“…con calor de pueblo”
 
Por Jean Georges Almendras-26 de julio de 2021

Debo remarcar, con expresas palabras, no solo que Aleida Guevara, médica pediatra y activista social, que vive en Cuba, y que es la hija de Ernesto “Che” Guevara, recientemente ha dado una opinión públicamente, a través de un medio argentino, sobre todas las instancias que vive ahora el pueblo cubano, sino que, además, debo considerar que su apreciación, además de ser más que oportuna, históricamente, resume y expresa mis ideas, frente una situación que desde hace algunos días ha hecho que Cuba (y los cubanos) estén bajo la mira y en la boca de todo el mundo. La opinión sincera de esta mujer, habla de su transparencia, no solo ideológica, sino también de su ética militante, y de su frontalidad a la hora de dar la cara, al mundo entero. Y creo, como mínimo, que ya solo por eso, sin considerar que es la hija de un revolucionario verdadero -mítico y referente de múltiples generaciones, hasta nuestros días- e indiscutiblemente un luchador social histórico a rajatabla, tanto para sudamericanos como para no sudamericanos, su opinión no debería pasar inadvertida, sino que, en contrario, debería ser fuente de consulta y un nada despreciable oasis, para quienes están sedientos de verdades, en este desierto que hoy es la humanidad, en cada fracción territorial de los cuatro puntos cardinales.

Aleida Guevara, que no hace mucho tiempo estuvo en tierras italianas, que no hace mucho tiempo tuvo un mano a mano con los jóvenes de Our Voice y redactores de Antimafia Dos Mil, y que después, en un evento público asestó un duro golpe al individualismo que hoy campea en todos los rincones del planeta, diciendo, sin pelos en la lengua, que el ser humano de hoy debe “olvidar el yo y trabajar con el nosotros”.

Una expresión que fue de hecho y en esencia, una suerte de avance de la opinión suya, que hoy nos ocupa, y que se adecua perfectamente a todos los aires de tensión y de confrontaciones que se vive en su Cuba querida. Una expresión abofeteando sin anestesias, al orgullo de la especie humana, para sacarla del letargo acunado en el individualismo ancestral, terciando en favor del valor absoluto del colectivo, del nosotros.

Y si direccionamos aquellas palabras, con la opinión de las últimas horas a propósito de su Cuba querida, pero con ánimo exclusivamente más militante -por estar, naturalmente, en contra del imperio estadounidense- puedo darme la licencia para suponer (sin temor a equivocarme) que Aleida, con la sabiduría revolucionaria que corre por sus venas, tiene la autoridad moral para hacer que sus opiniones, sean propiamente ideas para llevar adelante, para poner en práctica y para desatar todos los nudos (y las dudas) habidas y por haber, sobre un pueblo, que desde hace casi 60 años vive en carne propia uno de los bloqueos más criminales de la historia.

“Vivo en Cuba” es el título del artículo (opinión) firmado orgullosamente por Aleida Guevara, publicado en Página/12, y que ahora transcribo textualmente, como una forma, no solo de acercarme, a través suyo, al pueblo cubano, sino fundamentalmente, para apoyarlo -solidarizándome con él- pensando, o mejor dicho, trabajando en el “nosotros”, olvidándome del “yo”.

El “yo” del imperio.

Vivo en Cuba (*)
 
Por Aleida Guevara March-22 de julio de 2021

“Vivo en Cuba, amo a mi pueblo y defiendo nuestra revolución. Soy médico internacionalista, estoy orgullosa de serlo, por tanto, veo la realidad, soy crítica, porque comprendo que hay muchas cosas que tenemos que mejorar y otras tantas que tendremos que cambiar, pero estoy formada con gran influencia martiana y José Martí decía que el sol tiene manchas, pero da tanta energía y tanta luz que los hombres no vemos sus manchas. Nos enseñó a respetar al ser humano, no todos podemos pensar igual, pero todos tenemos el derecho a ser escuchados y sobre todo a que nos tengan en cuenta, claro que para lograr esto debemos ganarnos ese derecho”.

“Puedes gritar mucho y muy fuerte, pero si los que están a tu lado gritan otra cosa, por muy alto que lo hagas nadie te entenderá, por eso es importante la unidad de criterio y siempre recomiendo que no solo se critique algo, sino que tenemos que ser capaces de proponer soluciones. Lo que sí tengo muy claro es que no es posible usar la violencia para hacerte escuchar; cuando lo haces, lo único que obtienes es rechazo, sobre todo de un pueblo que tiene muchas personas con gran nivel cultural y con mucha dignidad”.

“Hace algunos días personas sin escrúpulos cometieron acciones vandálicas en distintas ciudades de mi país. Me refiero a romper vidrieras, robar en tiendas, tirar piedras a hospitales de niños, virar autos en plena calle, en ocasiones con compañeros dentro de éstos, en fin, cosas a las que los cubanos no estamos acostumbrados y con expresiones que mostraban un nivel cultural muy bajo, destilando odio y muchas mentiras y lo que más me molesta es que no tienen pudor alguno a reconocer su vínculo financiero con instituciones gubernamentales de Estados Unidos de Norteamérica”.

Dignidad y soberanía

“Como ya dije, la revolución cubana no es perfecta ni muchos menos, pero los únicos que tenemos derecho a resolver estos problemas somos nosotros, ningún otro país del mundo tiene derecho a intervenir a nuestros asuntos internos, y algunas de esas personas pedían la intervención de potencias extranjeras, imagínense ustedes la reacción del pueblo. Lo que todavía no entienden es que Cuba es un pueblo digno y cuando alguien pone en duda esa dignidad, el pueblo se une y defiende con pasión su soberanía”.

“Tenemos muchos problemas de vivienda, tenemos serias dificultades con el transporte urbano, para colmo con esta pandemia brutal que sufrimos todos, el gobierno de Estados Unidos ha reforzado más las medidas de bloqueo, que mantiene sobre mi país desde hace casi 60 años, por lo que tenemos carencia de medicamentos, por ejemplo, antibióticos orales, insumos, como jeringuillas, y por la persecución financiera a que somos sometidos no podemos adquirir todos los alimentos que necesitamos. Además, en los últimos tiempos es toda una odisea lograr que barcos extranjeros lleguen a nuestras costas con las cosas que necesitamos, incluyendo el petróleo necesario para impedir esos molestos apagones que sufrimos”.

“¿Ahora alguien puede decirme cuál es la preocupación del gobierno de Estados Unidos por el bienestar de mi gente, si sostiene semejante bloqueo contra nosotros? Sinceramente no logro entenderlo”.

"A pesar de todo esto somos el único país de Latinoamérica con dos vacunas contra el Covid-19, hechas con mucho sacrificio, pero por nosotros, sin la injerencia de ninguna empresa farmacológica internacional, lo que nos permite vacunar gratuitamente a toda nuestra población y lo que nos posibilita ayudar a otros pueblos que lo necesitan. Quiero que sepan que, si ustedes como pueblo estadounidense necesitan de nuestra solidaridad, con mucho gusto se la brindaremos. No olviden que la brigada internacionalista de médicos y personal de la salud que ha estado trabajando en más de 50 países del mundo para ayudar a vencer esta pandemia lleva el nombre de un joven estadounidense que luchó junto a mi pueblo contra el dominio español. En honor a ese valiente, Henry Reeve, llevamos la vida y el amor a los más necesitados del mundo, por eso y por mucho más me siendo orgullosa de mi pueblo y de mi revolución socialista”.

“Un abrazo con calor de pueblo”.

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(*) Extraído de Página/12

*Foto de portada: radiohabanacuba.com