrón? Ellos no tienen IPS, no tienen educación familiar. Los IPS les roban. El artículo 98 quieren censurar ahora, inclusive no quieren pagar más antigüedades. En la semana estuve reunida con la gente de la Asociación Rural, con los grandes empresarios, y ahí ellos me plantearon -yo el 25 vuelvo a tener reunión con ellos- ya con el equipo de la Asociación, y ya nos vamos a juntar todos en esa reunión con la ministra y todo, porque la ministra está traicionando a los trabajadores. Esto es una traición a los trabajadores, porque ella, en el día que nosotros fuimos con el compañero Jorge Figueredo a presentar el documento, donde solicitamos reunión con la ministra, nosotros nos reunimos con la comisión de Derechos Humanos. Quisimos reunirnos con la ministra que hasta ahora no nos dan respuestas. ¿Qué hizo la ministra? Nosotros le llevamos un escrito, de todas las denuncias que nosotros tenemos, los que ya son judicializados y los que no son judicializados, le llevamos un escrito. Y ella en el mismo día que nosotros presentamos eso, se va y se reúne en la Asociación Rural con los empresarios, con los brasileros. Nosotros solicitamos control absoluto. Presidente Hayes, Boquerón y Alto Paraguay. En ningún momento de nuestro escrito la Asociación lo hizo especificando, vayan a hacer control a la estancia de los brasileros. Ella fue y se reunió, porque yo de eso me enteré de la boca de la gente de la asociación. Los empresarios me llamaron a reunión, yo me reuní, enferma me reuní, y me quedé sorprendida por lo que ellos me dijeron. Me dijo, usted presentó a la ministra un control total a nuestra ganadería. Pero la Asociación estaba apretando, la Asociación pide aumento de sueldo, buena comida, comodidades, que se le pague vacaciones, y eso no existe en rural, me dice. ¿Cuál es el problema, con rural y con una oficinista? Yo no le veo ninguna diferencia a un trabajador. Le ponen ese nombre, le dicen peón para poder censurarles, porque peón no existe, trabajadores son. Le ponen de nombre ‘mayú’; mayú no es, es una empleada doméstica. La mujer que trabaja dentro de la estancia es empleada doméstica, no es mayú. Le ponen ese sobrenombre para poder censurarle y pagarle aquella miseria que ellos quieren pagarle. Dice que tienen convenio con el hospital, cuando ellos se enferman. Esto es doloroso, porque gente, personal, que se enferma en la estancia, no son capaces los patrones de ponerles un vehículo para llevarlos hasta el hospital. Si los patrones los llevan, les cobran el taxi de su camioneta, le cobran el gasoil, un millón, un millón doscientos, un millón trescientos, que dura dos meses, tres meses, para que esa persona pueda pagar todo. Vive por comida esta gente. Y trabajan más de la cuenta. Ellos no tienen ocho horas, y son obligados a trabajar. Es un trabajo forzoso por la necesidad de ellos. Porque imagínese, ¿qué vas a comer en tu casa? Puedes irte a tu casa, pero no vas a tener trabajo. ¿Qué vas a comer? Van, se obligan a ir a trabajar en esos lugares para poder comer, para poder darle de comer a sus niños, a sus mujeres embarazadas. Las mujeres embarazadas se van detrás de sus maridos con un solo sueldo, que le tiene que cocinar a doce, trece personas, con el dinero del trabajador. Tenemos gente de treinta años expulsados, sin ningún tipo de derecho. Tenemos denuncias. La ingeniera le dice ‘no, yo en ningún momento le prometí que iba a estar en la estancia bajo ventilador y bajo comodidades. La estancia no pone comodidades; si usted quiere comodidades, usted se las tiene que traer’. Tengo pruebas de lo que estoy diciendo”.

-¿Dónde está ubicado esto? ¿Cuántas personas son las explotadas y hace cuánto tiempo?

“En las zonas de presidente Hayes, presidente Boquerón y Alto Paraguay. Esto es un 80% de las estancias que pertenecen a esos tres departamentos. Es en general, pero los que más explotan y más censuran los derechos de los trabajadores son los menonitas y los brasileros, y en cuanto a indígenas, ni te cuento cómo son explotados. Hace una semana que murió un trabajador indígena. 17 años de antigüedad en una estancia, que me pidió auxilio. Yo envié ese caso a la Comisión de Derechos Humanos; envié, reporté todos los videos, el que yo hice con ellos. Yo pensé, me prometieron, que iban a darle asistencia. Se murió el señor, hasta hoy día están sin nada. Pertenece a la comunidad de Idana Fernández, esta familia. ¿Cómo no decir que es una explotación, una esclavitud, un trabajo forzoso? Nosotros no tenemos el conteo de cuántas personas son las explotadas, y que pertenecen a estos tres departamentos. Debería hacerse un censo”.

-¿Organismos de derechos humanos que hayan tomado interés en esto?

“Yo me reuní con la gente de la OIT esta semana, ellos vinieron acá y llevaron todas mis quejas. Me hicieron entrevista más o menos de una hora y media. Conversé muy bien con ellos; les expliqué, les mostré inclusive los documentos que tenemos. Ahora tengo el próximo 25 una reunión con la Asociación Rural. Pero, ¿qué pide la Asociación Rural? Censurar el derecho de la antigüedad, violar la Constitución Nacional, el artículo 98, la estabilidad laboral. No quieren más pagar antigüedades, porque durante 10 años les daban comida, le pagan todo el sueldo, le dan casa, ¿y por qué tienen que pagar antigüedades? Cuando un trabajador tiene diez años de antigüedad tiene una estabilidad laboral. Pero acá en Paraguay, lo quieren eliminar”.

-¿Cuántas causas judiciales hay, que tú hayas apadrinado o ayudado?

“Unas 20 más o menos, cuatro o cinco judicializadas. Administrativamente, contando todas las denuncias, tenemos unas 500”.

-¿En qué contexto haces esta lucha? ¿Eres presidenta de qué Asociación?

"La Asociación se creó a través de una injusticia que se cometió con un hermano mío menor, que q le mataron en una ganadera que es de la mafia. La mafia lo mató a mi hermano. Mi hermano dio su vida para que esto se destapara. A mi hermano lo mató la mafia. Mi hermano nació acá, se crio acá, y desde que cumplió la mayoría de edad se fue al Chaco a trabajar con máquinas pesadas. Pero jamás pensé que al año y medio que salió, la mafia me iba a arrastrar a mi hermano menor".

-¿Por qué crees que lo mataron a tu hermano Julio César?

“Porque en esa ganadera no se trabaja con la ganadería, esas son solamente pantallas. Mi hermano descubrió algo más profundo en esa ganadería. Plantaciones y fabricaciones de drogas. Esa fue la razón por la que lo mataron a mi hermano. Hemos presentado nosotros testigos. El fiscal Héctor Velázquez, que hasta hoy día jamás ha dado ningún tipo de resultado en el caso de mi hermano. Hemos presentado inclusive testigos, hemos solicitado la detención del supuesto asesino de mi hermano, pero hasta hoy día, repito, el fiscal jamás ha dado ningún resultado. ¿Por qué? Porque este fiscal es reconocido nacionalmente, y quizás hasta también internacional, es cuestión de investigarlos, no hay ningún caso resuelto. Según informaciones que tenemos, tres personas ya fallecieron en esa estancia. Pero si en un lugar fallecieron dos personas, muerte súbita, suicidio, infartos. Este forense, y este fiscal, lo único que sabe es facilitar la muerte. ¿Por qué digo facilitar? Porque en todas las defunciones, si no es suicidio es infarto; si no es infarto es muerte súbita. ¿No te llamaría la atención a vos donde mueren tres personas, y usted no se va como fiscal a hacer su investigación correspondiente? Uno no necesita ser ni fiscal ni abogado para que te llame la atención. Pero tenemos gente que está con nosotros en la Asociación, que también murieron sus hermanos en esa instancia y que fue diagnosticado como suicidio. Tenemos varios otros casos de la misma estancia. ¿Qué pasa con la justicia, con la injusticia? La justicia cubre la mafia. Mi hermano, dio la vida. Cayó en las manos de la mafia y acabaron con su vida. Hace ya seis meses que falleció mi hermano. Y hasta ahora no tengo ni siquiera el resultado de la autopsia. La asociación se llama Julio César BrÍtez, en memoria de mi hermano, porque a partir de ahí se creó todo esto. Es la Asociación en defensa de los trabajadores rurales, dentro de los 17 departamentos que tenemos dentro de lo que es la República del Paraguay”.

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*Foto de portada: Captura de video / Facebook de Simeona Brítez