Por amplia mayoría, el Senado de la Nación Argentina sancionó la Ley de Cupo Laboral Trans “Diana Sacayán-Lohana Berkins”, que destina un 1% de las vacantes de la Administración Pública Nacional a personas travestis, trans o transgénero.
Además de las vacantes laborales, la ley prevé una “serie de obligaciones de no discriminación en el acceso a los puestos de trabajo e incentivos económicos para contrataciones en el sector privado”.
El nombre de la ley, sancionada el pasado 25 de junio, es el nombre de dos luchadoras, Diana Sacayán (1975-2015) y Lohana Berkins (1965-2016), mujeres trans, adelantadas para su época, que lograron en base a su infatigable activismo, visibilizar el colectivo y adquirir derechos tan esenciales como el respeto a su identidad. Ambas con historias de vida durísimas, producto de la discriminación social más atroz, siempre siguieron adelante. Solo las detuvo la muerte, que en el caso de Diana se trató de un brutal travesticidio.
¿Por qué estas personas no están a salvo de nada?
Tratadas como patológicas, perversas o incluso delincuentes, las personas trans se han visto siempre a los márgenes, con el estigma de la prostitución como un sello. En su mayoría echadas de sus propias casas a muy temprana edad, las pibas y los pibes trans pasan el infierno. Y no, no es exageración.
Le esperanza de vida de las personas trans oscila entre los 35 a 41 años. Más del 90% no cuenta con un trabajo formal. Y esto es debido a que han sido excluidos históricamente de los establecimientos de educación, y de los sistemas de empleo. En pleno siglo XXI, sentirse identificado con un género distinto al asignado al nacer, cuesta la vida.
Es que, con tal grado de violencia, encontrar cualquier tipo de trabajo resulta prácticamente una misión imposible. Y hoy sumado al contexto de pandemia, el colectivo queda en un estado de vulnerabilidad grave.
Por eso nos unimos a las celebraciones por esta ley que obtuvo mayoría con 55 votos a favor, 1 en contra y 7 abstenciones.
Con la esperanza de que el cambio se haga en la cultura de nuestras sociedades, en nuestras visiones, para lograr eliminar todos los prejuicios de la discriminación y la violencia que tantas vidas dañan.
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*Foto de portada: www.eldiarioar.com